El 22 de Enero de 2002, el Consejo de Gobierno de
Castilla-La Mancha, instituyó el Premio Internacional de Abogados de Atocha
para distinguir a aquellas personas o instituciones que se destacaran en la
defensa de los Derechos Humanos y la lucha por la Libertad.
El premio se convocaba anualmente y se regulaba
mediante Decreto del Consejo de Gobierno. El primer premio se hizo coincidir
con los veinticinco años de los asesinatos del despacho laboralista de la calle
Atocha de Madrid, para rendir así un homenaje a quienes en España y en el mundo
se destacan y esfuerzan –en medio de la dificultad, tiranía o la violencia– por
conseguir que el ejercicio de las libertades públicas, el respeto por los
Derechos Humanos, y la plena implantación de la democracia sean posibles.
La decisión
del Gobierno de Castilla-La Mancha estuvo precedida de la petición de CCOO para
que se considerara la oportunidad y el valor de instituir un premio de esas
características.
Con la llegada al Gobierno regional del PP, después
de su victoria electoral en mayo de 2011, el premio ha sido anulado. Con esa decisión del Gobierno
Cospedal se eliminó no sólo un hecho relevante que recordaba a los abogados asesinados por la libertad, sino el compromiso de una Comunidad Autónoma para homenajear a quienes, como los abogados de Atocha, eran el ejemplo trágico del coste en vidas y
en sacrificios personales de quienes lucharon por instaurar en España un
régimen democrático. Se trata de una decisión política que deshonra a quienes la han adoptado y revelan una
inquietante propensión a borrar cualquier vestigio de la resistencia heroica al
franquismo y del alto coste en términos personales que supuso la transición a
la democracia. La Fundación IES de CCOO ha expresado públicamente que la
anulación del premio suponía una muestra del escaso compromiso
democrático del gobierno
Cospedal y su
inexistente voluntad para mantener viva la memoria histórica y la lucha
antifranquista.
A pesar de lo anterior, Comisiones Obreras de
Castilla-La Mancha, a través de
la fundación
“Instituto de Estudios Sociales”, ha mantenido vivo el homenaje y el recuerdo a
los asesinados en el despacho laboralista de Atocha 55. Así, se celebraron
actos de recuerdo en los años 2012 y 2013, con presencia del Presidente de la Fundación Abogados
de Atocha y otras personalidades e instituciones.
Ahora, para honrar aún más la memoria de los
asesinados, y para que continúe la distinción de personas e instituciones que
se destaquen en la lucha por las libertades públicas, los derechos humanos y la
democracia, CCOO de Castilla-La Mancha toma la decisión de crear el Premio
Abogados de Atocha de Castilla-La Mancha, otorgándose con carácter anual,
coincidiendo en el mes de Febrero, y en un acto de conmemoración que se
celebrará en la ciudad de Toledo.
El premio, que a partir de 2014, se concederá por la Fundación IES de
CCOO de CLM, reconoce en su primera edición a Manuela Carmena, como representación de los valores democráticos y
de defensa de los principios de igualdad, solidaridad y libertad.
Manuela Carmena fue abogada laboralista en Madrid, en el despacho
de Atocha, que funcionaba en dos pisos en la misma calle, el número49 y el 55. El atentado del 24 de enero de 1977 en el que mueren
asesinados cuatro abogados y el administrativo del despacho se produjo en el
número 55. En él despacho no sólo se actuaba en las magistraturas de trabajo y
el TOP, sino también en apoyo al movimiento ciudadano. Manuela Carmena fue una abogada extraordinariamente significativa
en la lucha por la democracia y los derechos de los trabajadores, y formó y
acompañó la trayectoria profesional de muchos excelentes abogados.
Posteriormente, Manuela Carmena entró en la carrera judicial.
Como jueza, representó un revulsivo en el sistema judicial. Por su manera de
estar: siempre abierta al contacto con las partes, los interesados y los
testigos; escuchando, inquiriendo y deliberando, hasta construir un modelo de
juez intervencionista y director del proceso. Su aportación al cambio desde la
cultura del expediente a la práctica de la inmediación en la prueba, marca un
antes y un después. Ella organizó, con colectivos y personas relevantes, unas
jornadas cuyo lema era una justicia amable; amable y al servicio de los
más débiles.
En su haber cuenta con su trabajo
para lograr el fin de una justicia privatizada y venal, acabando con las
astillas, una tradición centenaria, para ello fue necesario introducir la idea
de que las astillas eran corrupción y convencer a los responsable políticos de
que no debía circular dinero por las oficinas. Propulsó la motivación de las resoluciones como
ejercicio democrático de justificación de la decisión, destinado a los
ciudadanos y litigantes, para ello utilizó un lenguaje accesible, limpio y
comprensible. Concibió la idea de reforma permanente de la organización de la
oficina judicial, de la necesidad de su modernización, así como el diseño y la
gestión de servicios comunes que auxiliaran a los jueces en la práctica de
actuaciones masivas. Resaltó la necesidad de la atención al ciudadano,
para acabar con una justicia anclada en los escenarios kafkianos. En el ámbito
de las prisiones, impulsó el modelo del juez visitador de cárceles, que escucha
a presos y funcionarios, tratando de dotar de contenido a los derechos de los
internos. En último término, realizó el ejercicio de la función jurisdiccional
de manera responsable pero arriesgada, como lo ponen de manifiesto sus decisiones sobre la huelga de hambre,
respetando la voluntad de los huelguistas libremente manifestada.
Fue juez de vigilancia
penitenciaria, juez decana de Madrid, vocal del Consejo General del Poder
Judicial, magistrada de la Audiencia Provincial de Madrid, en todos esos
destinos destacó por su capacidad de pensar las cosas de otra manera y su
decisión de actuar para cambiarlas, con un gran sentido de la innovación.
Más que un modelo de juez, Manuela Carmena fue un contramodelo en
todo momento, por su voluntad de transgredir los límites al servicio del
derecho y de los derechos humanos.
El acto de entrega se realizará hoy, 27 de febrero, en el Palacio de Congresos de Toledo, a las 18,30. Estará abierto al público y a los medios de comunicación y contará con las
intervenciones del Presidente de la Fundación IES, Antonio Arrogante Muñoz; del decano del Colegio de Abogados de
Toledo, José Recuero; y del director
de la Fundación
Abogados de Atocha, Francisco
Naranjo. Intervendrán también la premiada, Manuel Carmena, y cerrará el acto del secretario general de CCOO
CLM, José Luis Gil.