Se ha celebrado hoy una importante huelga general en el sector público, convocada por CGTP-IN y la UGT, para protestar contra el paquete de medidas adoptadas por la comisión europea y el BCE que imponen nuevos recortes al sector de la Administración y de los servicios públicos de Portugal. La exigencia de rebajas salariales, elimimanción de empleados públicos y privatizaciones es el eje de las medidas que las autoridades europeas imponen, sin contrastación democrática alguna, al gobierno portugués. La huelga ha sido un éxito, en especial en los transportes. A continuación, un resumen de noticias de prensa al respecto.
La huelga general convocada este jueves por los dos principales sindicatos portugueses para protestar por las medidas de austeridad impulsadas por el Gobierno de Pedro Passos Coelho ha tenido un seguimiento mayoritario en los sectores de transporte terrestre y aéreo.
Portugal se ha quedado sin apenas servicios en ferrocarriles y con menos de una veintena de vuelos completados de los más de cien previstos, Tribunales de justicia y juicios pospuestos, toda la enseñanza secundaria, aunque en la Administración del Estado el seguimiento ha sido menor.
La Federación Nacional de Sindicatos de la Función Pública ha informado de que la aerolínea portuguesa TAP ha cancelado 121 de los 140 vuelos programados para este jueves y el Aeropuerto de Portela, en Lisboa, ha anulado todas las operaciones aéreas hasta las 17.00 horas del viernes, según recoge la prensa lusa.
En las primeras doce horas del día, el aeropuerto de Lisboa sólo ha operado un vuelo, con destino a la localidad de Terceira, en las islas Azores. La capital portuguesa ha sido uno de los puntos del país más afectados por el paro, con el servicio de metro cerrado por la huelga y con escasos tranvías circulando por la ciudad.
La Federación de Sindicatos de Transportes y Comunicaciones ha indicado a primera hora de la mañana que la empresa ferroviaria CP no cumplirá los servicios mínimos establecidos por el Gobierno porque el seguimiento de la huelga entre sus trabajadores ha sido masivo.
La paralización de los transportes en Lisboa ha llevado a la mayoría de los ciudadanos a recurrir a sus vehículos para intentar llegar a primera hora de la mañana a sus trabajos, lo que ha provocado aglomeraciones y atascos en las principales carreteras.
Los servicios de transporte fluvial en el río Tajo han quedado también paralizados por el seguimiento masivo de la huelga por parte de los empleados de las empresa Soflusa y Transtejo. En Oporto, los autocares de la compañía STCP también han dejado de operar porque todos sus trabajadores han secundado el paro general.
El seguimiento de la huelga en el sector de la sanidad se aproxima al 50 por ciento de los trabajadores del hospital Santa María de Lisboa y el total de la plantilla en los hospitales de Covilha, Coimbra, Guarda, Seia y Lagos.
La jornada de huelga general es la tercera convocada por el sindicato CGPT con el respaldo de UGT desde 1988, cuando los trabajadores pararon para protestar por una modificación de la legislación laboral que intentó sacar adelante el entonces primer ministro y ahora presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva.
Con varios centenares de piquetes informativos repartidos por todo el país, los primeros incidentes se han registrado en la zona de Alvalade y Benfica en Lisboa, según ha informado la Policía portuguesa. El primer ataque se registró en un comercio a las 8.25 horas en la calle Amélia Rey Colaço, en Benfica. Poco después, a las 9.15 horas, fueron atacadas unas instalaciones en la calle del Centro Cultural.
El mayor seguimiento de la jornada de huelga general se ha registrado en los aeropuertos, que han quedado prácticamente vacíos y no han podido operar la mayoría de los vuelos programados para este jueves. El portavoz de la Autoridad Nacional Aérea, Rui Oliveira, ha reconocido que en el aeropuerto lisboeta de Portela, el principal del país, apenas había hoy "una o dos personas".
El Sindicato Nacional de Personal de Vuelo de Aviación Civil ha afirmado en un comunicado que el paro ha contado con "una fuerte adhesión" de los tripulantes de cabina de las compañías TAP, Portugália, SATA y White.
No hay comentarios:
Publicar un comentario