sábado, 20 de junio de 2009

SEMINARIO EN LA FACULTAD DE DERECHO DE BUENOS AIRES SOBRE EL DESPIDO O LA VIOLENCIA DEL PODER PRIVADO

Está causando mucho alborozo entre los filojuristas de Parapanda la buena distribución del libro de sus ilustres hijos Baylos y Pérez Rey. No sólo la editorial Trotta está preparando una segunda edición, sino que el libro será traducido al portugués y publicado por la casa editorial brasileña LTR, especializada en libros jurídicos, traducido por la magistrada Luciana Kaplan. Ahora, aprovechando que durante la próxima semana una expedición de parapandeses ilustres participan en varios seminarios en Montevideo - como se dió cuenta en la entrada anterior de este blog - y en Buenos Aires, es en esta ciudad, en la Facultad de Derecho de la UBA, donde se desarrollará un acto académico centrado en torno al derecho al trabajo y el despido, que servirá a la presentación del libro de los autores citados.

El acto se anuncia de esta manera:

Derecho AL Trabajo

Una (re)politización de la figura del despido frente a la crisis

Participan en el seminario
Antonio Baylos Grau Joaquín Aparicio Tovar , por la UCLM (España)
Julio C. Neffa , profesor de sociología del trabajo en la UBA
Oscar Zas , magistrado de la Cámara del trabajo y profesor de la Universidad de La Plata

Coordinación: Guillermo Gianibelli , profesor de Derecho del Trabajo de la UBa y Director del Observatorio de Derecho Social de la CTA.

A continuación, Moisés Meik ,magistrado y profesor de derecho del trabajo en la UNLP, presentará el libro “El despido o la violencia del poder privado”, de Antonio Baylos y Joaquín Perez Rey, Editorial Trotta, 2009.

El acto académico tenderá lugar el Viernes 26 de junio. 18 hs. Aula 1 de Extensión Universitaria. Facultad de Derecho. UBA. Figueroa Alcorta nro. 2263, PB.

miércoles, 17 de junio de 2009

SEMINARIO INTERNACIONAL EN URUGUAY DE LA REVISTA DE DERECHO SOCIAL - LATINOAMÉRICA


Cobra gran interés en los círculos jurídicos bien informados de Parapanda, el proyectado Seminario que, sobre temas de relieve y de actualidad, organiza la Revista de Derecho Social - Latinoamérica cada dos años, con participación de selectos juristas del trabajo provenientes del sur del Rio Grande. Además se prevé, como continuación del mismo, un encuentro sindical internacional que lleva por título el sugestivo título El sindicalismo latinoamericano en su laberinto. De ambos encuentros se da cuenta a continuación.
El llamado SEMINARIO INTERNACIONAL sobre DERECHOS HUMANOS Y DERECHO DEL TRABAJO se desarrollará en la Facultad de Derecho de Montevideo desde el 22 al 24 de junio. Organizado por la RDS - Latinoamérica y la Facultad de Derecho de la Universidad de la República de Uruguay, bajo la dirección académica de Oscar Ermida Uriarte. Su primera sesión se dedica a la presentación del libro del maestro Héctor Hugo Barbagelata, seguido de una conferencia sobre el tema básico a discutir: la consideración de los derechos laborales como derechos humanos. Al día siguiente, se proponen dos grandes sesiones de trabajo. En la primera, se aborda una cierta tipología de los derechos humanos laborales atendiendo a los instrumentos y el alcance de los mismos, y en donde intervendrán, entre otros, el propio Oscar Ermida, junto con Wilfredo Sanguineti, Miguel Canessa y Joaquín Aparicio. El siguiente bloque se dedica al examen de los problemas de interpretación y de aplicación, con especial atención a la jurisprudencia de los órganos constitucionales y de las Cortes Supremas de los países de América del Sur y del Centro, si bien los intervinientes serán fundamentalmente magistrados de Argentina y de Brasil en donde se está desarrollando un interesante debate sobre este punto. Al día siguiente, 24 de junio, son también dos las áreas temáticas por abordar sobre la base de un análisis concreto de alguno de estos derechos laborales como derechos humanos. El primero es el derecho al trabajo, punto central en la definición del contenido del Seminario, y en este punto deben intervenir Antonio Baylos, Hugo Barretto (Uruguay), Moises Meik (Argentina), Alfredo Villavicencio (Perú) y Alexander Godínez (Costa Rica). En un segundo grupo de temas, por la tarde, se abordan las migraciones laborales desde el enfoque de los derechos humanos, y allí intervendrán el profesor uruguayo Osvaldo Mantero y los profesores de la UCLM Laura Mora y Paco Trillo. Por último y a modo de cierre, los co-directores de la RDS - Latinoamérica, Oscar Ermida y Antonio Baylos, realizarán una intervención de síntesis que intente plantear hacia el futuro las hipótesis y propuestas que en el debate se hayan ido recogiendo de las actuaciones realizadas. Previsiblemente también en este seminario se distribuya el número doble, 4/5 de la Revista, recién sacado de la imprenta.
Al día siguiente, 25 de junio, la Fundación Ebert y la rama americana de la CSI, la CSA, en colaboración con la Facultad de Derecho y la Revista citada, abordan un seminario con el atractivo título de El sindicalismo latinoamericano en su laberinto. Asisten al mismo el Secretario General de la CSA, Víctor Báez, y un grupo extenso de sindicalistas de otros países latinoamericanos, donde destaca desde luego la presencia de PIT - CNT de Uruguay. Por CC.OO. asiste Laureano Cuerdo. La idea es debatir entre juristas y sindicalistas sobre aspectos centrales del sindicalismo en esa región (aunque son estrategias muy exportables) en donde ocupa un pepel estelar lo que se viene a denominar la autorreforma sindical, entendiendo por tal un movimiento impulsado tanto desde las bases sindicales como por la estructura sindical internacional que reformule de manera mas funcional a la era global la estructura y las formas de acción del sindicalismo latinoamericano. La acción sindical internacional y en concreto la posición respecto de la OIT, constituyen dos nuevos puntos de debate en el seminario.
A partir de la noche del dia 25, la expedición de ilustres miembros académicos de la Universidad de Parapanda se trasladarán a Buenos Aires, para iniciar una nueva etapa en su viaje, que les llevará al Observatorio Social de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA) y luego a la Universidad de Buenos Aires, a la presentación del libro El despido o la violencia del poder privado en aquella Universidad. Pero esta segunda parte del viaje se narrará en otros momentos.

domingo, 14 de junio de 2009

CULTURA DEL TRABAJO Y TRABAJO CULTURAL.

El Colectivo de Juristas Críticos de Parapanda ha culminado su sesión de primavera-verano con una reflexión sobre la dimensión cultural de la acción colectiva de los trabajadores. En la sesión inaugural - de la que da cuenta la fotografía - se aprovechó el borrador de la próxima editorial de la Revista de Derecho Social que, gentilmente, la dirección de la Revista permitió utilizar para el debate. Este texto es el que se incluye a continuación.

CULTURA DEL TRABAJO Y TRABAJO CULTURAL.

Dicen los diccionarios especializados que el término cultura se aplica particularmente a los productos de la sociedad humana, que no sólo incorpora un complejo de ideas y de costumbres de una civilización determinada, sino que fundamentalmente se basa en valores y pautas ideales que refuerzan la solidaridad y la cohesión social en una sociedad dada. El trabajo y los valores ligados a éste hecho social, económico y político, ha sido determinantes en la configuración de los fenómenos socio-culturales de la modernidad europea y, derivadamente, universal. En cuanto sistema de significados y símbolos cognitivos compartidos, la cultura basada sobre la centralidad del trabajo ha sido el elemento caracterizador de todo un modo de concebir la sociedad y organizar los fenómenos sociales. El trabajo en su vertiente positiva, como fuerza productiva creadora de riqueza y expresión de las capacidades de relación con las cosas y de transformación de la materialidad de las mismas, y como subjetividad social susceptible de diversas personificaciones colectivas y plurales que actúan en el marco de las relaciones sociales y económicas. Y también en su vertiente negativa, como trabajo sometido y explotado, función del capital en su dinámica de acumulación de riqueza y de distribución desigual de la misma.

Esta centralidad del trabajo en la determinación de fenómenos culturales asociados al mismo se ha proyectado en varios espacios sociales, produciendo lenguajes y discursos muy ligados a la acción y a las conductas derivadas de la reflexión cultural y política sobre ambos aspectos del trabajo, positivo y negativo, como ejes de construcción de una cierta “visión del mundo” o proyecto global de acción sobre el mismo. En el desarrollo histórico de esta concepción antropológica centrada en el trabajo han existido muchas variantes, especialmente incisivas en razón de las transformaciones productivas y económicas de las sociedades industriales avanzadas y su desarrollo, la más relevante posiblemente de entre ellas sea la construcción cultural derivada de lo que se conoce como fordismo. Esta delimitación cultural tiene una traducción inmediata en la esfera de lo político, es decir las determinaciones culturales de esta categoría social. Se habla así de una “cultura política” que sirve para dar al sistema político un marco orientador respecto a valores que encuadran la reflexión y la acción en este espacio concreto. La cultura política basada sobre el trabajo y los valores que éste encarna ha servido de línea divisoria en el campo de lo político entre las posiciones denominadas como izquierda o derecha. El reflejo de este compromiso con el trabajo como potencia transformadora de la sociedad en un sentido emancipador y solidario se encuentra en los estatutos de los partidos políticos obreros, y en los de los sindicatos de clase, y esa referencia sigue aun hoy presente en esos textos.

Bien como cultura política que oriente la acción de los sujetos colectivos con vocación de intervención en la organización de la sociedad, o como forma de producción de ideas, creencias y significados que explican las visiones del mundo, la referencia central al trabajo ha entrado desde hace tiempo en crisis, por razones muy complejas que obviamente aquí no pueden esbozarse, y con consecuencias en múltiples campos de la estructura social. Inevitablemente se proyecta sobre el campo de la normatividad jurídica y, mas precisamente, en todo lo que se refiere al discurso y modelo cultural que sirve de legitimación a la orientación concreta que adopta el sistema jurídico-laboral de un país determinado.

La actualidad de los acontecimientos suministra algunos ejemplos muy sintomáticos. Con ocasión de las últimas elecciones europeas, se ha subrayado la carencia de un discurso político coherente desde la izquierda que evite el desmoronamiento de los partidos socialistas y socialdemócratas, no compensado sino agravado por el fraccionamiento de las izquierdas alternativas. Los analistas insisten en la pérdida de la identidad social clásica de las socialdemocracias y su confusión ideológica con el neoliberalismo. La adopción por el socialismo europeo del social-liberalismo o de experiencias paralelas como la “tercera vía” como cemento ideológico de sus posiciones políticas es el elemento que permite identificar la causa principal de este desmoronamiento. La incapacidad de las izquierdas alternativas de despegarse de este modelo en el que funcionan como imagen especular negativa sin poder avanzar sobre planteamientos legítimos de democratización e igualitarismo, convergen en este desastre. Pero más allá, lo que estas elecciones demuestran es que la propia construcción europea está sufriendo una involución que se aprecia no tanto en el aspecto crucial de la acción política de la izquierda política, cuanto de forma más grave, en la percepción de las personas y de los ciudadanos. Falta una visión de futuro sobre la Unión Europea que permita repensar su definición política y social a partir de su propia multiplicidad y del fortalecimiento de su dimensión social. Hay un distanciamiento general de elementos básicos en la construcción de la democracia y de la solidaridad social en el espacio regional europeo. Se trata por tanto de un supuesto de emergencia cultural, tanto a nivel global como en el plano estrictamente político. La izquierda ha perdido el norte y camina sin brújula hacia ninguna parte. Articulada la resistencia sobre un radicalismo popular que no tiene necesariamente al trabajo como eje y que revaloriza aspectos parciales de las condiciones de explotación global, las izquierdas alternativas encuentran una gran dificultad en agregar consensos a su proyecto político precisamente en el plano de lo político-electoral, que se percibe como un espacio enajenado. En otros casos, la insistencia en las instituciones que regulan la vida social – la disyuntiva entre el Estado y el mercado o sus múltiples hibridaciones – hace perder de vista la necesidad de reconstruir una perspectiva de acción colectiva a partir de las condiciones de existencia afincadas en el trabajo subordinado y en la explotación.

Si el resultado de las elecciones europeas pueden traerse a colación como un síntoma del abandono de una cultura política que gira en torno al trabajo, otros ejemplos más domésticos subrayan esta percepción de crisis cultural o de desconexión de un conjunto de valores modelados en el espacio público de la opinión respecto de los que provienen del hecho social y político del trabajo. Se trata de una tendencia muy visible en el tratamiento de lo “social” en los medios de comunicación, que insensibiliza unas veces y oculta las más los fenómenos de organización y de conflicto que se desenvuelven en relación con el trabajo y con la explotación del mismo en un país determinado. Los hechos y los conflictos del trabajo sólo resultan noticiables en la medida en que se hagan espectáculo o irrumpan en otros perímetros que deben ser a toda costa respetados, como el orden público, la libertad de vender mercancías o la libre circulación de las personas. En esta invisibilidad consentida coinciden prácticamente todas las televisiones y las radios de cierta entidad, con independencia de su orientación ideológica. No hay concurrencia posible desde un espacio mediático alternativo. La cultura del trabajo es repelida por los formidables medios de comunicación de masas y no penetra pues en la cultura mediática de una sociedad como la española.

En este campo cultural, sin embargo, la llamada “gobernanza” neoliberal en España ha realizado esfuerzos importantes de intervención. Fundamentalmente a partir de la movilización social contra la guerra de Irak y la para ellos imprevista derrota electoral del 2004, los llamados “neocons” locales han procedido a partir de entonces a una fuerte renovación de los think tanks conservadores para la formulación de propuestas políticas e ideológicas y han ido construyendo y exacerbando una política mediática combativa en la radio, la televisión y los periódicos digitales. A esta operación de amplios y duraderos efectos en la orientación de la opinión pública, se corresponde con la promoción de movimientos sociales agresivamente conservadores. La Comunidad de Madrid o la Región valenciana son territorios que se han convertido en campos de pruebas muy avanzados de estas estrategias de hegemonía cultural que afianzan el dominio sobre las clases subalternas y extiende un modelo de organización social centrado en el individualismo propietario y el poder de la riqueza.

La “profesionalización” de la acción sindical en determinados sectores clave de producción de ideología, evitando o disminuyendo la visión político-social en lo concreto, han cooperado también a una cierta fragilidad del sindicato en esta dimensión cultural. La formación sindical se ha ido desplazando en su mayoría hacia contenidos técnicos o instrumentales a los objetivos concretos de la representación colectiva, sin insistir ni siquiera retóricamente en las señas de identidad de la organización sindical. El debate político huye hacia los vértices de las confederaciones y no se extiende capilarmente entre la organización sino como explicación contextual de determinadas propuestas puntuales. Los medios de comunicación del sindicato, que tienen una cierta potencia en la dimensión digital, no se aventuran en un debate ideológico profundo sobre la determinación de la cultura sindical, su alcance e influencia en relación con los cambios productivos y del modelo antropológico del trabajador al que ésta se refiere.

Pero es importante no olvidar que el trabajo es la referencia y el significado de la intervención política y de los proyectos de reforma social. No puede inhibirse o difuminarse en contraposición a los derechos ciudadanos que carecen de una inserción directa en la producción organizada asimétricamente en una relación de subordinación autoritaria que fundamenta una posición de subalternidad social. Es el trabajo quien recibe y modula las identidades complejas de la sociedad actual. No se puede concebir la noción de ciudadanía si no es a partir del concepto de trabajo, que es la base material del ejercicio de los derechos fundamentales. Es cierto que ha ganado terreno, también en los colectivos pensantes de las organizaciones de clase, una forma de organizar las ideas en la que el trabajo pierde sus dimensiones positiva y negativa en el campo de lo social y político al considerarse exclusiva o principalmente como recurso económico, fuente de renta y coste de producción, y en donde por consiguiente se borran las determinaciones sociales que la figura del trabajador lleva asociadas en el terreno de lo político-ideológico y de lo cultural. Pero justo por ello es importante prestar atención a las figuras del trabajo y su recepción en el espacio cultural de un país y su repercusión en la formación de una opinión pública democrática. La producción cultural refleja una imagen del trabajo sobre la que se debe interactuar en todos los ámbitos posibles. Se trata de desarrollar una nueva narrativa y un discurso coherente con la centralidad del trabajo en nuestras sociedades que se emancipe de la funcionalidad del mismo al orden económico de mercado.

Es urgente retomar un trabajo cultural que entable en muchos campos un diálogo entre el sindicalismo y los diferentes discursos políticos y sociales cercanos o superpuestos. Los institutos sindicales dedicados a la investigación y a los estudios están llamados a desempeñar una función de arranque de este proceso de renovación cultural. En concreto, el trabajo cultural emprendido con la finalidad de ir generando un lenguaje y un discurso idóneos para reflejar la presencia y el movimiento de un sujeto social colectivo que es portador de los valores de igualdad y solidaridad en el marco de un proyecto político de reforma del sistema económico y político a nivel global, se hace más necesario que nunca, justo porque se encuentra obstaculizado y dificultado al máximo nivel. Respecto del derecho del trabajo, existen indicios esperanzadores de un nuevo impulso al diálogo entre los juristas académicos del trabajo y los dirigentes sindicales enmarcado en un proyecto unitario de acción y de investigación que repercutirá en una reflexión sobre las políticas del trabajo. Se trata de procesos y tendencias que habrá que seguir con atención.

viernes, 12 de junio de 2009

PREMIO DE INVESTIGACION DE LA JUNTA DE COMUNIDADES DE CASTILLA LA MANCHA


Jubilosamente se ha recibido en Parapanda la concesión del premio de excelencia investigadora "Gabriel Alonso de Herrera" a Antonio Baylos, en razón de su dedicación al derecho del trabajo y a la defensa de los derechos de los trabajadores. El premio lo concede la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y se ha entregado por el presidente de la región machega, José Maria Barreda, en un acto público con gran boato y prosapia ante nutrida asistencia de diversas autoridades, amigos y familiares del premiado. A continuación se inserta el texto de la alocución que dirigió Baylos a la selecta concurrrencia.
Querido Presidente, Secretario de Estado, Consejera de Educación, querida Consejera de Trabajo y Empleo, viceconsejero de ciencia e investigación, Rector de la Universidad Complutense, Vicerrectores de la UCLM, otras autoridades presentes, amigas y amigos:

He sido elegido para intervenir en este acto en función de mi condición de senior, lo que viene a querer decir, de manera elegante, que soy posiblemente el de mayor edad de todos los premiados. Esa posición se ha acompañado de una larga permanencia en la UCLM, desde que en ella obtuve la cátedra a comienzos de 1991. Lo que implica que he acompañado durante un largo espacio de tiempo la andadura de la universidad y del poder público de nuestra Comunidad Autónoma, cuestión que me permite ahora realizar algunas breves anotaciones contextuales a este acto.

En efecto, más allá de la obviedad de lo que supone un acontecimiento de estas características, el reconocimiento por parte de la JCCM de la capacidad investigadora de determinados miembros de la comunidad universitaria, estos premios denotan la importancia excepcional que el gobierno de Castilla La Mancha ha asignado a la universidad pública y de calidad como eje no solo de sus políticas educativas, sino del impulso a la investigación científica y social. Ambas dimensiones, la formativa y educativa y la investigadora, potencian el desarrollo económico de la región y fortalecen las relaciones sociales en la misma; pero ante todo implican una extensión igualitaria del acceso a la cultura y al desarrollo del progreso científico que amplia y vigoriza la condición de ciudadano. Como profesor de la UCLM he podido apreciar que el poder público autonómico se ha mostrado siempre cercano y propicio, dispuesto a trabajar con la universidad y a hacer que los universitarios trabajáramos a gusto, apoyados por la acción de fomento de nuestros empeños y tareas docentes e investigadoras. Y me parece que en la actitud de nuestro Presidente Barreda se puede percibir sin esfuerzo un especial feeling con la Universidad que va más allá de una convicción racional de la importancia de la instrucción superior en el desarrollo de las sociedades modernas.

Pero si eso es así, también tengo que decir que la Universidad ha sabido forjar desde que yo tengo recuerdos una relación de colaboración y de complicidad con el gobierno de la Junta de comunidades, secundando los proyectos de transformación social que supone la construcción de una extensa e intensa red de conocimientos a través de la estructura universitaria, e insertándose en muchos de los aspectos nucleares de la acción de gobierno y de administración en tantas materias decisivas para la calidad de vida de los ciudadanos de la región. Los rectores de la UCLM han sabido actuar así en el convencimiento de que se trataba de una convergencia beneficiosa y provechosa tanto para las gentes de la universidad como para la ciudadanía de la Comunidad Autónoma.

Ese círculo virtuoso ha facilitado la investigación de nuestros universitarios en nuestra región, con proyección nacional e internacional. Los premios que ahora celebramos lo atestiguan sobradamente. Todos los premiados expresan, de una u otra forma, que la calidad y cantidad de los procesos de producción de ciencia y de teoría son muy potentes en la UCLM y en Castilla La Mancha. En mi caso además, se da la circunstancia de que por primera vez se ha otorgado un premio a la excelencia investigadora en ciencias sociales, y en concreto por un trabajo continuado en la definición del sistema jurídico – laboral en defensa de los derechos de los trabajadores. No es necesario que resalte la emoción y el orgullo que siento por ello. Pero un premio a la “excelencia” de un investigador supone siempre una recompensa y un reconocimiento a un grupo de investigación que le acompaña, en este caso al muy activo y numeroso colectivo de juristas del trabajo de nuestra Universidad. Es un grupo que se ha ido formando poco a poco, madurando cuidadosamente en una transición generacional apropiada que hoy es evidente en las distintas generaciones de profesores e investigadores en derecho del trabajo y en los sistemas de protección social que convivimos en la UCLM. Juntos hemos sabido crear un espacio de libertad y de crítica que hemos volcado en nuestra forma de producir teoría y en entablar un diálogo con los sujetos sociales que buscan la transformación emancipadora de la sociedad. No podría mencionarlos a todos, pero todos están en este premio, que les pertenece a ellos tanto como a mi. Dejadme sin embargo que mencione sólo a mi hermano Joaquín Aparicio y a mi amigo Luis Collado, quienes, con la inestimable ayuda de Maria José Romero, han preparado y propiciado mi candidatura sin la cual este premio no habría sido concedido.

Por último, es evidente que detrás del investigador universitario siempre hay un espacio de felicidad que suele permanecer en el área de lo íntimo y privado. Conviene ahora desvelarlo sólo por un instante. Mi mujer, Margarita Barañano, y mi hijo, Daniel, son las personas que sin lugar a dudas me permiten cada día sentirme a gusto en mi trabajo y en la vida. A ellos les dedico este premio.

Muchas gracias.

lunes, 8 de junio de 2009

LOPEZ BULLA, PADRINO DE LOS DIPLOMADOS EN RELACIONES LABORALES DE ALBACETE.




Ha habido gran júbilo en Parapanda ante los fastos celebrado y los honores otorgados a su conmilitón López Bulla con ocasión de su viaje a Albacete que ha descrito someramente en su blog Metiendo Bulla en este link: http://lopezbulla.blogspot.com/2009/06/actividades-academicas-y-goliardescas.html. A continuación, una pequeña (y tediosa) crónica de la jornada que ha aparecido en el diario de contradictorio título, La verdad. En la foto, una de las pocas que ha sobrevivido a un extraño accidente cibernético que han arruinado el reportaje que realizaba el profesor Baylos, aparecen con gran contento los tres caballeros aludidos en el reportaje.






El Aula Magna del edificio Melchor de Macanaz acogió ayer el acto de graduación de la XIV Promoción de Alumnos de la Diplomatura de Relaciones Laborales de la Universidad de Castilla-La Mancha en el campus de Albacete.
María Cano León, Lucia Cruz Nuñez, Verónica García de La Torre, Ricardo González Carrión, Julia López Polo, Raquel Marín Aparicio, Jesús Martínez Peramo, Mirian Martínez Villena, Desamparados Más Vilata, Gloria Isabel Molina Segura, Juan Carlos Ortega Lara, Amparo Pérez Mora, Laura Rubio Coronado, Rocio Ruiz Aparicio, Beatriz Sánchez Moreno y Marta Villalobos Barchín, recogieron sus becas y sus diplomas en un acto que inauguró el director de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales de la ciudad, Joaquín Aparicio Tovar.
Durante el acto los jóvenes escucharon las palabras de diferentes personas vinculadas al mundo de las relaciones laborales. Uno de ellos fue el padrino de la promoción, el ex secretario general de la Comisión Obrera Nacional de Cataluña (CONC) y miembro del Consejo Económico, Social y del Trabajo (CTESC) de Cataluña, José Luis López Bulla. Además, los estudiantes pudieron oír algunas palabras de sus representantes, María Cano León, Jesús Martínez Peramo y Juan Carlos Ortega Lara, alumnos que también se graduaron ayer.

miércoles, 3 de junio de 2009

¿EXISTE UN DEBATE ELECTORAL SOBRE EUROPA?



Las elecciones europeas se están viviendo en Parapanda con cierto desasosiego. Era una ocasión óptima para hablar de Europa sacudida por la crisis, y andamos en aquellas. Por eso publicamos un suelto que reflexiona, con cierta vehemencia, sobre este proceso. Al terminar el texto, insertamos un enlace en dodne UGT y CCOO hacen una llamada al voto en este proceso electoral.





Antes pensábamos que durante el proceso electoral se desarrollaba una cierta pedagogía democrática. A través del discurso político se transmitían no sólo ideas sino conocimientos sobre temas y materias que se explicaban en la campaña electoral, en mítines y en documentos. Especialmente interesante resultaba esta función pedagógica desarrollada durante el tiempo del debate que aseguraba la participación política ciudadana para el supuesto de las elecciones al Parlamento Europeo. Allí el debate central debería ser la idea de Europa que las distintas fuerzas políticas mantenían como proyecto y que se materializaban en determinadas propuestas de actuación. No es necesario insistir en que en un momento como el actual, esta reflexión y esta pedagogía no se practican en absoluto con ocasión de las presentes elecciones europeas. Y eso que la crisis – el crack del año ocho, como lo han definido recientemente Capella y Lorente – es la primera gran crisis de la globalización y requeriría un esfuerzo reconceptualizador y propositivo importante. Especialmente desde la izquierda, ciertamente, puesto que el pensamiento conservador, después de un cierto momento de desconcierto inicial, retoma con fuerza la capacidad de reformular la salida a la crisis desde la lógica de la distribución desigual de la riqueza y la desertización de lo colectivo.

La posición de Europa en el mundo en el llamado tablero geoestratégico, su actuación en las zonas más sensibles en donde se enquistan situaciones políticas indeseables que conducen a la miseria y el aniquilamiento militar de miles de personas, como Palestina, la relación articulada con el Este de Europa, golpeado de forma implacable por la crisis y la explosiva situación oriental con Rusia y las repúblicas que la rodean, el debate sobre el futuro energético de la Unión, la polémica sobre la ampliación, y la influencia que pueden tener sobre ellas recientes noticias – por lo demás silenciadas – de los arrestos de sindicalistas en Turquía, con aplicación de la ley antiterrorista, o, en fin, la reflexión sobre el espacio europeo de la justicia y la incorporación al mismo de los delitos económicos y sociales, que resultan excluidos, son temas donde las diferentes perspectivas políticas en liza ofrecen reflexiones y maneras de afrontar diferentes y permiten que el ciudadano enriquezca su horizonte cultural y político en un contexto de participación democrática.

Se dirá que son temas demasiado genéricos, que no propician la pasión. Pero hay otros más específicos. En concreto, es llamativo que las fuerzas de la izquierda parlamentaria no hayan hecho referencia a la Declaración de Paris de la Confederación Europea de Sindicatos, de finales de mayo del 2009, que reclama una significativa agenda social europea y una reformulación del Pacto de Estabilidad que permita acostumbrarnos a convivir una temporada con déficits presupuestarios amplios que sostengan políticas sociales y un aumento del gasto social, y que a su vez exige una acción explícita por disponer “derechos más fuertes” para los trabajadores. Frente a la muy concreta posición del sindicalismo europeo de plasmar en los Tratados fundacionales un “Protocolo Social” según el cual las libertades económicas fundamentales de la Unión Europea no podrán nunca menoscabar el ejercicio de la acción colectiva ni interpretarse de forma que impidan u obstaculicen los derechos de los trabajadores, ¿cuál es la posición de las fuerzas de centro izquierda o de izquierda real españolas? La respuesta a esta pregunta sitúa por otra parte el discurso político en un lugar apropiado para responder a cómo se debe reconducir el proceso por una Constitución Europea, puesto que una cláusula social como la referida permite eliminar resistencias ante lo que se percibe justamente como una constitución de mercado que deja de lado el constitucionalismo social europeo clásico.

En el primer semestre del 2010, España ocupará la presidencia de la UE. ¿Cuáles son los proyectos que alentará y sostendrá el Gobierno español en esa etapa? ¿Cuál será su agenda social? En el debate electoral, habría sido interesante escuchar algo en este sentido. Sencillamente, por ejemplo, saber si el gobierno español se compromete a reformar la Directiva 96/71 sobre desplazamiento de trabajadores aplicándola expresamente a los movimientos de mano de obra que acompañan a la libre prestación de servicios en el plano transnacional y fortaleciendo el principio igualitario que subyace a la misma – el principio de aplicación de las condiciones salariales y de trabajo del país en donde se desarrolla la prestación laboral y no del país de origen – todo ello respetando las condiciones laborales que marquen los convenios colectivos, corrigiendo así una jurisprudencia neoliberal del Tribunal de Justicia en las sentencia Rüffert y Gran Ducado de Luxemburgo. Las fuerzas políticas que promovieran un compromiso de la Presidencia española con este objetivo, se situarían en el centro de uno de los debates clave en la Unión Europea en donde la polarización izquierda / derecha es más evidente, pero donde también determinadas posiciones nacionales trabajarían de acuerdo con el mismo, ante el desaire que de sus sistemas nacionales de relaciones laborales, construidos en torno a la negociación colectiva voluntaria, han sufrido Suecia o Alemania, por ejemplo, a causa de la mencionada jurisprudencia neoliberal del TJ en los casos Laval o Rüffert. La iniciativa política es básica, impedir que se utilicen los diferenciales salariales entre los distintos países comunitarios para otorgar ventajas competitivas a las empresas que se desplazan en este espacio económico unificado, generando desprotección social y trato discriminatorio entre trabajadores que prestan sus servicios en un mismo país.

Sólo la izquierda social parece preocupada por estos temas. Lo que piadosamente se llama política electoral es un territorio poblado por sujetos que normalmente se dedican a escenificar un reality televisivo de escasa audiencia. Ocupados como están sus protagonistas en escupirse a la cara, olvidan que los ciudadanos les eligen para que les representen, es decir, para que los problemas centrales de la sociedad y de la economía estén presentes en su reflexión y su actuación política.



Llamamiento de CCOO y UGT :

http://www.nuevatribuna.es/pdf/LLAMAMIENTO-SINDICATOS.pdf

martes, 2 de junio de 2009

Unas jornadas de la UCLM abordarán las garantías de los trabajadores ante los despidos objetivo y colectivo


Se trata de la entrada número 200 del blog, y por ello nada mejor que dedicarla a las jornadas de albacete dirigidas por el profesor Aparicio, en la imagen celebrando este evento con la enviada especial de Radio Parapanda en el golfo de Nápoles, la profesroa Carmen Galizia.
Unas jornadas de la UCLM abordarán las garantías de los trabajadores ante los despidos objetivo y colectivo.


El Aula Magna del edificio Jurídico-Empresarial del Campus de Albacete acogerá, el 4 y 5 de junio de 2009, las jornadas de estudio "Las garantías de los trabajadores ante el despido objetivo y colectivo", que están organizadas por el Gabinete de Estudios Jurídicos de Comisiones Obreras (CCOO) y en las que colabora, entre otras instituciones, la Escuela Universitaria de Relaciones Laborares (EURL) de Albacete y el Centro Europeo y Latinoamericano para el Diálogo Social (CELDS), instituto universitario de la UCLM. En ellas, se analizará en profundidad la protección de los trabajadores ante estas dos modalidades de despido que están siendo aplicadas debido a la actual situación de crisis. Las jornadas contarán con la presencia del secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo que impartirá la conferencia inaugural.
Según ha explicado el director del curso, Joaquín Aparicio Tovar, las jornadas surgen ante la tendencia actual de algunos sectores de reducir los derechos de los trabajadores y las garantías del despido aprovechando la crisis, "la legislación laboral no es la causa de la crisis, por tanto es injusto que desde ciertos sectores se esté intentando aprovechar de ella para rebajar los derechos de los trabajadores, cuando ellos no son precisamente la causa de la situación económica, algo que estudiaremos en estas jornadas",-señaló el profesor de la UCLM.Las jornadas darán comienzo el jueves, 4 de junio, a las 10.00 horas de la mañana con el acto de presentación que dará paso a la conferencia inaugural "Visión sindical sobre el tratamiento del despido por razones económicas", que impartirá el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y en la que actuará de moderador el profesor de la UCLM, Luis Collado García. A continuación le tocará el turno al profesor de la UCLM, Antonio Baylos Grau con su exposición "Despido y derecho al trabajo".Las sesiones de tarde se iniciarán a las 17.00 horas con la ponencia "El denominado despido improcedente como alternativa a la extinción por causas objetivas y al despido colectivo: reflexión crítica y problemas prácticos", que correrá a cargo del magistrado del Juzgado de lo Social nº 33 de Barcelona, Joan Agustí Maragall. A su término, la profesora de Derecho del Trabajo de la Universidad de La Laguna, Margarita Ramos Quintana, expondrá su ponencia titulada "La jurisprudencia del Tribunal Supremo en torno al concepto de causas económicas, técnicas, organizativas y productivas", con la que concluirá las sesiones del primer día.Se reanudarán las ponencias el viernes, 5 de junio, a las 10.30 horas, con la que pronunciará el profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad de Sevilla, Jesús Cruz Villalón, titulada "La autorización administrativa en el despido colectivo: procedimiento, eficacia de la resolución y sistema de recursos", antesala de la que clausurará estas jornadas "El despido colectivo en el procedimiento concursal", que será impartida por la jueza del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Cádiz, Nuria Orellana Cano.En las jornadas también colaboran la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Consejo General del Poder Judicial y la editorial Bomarzo.