viernes, 9 de noviembre de 2018

REIVINDICAR LOS DERECHOS HUMANOS LABORALES EN AMÉRICA LATINA: LA DECLARACIÓN DE BUENOS AIRES



No corren buenos tiempos en América del Sur para el ejercicio de los derechos laborales. A las políticas de recorte tras el impacto tardío de la crisis, se une el cambio político que se ha ido produciendo en las principales democracias de la región, desde el Ecuador de Lenin Moreno al Chile de Pineyra, pasando por la Argentina de Macri y, por el momento el más terrible de todos estos supuestos, el Brasil de Bolsonaro. En Chile ayer 8 de noviembre se realizó un paro nacional contra las políticas sociales regresivas del gobierno, los sindicatos argentinos están permanentemente movilizados contra la penosa situación económica y social del gobierno de Macri, y en Brasil, a las profundamente antisociales reformas laborales y sociales de Temer, basadas en la congelación durante veinte años del gasto social, la reforma laboral y la legalización irrestricta de la terciarización, se avecinan nuevas intervenciones para reformar la Seguridad Social e incluso se ha propuesto por el presidente electo la supresión del Ministerio de Trabajo por irrelevante.

Esta ofensiva antisocial impone la remercantilización del trabajo y su consideración como un factor variable de la economía medido exclusivamente en función de su coste dinerario, y se acompaña de la emanación de medidas dirigidas a combatir la acción sindical y favorecer la injerencia antisindical de empresas y administraciones públicas. Un formidable aparato de justificación antidemocrática acompaña a estas políticas que son recibidas con alborozo por el imperio mediático dominado por las grandes corporaciones. En ese proceso, los dirigentes políticos se labran su futuro personal cobijados por los poderes financieros y las multinacionales.

Hay importantes resistencias a este proyecto neoautoritario que fundamentalmente se basa en la reformulación el marco de derechos laborales y que se desborda en la restricción cada vez más evidente de las libertades civiles, resistencias que normalmente se articulan en el plano estatal-nacional, con la dificultad que este nivel de organización alternativa tiene ante lo que se puede denominar “desincronización” de las subjetividades de clase en cada uno de los países afectados frente a un proceso que es global y se ejecuta de forma homogénea por las instituciones financieras internacionales y grupos de producción de ideología a nivel global.

La referencia internacional no es unívoca, porque existe un bloque de decisiones y de intervenciones normativas que dan pie a la constatación de un horizonte regulativo alternativo que considera central en la construcción de las sociedades contemporáneas como un rasgo civilizatorio propio de las mismas. La OIT, cuyo centenario se cumplirá el próximo año, suministra un complejo de reglas dotadas de validez universal que es preciso difundir y popularizar como el suelo democrático mínimo al que cualquier gobierno debe ajustar sus políticas. Son en definitiva derechos y normas fundamentales sobre el trabajo que adquieren la condición de derechos humanos laborales y que como tal han de ser defendidos y reivindicados en todos y cada uno de los Estados nacionales que forman parte de la OIT, como sucede con todas las naciones de América Latina.

Recientemente, un grupo muy significativo de abogados, magistrados, profesores de universidad, asesores sindicales y en general expertos en relaciones laborales,  que se han ido nucleando en torno al Curso de Especialización que primero se realizaba en Bolonia y luego en Toledo, coordinado y protagonizado por Pedro Guglielmetti y bajo la dirección de Umberto Romagnoli, ha celebrado una reunión en Buenos Aires en la que han aprobado una declaración de extraordinario interés en la que se comprometen a impulsar la defensa y la preservación de dichos derechos humanos laborales.

Este es el texto de la Declaración, proporcionada gentilmente por Sidnei Machado y César Arese, “becarios” de dicho curso, que se presenta en exclusiva en este blog.

DECLARACIÓN DE BUENOS AIRES

DECLARACION DE PRINCIPIOS Y COMPROMISOS GRUPO DE EX BECARIOS LATINOAMERICANOS DE LA UNIVERSIDAD DE BOLOGNA, CASTILLA LA MANCHA, TURIN

En la ciudad de Buenos Aires, en el marco del XXVII Encuentro de ex becarios de la Universidad de Bologna, Castilla la Mancha y Turín, realizado entre el 1 y 3 de noviembre de 2018, los participantes -especialistas en el campo de las relaciones laborales-, considerando como ejes la Declaración relativa a los fines y objetivos de la Organización Internacional del Trabajo (1944), la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), y la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa (2008), expresan su adhesión a los siguientes principios rectores para el desarrollo de sus acciones y actividades:

Toda persona tiene derecho a un nivel de vida digna que le asegure salud, alimentación, vivienda, educación, trabajo y acceso a la cultura y al esparcimiento.
Estos derechos se deben concretar en un marco donde se promueva la aplicación de los principios relativos a los derechos fundamentales del trabajo, a saber:

                 • La libertad sindical, el derecho de asociación y el reconocimiento efectivo de la negociación colectiva;
                 • La eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio;
                 • La abolición efectiva del trabajo infantil;
                 • La eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.

Teniendo estos derechos como guía para la consolidación de una sociedad justa; las iniciativas a desarrollar en materia de políticas públicas nacionales, regionales e internacionales deberán estar orientadas a:

                 • Adoptar medidas destinadas a garantizar a todos una justa distribución de ingresos y oportunidades;
                 • Lograr el pleno empleo productivo libremente elegido y elevar el nivel de vida de nuestros pueblos;
                 • Crear oportunidades laborales para la utilización plena de las habilidades y conocimientos de los trabajadores;
                 • Acompañar con procesos de formación profesional continua, el desarrollo de competencias para los trabajadores;
                 • Fomentar el pleno ejercicio de la negociación colectiva para alcanzar el objetivo de una sociedad más justa y para mejorar continuamente la eficiencia en la producción;
                 • Fortalecer el derecho fundamental a la seguridad social, garantizando la cobertura y sostenibilidad del sistema de proteccón social integral e irrenunciable, que asegure ingresos y bienestar;


                 • Promover el diálogo social y el tripartismo.

A 30 años del primer Curso que se dictara en la prestigiosa Universidad de Bologna y a 27 años del Primer Encuentro en Latinoamérica, en una experiencia única a la que el dialogo y la participación le dan su singularidad, se redacta y firma esta Declaración como un hito fundacional y distintivo que nos identifica, desde distintas disciplinas del saber, en la búsqueda del progreso social.

Los abajo firmantes, EX BECARIOS LATINOAMERICANOS DE LA UNIVERSIDAD DE BOLOGNA, CASTILLA LA MANCHA y TURIN, nos comprometemos a promover el trabajo decente como piedra angular del funcionamiento de las actividades del GRUPO en un marco de interdependencia, de solidaridad y cooperación de todos los países de la región.


Universidad Nacional de San Martín
Buenos Aires
Argentina
3 de Noviembre 2018

La declaración aparece firmada por una larga serie de personas de los diferentes países de América Latina. En el original del que disponemos se pueden reconocer la firmas de Joaquin Aparicio, Laura Mora y Joaquín Pérez Rey de la UCLM de España, de Héctor Mercado, magistrado propuesto como ministro de la Corte Suprema de México, Oscar Hernández, profesor y abogado de Venezuela, Carlos Tomada, ex ministro de trabajo y legislador de la ciudad de Buenos Aires,  Héctor García, profesor en la UBA y presidente de la Asociación Argentina de Derecho del trabajo y de la Seguridad Social, César Arese, magistrado y profesor en Córdoba, Mariana Pucciarello, magistrada en Buenos Aires, Susana Corradetti y Marcel Peralta, abogadas y organizadoras del encuentro, Guillermo Gianibelli, profesor de la UBA y abogado, todos y todas de Argentina, Humberto Jairo Jaramillo y Oscar Blanco, abogados y profesores universitarios y Harold Mosquera, abogado de sindicatos en Colombia, Sandra Goldfuss, abogada y profesora de la UDELAR en Montevideo, Uruguay, Daniel Ulloa, profesor de la PUCP, y presidente de la Sociedad Peruana de Derecho del trabajo y de la Seguridad Social, Rodrigo Morales y Juan S. Gumucio, de la ejecutiva de la Asociación Nacional de Abogados Laboralistas de Chile, Sidnei Machado, profesor y abogado en Curitiba, Brasil, y tantos otros nombres que prolongan la lista de adhesiones a la declaración.

La importancia de estos textos no es sólo simbólica. Expresan la confianza en la capacidad de la democracia para conseguir un mundo mejor y más justo. Pese a que en este momento actual en el que vivimos, sean muchas las fuerzas empeñadas en desvincular la forma democrática de un contenido de igualdad, libertad y de justicia, sustituyéndolo por la sumisión y la violencia creada por la desigualdad, la incultura y el desprecio o el odio a quienes no comparten esa deriva autoritaria.



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