jueves, 21 de febrero de 2019

ROSA MARIA MATEO, PREMIO ABOGADOS DE ATOCHA DE CCOO DE CASTILLA LA MANCHA






La memoria de los abogados de Atocha, el asesinato de cinco abogados por pistoleros fascistas en enero de 1977, ha sido mantenida todos los años por la Fundación Abogados de Atocha que creó la USMR de CCOO. A partir del 2002, el gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha instituyó, a instancias de CCOO de esta región, un premio Abogados de Atocha que se concedía anualmente intentando turnar personalidades nacionales con otras extranjeras de relevancia en la defensa de la democracia y la libertad. La victoria electoral del Partido Popular en mayo del 2011 llevó a la presidencia de la Junta a Maria Dolores de Cospedal una de cuyas primeras decisiones consistió en anular la concesión del premio y por tanto cancelar el compromiso de la Junta con la memoria democrática simbolizada en la conmemoración de aquella matanza de abogados de CCOO y del PCE.

El pretexto para ello fue, como los lectores podrán imaginar, la restricción presupuestaria porque se conoce que el gasto producido por la entrega de los premios debía ser descomunal. Nada más lejos de la verdad, sin que sea necesario comparar esta supuesta austeridad presupuestaria con los fastos que el gobierno y el partido que lo formaba dedicaban a las actividades religiosas, con ese acendrado fervor por las mantillas y los pebeteros de incienso que acompañaba a la práctica de esta formación política. Lo que con ello estaba afirmando el Partido Popular era el distanciamiento pleno de su partido con la memoria de los luchadores antifranquistas o, por mejor decir, que no consideraba un símbolo democrático el sacrificio de tantos jóvenes comunistas que perdieron la vida por defender la causa de la clase trabajadora frente a la opresión de la dictadura y la complicidad del poder privado en la represión del movimiento obrero.

En respuesta a este acto indigno, CCOO de Castilla La Mancha, y el que en aquel momento era su secretario general José Luis Gil, decidieron convocar, ya en solitario, el premio Abogados de Atocha, organizándolo a sus expensas de forma autónoma. Desde entonces, se han ido desgranando una serie de nombres prestigiosos en la resistencia antifranquista unos y otros en el significado democrático no solo de su trayectoria vital, sino de su actividad profesional. Nombres como el del abogado comunista Manolo López (que se otorgó de forma póstuma al haber fallecido unos meses antes de la concesión) de la entonces magistrada Manuela Carmena o del también magistrado Martín Pallín, de la abogada y ex diputada y senadora socialista Paquita Sauquillo, de Enrique Lillo como abogado de CCOO que simbolizó como nadie el combate jurídico y político de los trabajadores frente a un poder privado robustecido por la degradación de derechos de la reforma laboral, el de la escritora Almudena Grandes, y el fresco impresionante de sus nuevos episodios nacionales sobre la vida bajo la dictadura franquista, o el del cantautor Raimon, un icono de la resistencia antifranquista que reivindicaba una España federal sobre la base de un Estado plurinacional, son claro ejemplo de la intención ejemplarizante de esta iniciativa de las CCOO de Castilla La Mancha a lo largo de estos años.

El premio correspondiente al 2019 ha recaído en Rosa Maria Mateo, que es la presidenta de RTVE a partir de 2018 tras un período de turbulencias políticas en torno a un medio que con el Partido Popular se había convertido en un instrumento de manipulación y de tendenciosidad informativa. En ella CCOO de CLM remarcaba sin duda la figura de una profesional de la información comprometida con la democracia y la constitución de 1978, simbolizada fundamentalmente en que fuera elegida para la lectura del manifiesto conjunto de todos los partidos políticos democráticos el 27 de febrero de 1981, tras el golpe de estado de Tejero y otros rebeldes y sediciosos, y cuya honestidad y compromiso servían para exponer públicamente la necesidad de una profesionalidad libre e independiente, en la que la falsedad consciente, el insulto o la difamación de una parte, o la animadversión explícita y la manipulación política de otro constituyan el modo de actuar de los periodistas que trabajan en los medios de comunicación actualmente.

No es nada fácil. La situación actual de los medios de comunicación, propiedad de grandes oligopolios que gestionan directamente su orientación ideológica y la imponen no solo como línea editorial del medio sino como forma cotidiana de informar sesgadamente sobre la realidad, no se compensa de momento con unos servicios públicos donde la información también está lastrada por ese proceso de creación de estados de opinión que provocan los medios privados y políticamente activos. La continua presencia además en las redes de las noticias falsas, bulos y rumores que se propagan sin control ni capacidad de distanciamiento, y que han encontrado incluso un patrón muy irruptivo de intromisión diferenciada sobre grupos de personas para influir y modelar sus decisiones (no sólo) electorales y para orientar su opinión, contribuyen a hacer de la comunicación y de la información un espacio tóxico para la democracia en el que una buena cantidad de profesionales – muchos de los cuales viven su actividad laboral en términos precarios, inseguros y mal remunerados – no conocen otra forma de hacer periodismo si no es apegándose al aprovechamiento del engaño, la manipulación o el insulto. La presencia ubicua de las llamadas “tertulias” en donde no cabe un razonamiento matizado sino que predomina la velocidad en la devolución del insulto o del infundio y la propia construcción de un discurso simple y por tanto siempre incompleto, impiden una pedagogía democrática que está en la base de la propia libertad de información en el ámbito de la esfera pública de ciudadanía que el Estado liberal teorizaba.

La elección de Rosa María Mateo responde por consiguiente a esta preocupación sindical, que es consciente de la impotencia de sus medios autónomos de información y que la realidad cotidiana que se basa en el trabajo y gira en torno a las formas organizativas que lo representan se encuentra plenamente devaluada e invisibilizada en el panorama mediático actual. La propia galardonada, antes del acto, comentaba las críticas que le había supuesto en RTVE que hubiera recibido este premio, considerado no como una conmemoración ligada a la democracia y la libertad que funda el Estado social definido en nuestra Constitución, sino como un acto de parte o partidista incompatible con su función institucional. Lo que supone la permanencia de una línea ideológica anclada en la derecha (trina y una) de nuestro país que desvincula la matanza de Atocha de la construcción de la democracia.

El acto de entrega del premio se celebró en el Teatro Rojas de Toledo, generosamente cedido por la alcaldesa Tolón. A ella asistieron una larga serie de militantes y asiduos al sindicato, junto con un número importante de miembros de diferentes instituciones de la región. Fue muy nombrada la presencia de la patronal regional manchega, acudió el vicepresidente de la Junta y secretario general de Podemos de la región, José García Molina, pero seguramente el papel estelar lo desempeñó la Ministra de Trabajo, Magdalena Valerio que además en su intervención, respondiendo a una cuestión que públicamente le había planteado Paco de la Rosa, secretario general de CCOO de CLM, afirmó que una vez disueltas las cámaras el 5 de marzo, el Gobierno piensa proponer a la mesa del diálogo social un texto de urgencia en el que se recupere aspectos concretos que reviertan la regulación de la reforma laboral del 2012. La universidad estuvo representada de manera muy importante, como también compañeros de televisión de la galardonada, como otras organizaciones sociales y entidades públicas, la Inspección de Trabajo, asociaciones de autónomos, junto con representantes de otros órganos sindicales, la Fundación 1 de Mayo con Ramón Górriz y Bruno Estrada, miembros de la Comisión ejecutiva de la C.S. de CC.OO. como Paula Guisande, además de la plana mayor de la Fundación Abogados de Atocha con Francisco Naranjo y Alejandro Ruiz Huerta, y el secretario general de la USMR – CCOO, Jaime Cedrún entre tantos otras muchas personas.

En esta entrada del blog  en la que se glosa este importante acto de concesión del premio anual Abogados de Atocha de CCOO CLM, se incorporan algunas fotografías del acto, espléndidamente conducido por Carolina Vidal, y la presencia tan aplaudida de Antonio Arrogante después de su peripecia sanitaria reciente.


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