La CEOE-CEPYME y CCOO y UGT siguen en una larga e intensa negociación sobre la reforma de la negociación colectiva. A partir del Acuerdo de febrero de 2011, se ha dinamizado un espacio de diálogo que la Ley 35/2010 había intentado cancelar y sustituir por una intervención externa a cargo de los poderes públicos. Las negociaciones siguen su curso, pero son muchos los que han intervenido desde fuera de esa relación bilateral bien para decir lo que se debe acordar, bien para diciendo ciertas opiniones, se dificulte que los interlocutores sociales lleguen a un acuerdo. A continuación se incluye una muestra de opiniones "externas" que caminan en una dirección nada sorprendente, intentar que la negociación colectiva que salga de la reforma sea una negociación débil y vencida de antemano a la voluntad unilateral del empresario. Para estas voces siempre cercanas al poder económico y financiero, la autonomía colectiva de las organizaciones representativas de los intereses de los empresarios y de los trabajadores es la próxima playa en la que experimentar una ingeniería social que degrada cada vez más intensamente, el conjunto de derechos laborales de la ciudadanía de un país como el nuestro.
(La fotografía, vagamente alegórica, ha sido tomada por un reputado arqueólogo de Parapanda, Francesc Trilou, al que desde aqui agradecemos habernos permitido su reproducción en este blog).
Opiniones y propuestas sobre la reforma de la negociación colectiva
Es conveniente enunciar y clasificar las voces que emiten mensajes muy parecidos. Lo hemos hecho en cuatro apartados, al que se une una referencia política última. Y la gran mayoría de las noticias provienen del 12 al 28 de abril del 2011, en medio del esfuerzo de los negociadores por ir cerrando el Acuerdo.
Hélas aquí:
1. La Fundación de excelencia que ya sabemos.
ABC, 12.04.2011: El catedrático y miembro de Fedea Juan José Dolado se refirió, entre otras cuestiones, a la necesidad de que la reforma limite a un año la ultraactividad de los convenios y suprima el límite de tres años para el descuelgue de los salarios.
2. El círculo de empresarios, con Claudio Boada a la cabeza.
Expansión, 11 de abril 2011:
Para el líder del Círculo de Empresarios, la "desastrosa" escalada de la tasa de desempleo por encima del 20% de la población activa se debe, entre otras, a la tardanza en acometer los cambios sobre la negociación colectiva, entre los que apuntó facilitar el descuelgue de convenios, con el fin de permitir contratar "más alegremente".
Y es que los distintos ponente de la mesa redonda admitieron tener "poca fe" en que las negociaciones a dos bandas propicien un acuerdo "útil" que permita recuperar competitividad a través del ajuste de salarios. En este sentido, el consejero de Campofrío y socio del Círculo de Empresarios, Juan José Guibelalde, temió que las conversaciones entre los sindicatos y los empresarios acaben en un "apaño" que sólo sirva para constatar un "paso aparente" sobre las debilidades de los convenios colectivos.
Guibelalde cuestionó la representatividad tanto de sindicatos como de empresarios para acordar esta reforma, a lo que se sumó el exsecretario general de Empleo y socio de KPMG, Juan Chozas, que lamentó que en la mayoría de los casos las empresas no negocian sus propios convenios. "La propia ley impide a las empresas negociar un convenio propio y se le acaba asignando un convenio negociado por terceras partes", criticó. El exsecretario de Empleo se refirió también a uno de los puntos de fricción en las negociaciones a dos bandas: la ultraactividad, esto es la prórroga del convenio ante el desacuerdo para negociar uno nuevo. Para Chozas, la ultraactividad supone un "monstruo" derivado del actual modelo de negociación colectiva, y puso de ejemplo el conflicto de los controladores aéreos, que mantuvieron las mismas condiciones salariales con un convenio expirado desde 2004.
El catedrático de derecho del trabajo, presidente de honor de Sagardoy Abogados y socio del Círculo de Empresarios, Juan Antonio Sagardoy, presente en el acto, advirtió de que los convenios actúan como "corsé de hierro" sobre las empresas y secundó su "poca fe" en que sindicatos y patronal alcancen un acuerdo que permita "curar al enfermo".
"Sería necesario un tercer cirujano para salvar al enfermo de cáncer", ilustró Sagardoy sobre la necesidad de que el Gobierno acabe legislando si la reforma pactada entre los agentes sociales resulta ser "poco útil" para las empresas.
3. El periódico El Pais color salmón. Editorial 17 de abril 2011.”La reforma posible”
La reforma posible de la negociación colectiva ha de centrarse forzosamente en la flexibilización de los convenios, sea para cambiar salarios por empleo, sea para desplazar, ampliar o reducir las horas de trabajo en las empresas y en los sectores. Por razones evidentes, el enfrentamiento más enconado se libra en torno a las famosas cláusulas de descuelgue, las que permiten a las empresas liberarse de los convenios sectoriales o territoriales y negociar con los comités de cada una de ellas, y sobre la ultraactividad de los convenios. Las posiciones son confusas. Los sindicatos son partidarios de cambios (la empresa podrá descolgarse de los convenios "superiores" en caso de que demuestre su situación de crisis y, en caso de discrepancias, si lo admite un árbitro) que los economistas de la patronal consideran todavía demasiado restrictivos. Los más radicales entienden incluso que los convenios deberían ser todos de empresa, con cláusulas de descuelgue a voluntad de las partes. Pero el caso es que varias empresas (de hecho, sectores enteros y organizaciones empresariales territoriales) se resisten a aceptar flexibilizaciones en esta materia. Esta indefinición no favorece el avance de la negociación, pero muestra las dificultades del debate. Consideraciones similares cabe hacer sobre la ultraactividad de los convenios. Una negociación dura quizá llevará a los sindicatos a aceptar que los convenios perdieran vigencia después de tres años sin renovarse (en línea con las pretensiones del Gobierno), pero para algunas grandes empresas y para casi todas las pequeñas y medianas una reforma así se quedaría muy corta.
Todo apunta a que las negociaciones pactarán cambios mínimos que los analistas valorarán con el escepticismo habitual, los ideólogos económicos de la patronal considerarán insuficientes y los sindicatos entenderán como un desorden añadido en la legislación laboral. Para que la reforma sea efectiva (entendiendo por tal efectividad un marco nuevo que permita crear más empleo cuando la actividad se recupere; antes de que eso suceda, ninguna reforma creará un solo puesto de trabajo), la liberalización de los convenios tendría que ser radical, es decir, instaurar como modelo predominante la negociación por empresa. Si no media un cambio brusco (como la mencionada presión de los mercados de deuda o una ruptura total de negociaciones que llevara al Gobierno a legislar por decreto), un cambio de ese calado no se producirá.
4. Los juristas asesores
A. JUAN ANTONIO SAGARDOY: http://www.icamalaga.es/portalMalaga/archivos/ficheros/1290524683196.pdf
¿Cuál es el principal escollo de la reforma laboral?
La negociación colectiva. Esperemos que se profundice en este tema a fondo porque es el talón de Aquiles de la reforma laboral. La negociación colectiva hay que reformarla ya profundamente porque llevamos 30 años con un sistema que ha tenido grandes éxitos pero también puntos muy oscuros que hay que mejorar, sobretodo la cercanía del convenio a la empresa y a los problemas concretos de la empresa y habrá que abordarlo serenamente.
B. FEDERICO DURÁN (en “Desayunos con J.A. Sagardoy. http://www.sagardoy.com/db/files/desayuno_laboral_con_juan_antonio_s.pdf )
La reforma no ha tocado para nada la negociación colectiva, que establece condiciones laborales rígidas e inmodificables en lugar de ser un instrumento para la adaptación flexible y razonable de las condiciones de trabajo, en gestión compartida con los trabajadores. Tal como está lo que hace es provocar una insensibilidad absoluta con respecto a las condiciones económicas, con situaciones absurdas de importantes subidas salariales en empresas con grandes pérdidas. De esta manera, la negociación colectiva acaba siendo una máquina de destruir empleo.
En España la negociación colectiva tiene rango de norma jurídica en lugar de ser lo que es: un contrato privado, y sigue aplicándose, vencido su plazo, hasta que no haya otro convenio que lo sustituya, por lo que resulta prácticamente imposible cambiar las condiciones pactadas.
C) SALVADOR DEL REY. “Flexibilidad necesaria”, El Pais, 17.04.2011
La flexibilidad se relaciona con la centralidad de la empresa en el diseño de la estructura de la negociación colectiva, es decir, de los espacios que los negociadores de ámbito supraempresarial dejen a la empresa para que tenga su regulación autónoma o adapte las condiciones de trabajo a su situación, de forma que se opere una descentralización acorde con el nivel de "autosuficiencia" negociadora que la empresa quiera o pueda tener. Es necesaria una aproximación flexible al tema de la estructura, en tanto que los sectores y empresas son muy diferentes. Respetando a las empresas que tienen sus propios convenios, los niveles superiores de negociación, y muy especialmente el provincial, han de renovarse para facilitar en toda la extensión posible a las empresas -las de menor tamaño, en particular- un marco regulador que les permita una adaptación continua de sus condiciones de trabajo a circunstancias cambiantes.
D) IÑIGO SAGARDOY DE SIMÓN Expansión, 18.03 2011
En estos momentos, se precisa de una Reforma valiente, creíble y auténtica. Los ejes, que a mi modo de ver, deberían precipitar ese cambio deseable en estas circunstancias serían fundamentalmente cinco. Se esbozan a continuación: 1. Preferencia de la negociación a nivel de empresa sobre cualesquiera otra norma convencional. La reserva de materias a nivel supraempresarial debería limitarse en sus contenidos para conseguir una mayor flexibilidad en niveles inferiores de negociación. Una forma muy útil y no traumática de avanzar en este tema sería permitir que en materia de jornada, horarios, salarios, movilidad funcional y tiempo parcial tengan valor normativo los Acuerdos de empresa; 2. Limitar el régimen de actuación de los convenios provinciales. Cabrían dos vías alternativas: o bien se les dota de una eficacia limitada (sólo aplicables a los que lo negocien y firmen), que puede plantear algunos problemas de interlocución, o bien limitar el listado de materias que puede negociarse en este ámbito; 3. Flexibilización de la regla de concurrencia de convenios. En línea de lo manifestado en el punto primero anterior, un acuerdo o convenio de empresa puede afectar y modificar (descuelgue impropio) lo dispuesto por un convenio de ámbito superior cuando ese acuerdo obtenga el respaldo de las mayorías representativas de los trabajadores; 4. Modificar la regla de ultraactividad, de tal forma que a la conclusión del plazo de vigencia del convenio, las condiciones allí pactadas no se extiendan indefinidamente hasta la conclusión de otro convenio, sino que decaigan en un plazo límite (¿un año?) y se arbitren mecanismos extrajudiciales en caso de bloqueo de la negociación; y 5. Desarrollo de políticas salariales más innovadoras, desligando salarios al mero incremento de los precios, consiguiendo fórmulas más flexibles y mixtas como productividad, resultados de la empresa o tasas de desempleo sectorial.
5. El Partido Popular:
27 Abril 2011 -
El Partido Popular defenderá en el Pleno del Congreso del próximo 3 de mayo una moción en la que plantea que la reforma de la negociación colectiva permita a las empresas el "descuelgue" de los convenios colectivos, siempre que haya acuerdo entre el empresario y los representantes de los trabajadores.
Vaya recua de mulas ha juntado usted en esa retahila, amigo!!
ResponderEliminarEstupendo resumen querido Antonio. Queda muy claro que cuando los juristas queremos decir las cosas clara no necesitamos un montón de páginas y citas doctrinales para hacerlo.
ResponderEliminarHacía tiempo que don Andrés del Viso no le visitaba a usted, don Antonio. Al margen de ello, le diré que tengo la sospecha de que son tan repetitivos como las patologías mourinhistas, ¿está en lo que es?
ResponderEliminarMe refería a la cofradía de ACI (Amigos del Capital Impaciente), que usted describe en su entrada. No a don Andrés, por supuesto, amigo muy querido en la Plaza de Abastos de Parapanda.
ResponderEliminarMe temo que no opinan todos, sino los de siempre ¿Sugiere Usted que tanta ultraactividad se debe a la marihuana? ¿El cuelgue y el descuelgue estrechan así sus lazos? ¿Qué se desayuna en "los desayunos laborales con Juan Antonio"?
ResponderEliminarCuánto nos hace reflexionar querido profesor.
Un saludo de Rosendo Mercantil
He estado de viaje por razón de mi oficio, querido Jose Luis, pero la verdad es que encuentro muy estimulante estos últimos debates. En cuanto a Rosendo / Marxan, me ha divertido mucho la relación entre cuelgue y descuelgue, no digo nada de los desayunos de don Juan Antonio!!! . Sigan así, amigos, la cosa lo merece
ResponderEliminarDe lo que decían los citados en los años 80 a esto hay un abismo. El mismo q existe entre su interpretación de la reforma y de las "exigencias de la economía" y una reflexión coherente con los derechos a la libertad sindical,la negociación colectiva y los límites a la libertad de empresa.La reforma ya tocó la negociación colectiva, para mal, y lo que se plantean es acabar con ella.Merci maestro Baylos por el blog
ResponderEliminarAdoración Guamán
Un post muy interesante sobre la negociación colectiva.
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