lunes, 14 de marzo de 2016

SE DEBE RECHAZAR EL MODELO LIBERAL AUTORITARIO EUROPEO







En el diario digital bez.es, se encuentra una sección denominada "pensamiento" - que sustituye lo que en otros periódicos se denomina "opinión" - dirigida por Ignacio Muro. Es una sección en la que se despliega un interesante pluralismo ideológico y disciplinar, con aportaciones de diversas personas sobre la realidad actual. En esta sección del digital, se ha publicado el siguiente artículo del titular de esta bitácora, que se incorpora al blog conservando el mismo formato que en el original, aunque debe advertirse que es más recomendable acudir directamente a la página original  Rechazar el liberalismo autoritario europeo del diario bez.es. (La foto que adorna esta entrada es sin embargo de Teresa García, fotógrafa del T.E.)

¿Es posible rechazar el modelo de liberalismo autoritario que se impone en Europa?



Es un hecho evidente, aunque todavía no muy comentado, que el sistema de democracia representativa está en crisis en Europa. La crisis se sustancia en un conflicto directo entre las constituciones nacionales que incorporan elementos esenciales de democracia social, y la fuerza normativa de las instituciones del capital financiero. 

Antonio Baylos

Catedrático de Derecho del Trabajo y director del Centro Europeo y Latinoamericano para el Diálogo Social (CELDS) de la Universidad de Castilla-La Mancha.
@DoctorBaylos
baylos.blogspot.com.es
Las libertades europeas ya son solo las libertades de empresa y de circulación del capitalEl principio de igualdad de trato y la libre circulación de personas han sido negados con la crisis de los refugiados

Las instituciones financieras quieren reescribir el tejido normativo transformando sus necesidades de reproducción de poder y de riqueza -por medio del dinero- en la necesidad de reformas estructurales que devalúen los derechos laborales y sociales de ciudadanía, disuelvan el poder de contratación sindical y contraigan el Estado social y su aparato público.

Se produce entonces una declaración no explícita de un estado de excepción que legitima la imposición de un nuevo ordenamiento jurídico y social, paralelo al que establece la Constitución, que se asienta sobre la desigualdad, el ejercicio del poder económico sin contrapesos y la acción del dinero que hace ineficaz y superflua la política más allá de su consideración como un espacio de opinión no vinculante.
  
Se ha creado un nuevo modelo de intervención sobre las políticas nacionales que expropian de alguna manera la soberanía nacional de éstas
Este no explicitado estado de emergencia económico plantea cuestiones importantes respecto de la democracia y del Estado de derecho. En esa excepcionalidad económica, se transfiere la autoridad sobre el presupuesto económico de un país y por tanto sobre las decisiones fundamentales en materia de gastos y de ingresos, de un nivel relativamente democrático -el nacional estatal- a instituciones europeas intergubernamentales -como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE)- creando un nuevo modelo de intervención sobre las políticas nacionales que expropian de alguna manera la soberanía nacional de estas, puesto que imponen unas políticas -las que realizan las reformas de estructura sobre la base de la llamada austeridad- a cambio de permitir la solvencia y liquidez financiera del Estado.

La administración de estos procesos se lleva a cabo a través de nuevos instrumentos institucionales, como el MEE, gestionados por principios claramente oligárquicos, al servicio, por otra parte, de las instituciones financieras más fuertes. Son los mercados financieros y los mayores bancos los directos beneficiados por las políticas de recorte que satisfacen los intereses de los acreedores -esencialmente los bancos- en el marco de la financiarización internacional, y estos intereses resultan más vitales e importantes que los derechos de los ciudadanos y el compromiso de los Gobiernos en garantizarlos.
   
El caso de Grecia es paradigmático
El caso de Grecia es paradigmático al respecto, porque la posición del Gobierno de Syriza de llegar a soluciones posibles que respetaran elementos mínimos del Estado social y de los derechos de las personas más vulnerables, pese a tener el apoyo mayoritario de todo el pueblo griego en referéndum, fue conscientemente combatido por el Eurogrupo y los acreedores para imponer, a través de la presión insoportable del Banco Central Eeuropeo (BCE), un programa de rescate claramente humillante que castigaba la decisión democrática de la nación griega.

Predominio del liberalismo autoritario

La gestión de la crisis a través de un directorio económico-financiero con poderes de excepción consigue la demolición progresiva de los marcos nacionales de garantía de los derechos sociales incluso al punto de modificar las constituciones de los mismos. Ha conseguido que se implantara en estos ordenamientos internos de las naciones europeas una consideración del campo de los derechos como un obstáculo a la recuperación económica. Las libertades europeas ya son solo las libertades de empresa y de circulación del capital, y la ciudadanía europea sucumbe frente a estas políticas de austeridad que llevan aparejada la inaplicación selectiva de determinados derechos fundamentales de carácter colectivo y social.
El principio de igualdad de trato y la libre circulación de personas han sido, por último, negados con la crisis de los refugiados y elevados a un principio de relación política con Gran Bretaña en el último acuerdo que se ha plasmado en la cumbre de Bruselas en la que se permite a este país discriminar a los europeos residentes en él y violentar la libre circulación de las personas. Europa, ciertamente, se desintegra en la medida en que se transforma en un espacio de discriminación y autoritarismo.
Definir como autoritario este devenir de la gobernanza económica europea es importante porque se sitúa mucho más allá del bien conocido déficit democrático de la UE
Esta crítica descripción del panorama europeo actual confirma la hipótesis sobre el liberalismo autoritario como forma predominante de la cultura y práctica política neoliberal que es hegemónica en el panorama actual europeo. Esta resulta sostenida, en lo esencial, por el centro derecha y el centro izquierda europeo, demostrando la crisis profunda de la socialdemocracia, que ha asumido este código destituyente de la política democrática. No ha reparado en que, bajo la gobernanza económica en la zona euro, se está desplegando una potente actividad de destrucción de las reglas democráticas y de degradación de derechos ciudadanos que edifica Europa sobre la imposición de un plan de apropiación de la riqueza por las oligarquías financieras sostenido por la imposición autoritaria de una política neoliberal. Definir como autoritario este devenir de la gobernanza económica europea es importante porque se sitúa mucho más allá del bien conocido déficit democrático de la UE; supone un salto cualitativo que requiere una atención pormenorizada por parte de las fuerzas sociales y políticas que sí creen en la posibilidad de una Europa federal y democrática.


 Es posible sin embargo apostar por la construcción de un demos europeo que permita traducir el ímpetu de la participación de la ciudadanía en la construcción de una Europa abierta, pluralista y social

Reforzar la política como forma de enfocar la economía; reivindicar la naturaleza policéntrica de la construcción europea; re-democratizar los fundamentos constitucionales y organizativos de la Unión Europea, sin perjuicio de vigorizar los elementos democráticos de cada ordenamiento interno, comenzando por el uso más frecuente del referéndum como elemento de control de las relaciones entre el Estado miembro y la política económica de la UE; la construcción de un espacio cultural democrático transversal a fuerzas políticas de la periferia sur de Europa, que asocie la progresión de la sociedad al mantenimiento de la democracia social. Todas ellas son propuestas que se unen a algunas medidas concretas de reforma que implican el cambio de los presupuestos liberal-autoritarios que se han constituido en el motor actual de Europa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es hoy totalmente necesario profundizar en el estudio de la "governanza" económica europea y denunciar el autoritarismo de una estructura transnacional que desborda desde luego la cesión de soberanía que hicieron los Estados e imposibilita la democracia, impidiendo en la práctica la toma de decisiones relevantes por los Parlamentos de los Estados Miembros, especialmente cuando dichos Estados son periféricos y dichos Parlamentos plantean políticas alternativas a la austeridad. Pero yo señalaría al mismo tiempo la complicidad de los propios Estados miembros, colonizadas sus instituciones por las élites económicas y los partidos que las sirven, en la construcción del modelo. Europa, en mi opinión se debe cambiar al mismo tiempo desde el nivel Europeo, con iniciativas tan interesantes como las que propone el autor del blog, pero también desde los Estados, porque el "esto viene de Bruselas" no deja de ser sólo una verdad parcial.
Saludos transnacionales!