jueves, 19 de enero de 2017

COMUNISMOS




2017 es el año del centenario de la revolución de octubre. Serán múltiples los homenajes que este evento – los diez días que conmovieron al mundo – sugerirá en todo el globo. En Roma, del 18 al 22 de enero, se realiza uno de ellos, posiblemente el primero del año en extensión y calidad, del que a continuación se da una breve noticia.

El congreso que se celebra en Roma se denomina Comunismos 17, quiere plantear un interrogante fundamental, la relación de la noción de comunismo con la revolución rusa, que ha recorrido una buena parte de los análisis del movimiento obrero y que a partir del derrumbe de la Unión Soviética posiblemente ya no se plantea más, sustituido por el discurso proveniente del pensamiento dominante que lo coloca en el estante de los grandes horrores del siglo XX. En Europa – y no sólo -  sin embargo, es difícil borrar la relación que se entabla entre comunismo y antifascismo, y la importancia de los partidos comunistas en la conquista de las libertades democráticas. El razonable juicio de Berlinguer según el cual la tensión creativa y propulsora de Octubre del 17 se agotó, pero sin él la historia de la humanidad no habría avanzado, se recuerda solo a medias.

El concepto se declina felizmente en plural, y eso resulta imprescindible como precaución antidogmática. También se desplaza hacia un plano de la discusión teórica y política, más que hacia el espacio de los proyectos políticos concretos. Pero la indeterminación del término es una constante del mismo. Aunque cada vez más es una palabra no pronunciable, que ni siquiera enorgullece la memoria personal de sus militantes, da nombre a partidos políticos muy diversos, y, de especial interés para quienes se sitúan en el ámbito cultural de sus reflexiones, es el subtítulo de un periódico emblemático en Italia – y no sólo – Il Manifesto, que se presenta como Quoridiano comunista que hoy paradójicamente es la traza más visible de la acción política, ideológica y cultural del mayor partido comunista del occidente, el PCI. Éste periódico, naturalmente, es protagonista de la conferencia de Roma, y ha editado un encarte con entrevistas y análisis sobre el tema introducido de manera brillante por Luciana Castellina.

Es ésta autora la que afirma que si quisiéramos indicar un sentido apropiado y actual a la palabra comunismo, el más correcto debería ser el que usó el propio Marx: “El movimiento real que abole el estado de cosas presentes”. Es por tanto importante la experiencia histórica que han compartido millones de personas en el intento de salir del sistema capitalista y de sus miserias, la que ha gobernado, para bien y para mal, grandes países del mundo, el fenómeno que quizá más que ningún otro ha marcado el siglo pasado: un gran proceso revolucionario, luego degenerado y derrotado. Un tema sobre el que realmente conviene discutir y reflexionar sin imágenes previas o, mejor, cuestionando todas las que hay elaboradas y en circulación.

En un tiempo en el que se ha analizado de forma muy amplia y exhaustiva la incapacidad del capitalismo de garantizar las condiciones mínimas de supervivencia para millones de seres humanos, y por tanto el mensaje marxista de transformar no el título de propiedad, sino el conjunto de las relaciones sociales, los valores individuales y colectivos, una verdadera refundación de toda la sociedad, hace muy actual este tipo de horizonte de reflexión alternativa, que naturalmente va asociado al diseño de un sujeto colectivo capaz de cambiar el estado de cosas vigentes y a la capacidad de la política de representar coherentemente este proyecto. El dramático empobrecimiento de la democracia que los últimos acontecimientos de la crisis en Europa y en general en el mundo desarrollado, debe permitir el repensamiento de un largo proceso social que conquiste la sociedad antes que al Estado. Son cuestiones hoy de una extraordinaria actualidad, y en nuestro país creo que los debates políticos en la izquierda – y en concreto el proceso de Vista Alegre II en torno a los confines de Podemos – están girando en torno a ellas. En las preocupaciones más acuciantes, la actual fragmentación social, determinada por las nuevas formas de trabajo y la diversificación cultural inducida por los procesos de individualización y de mercantilización de la existencia que éstas han inducido, influye de manera muy decisiva en el debate de fondo.

Pensar sobre los comunismos como alternativa a TINA (There in no alternative), entre la alegoría del sastre de Ulm y la heterogeneidad de los puntos de vista sobre cómo transformar de raiz el presente "estado de cosas". La conferencia de Roma lo pretende hacer a través del examen de temas transversales, fundamentalmente la globalización y la crisis de representación, en una relación multiescalar entre lo global y local, en el contexto de formas de gobernanza mundial. Intervendrán personas y personalidades tan relevantes como Mario Tronti, Slavoj Zizek, Franco Berardi “Bifo”, Antonio Negri, Paolo Virno, Terry Eagleton, Callre Fontaine, Jacques Rancière, Etienne Balibar, Giacomo Marramao, Sandro Mezzadra, Maria Luisa Boccia, Luciana Castellina entre otros muy interesantes.


Los materiales preparatorios de este encuentro internacional se pueden consultar en la página www.comunism17.it o en la página Facebook www.facebook.com/C17Rome . Hay además una exposición en la Galeria Nacional de Arte Moderna y contemporánea de Roma, del 14 al 22 de enero, que se puede consultar en operativa.info 

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