Tener buenos amigos y amigas es un motivo de
felicidad. Algunos están más cerca, los frecuentamos más, se parecen a les copains d’abord de Georges Brassens. Otros y otras están
más lejos, los vemos o nos oímos de forma irregular, pero todos son
extraordinarios. De vez en cuando algunos amigos nos regalan cosas inesperadas.
Por ejemplo una pintura, una conversación. Hoy me ha llegado un regalo desde
México de mi buen amigo Oscar Alzaga,
espléndido lector, siempre generoso en sus recomendaciones.
Son fragmentos de un poema del poeta colombiano Aurelio Arturo, que me parece muy poco
conocido entre nosotros, pero sin embargo valorado como una gloria nacional en
su país.
El poema – los fragmentos del poema – hablan del
trabajo, del sentido del trabajo en la vida de las personas como creación y
construcción de una trayectoria de vida. Algo previo o diferente al trabajo que
conocemos, sometido a la violencia de la explotación, inmerso en la precariedad
y valorado sólo en cuanto coste económico de un empleo.
Como es sábado, y normalmente en el fin de semana se
considera un tiempo más benévolo, tomémonos un respiro para disfrutar del
regalo. Que a la postre es más hermoso si es compartido.
Fragmentos de Rapsodia
de Saulo del poeta Aurelio Arturo.
(1906-1974. Colombia)
Trabajar era bueno en el sur, cortar los árboles,
hacer canoas de los troncos.
Ir por los ríos en el sur,
decir canciones,
era bueno. Trabajar entre ricas
maderas.
(…)
Trabajar era bueno. Sobre troncos
la vida, sobre la espuma,
cantando las crecientes.
¿Trabajar un pretexto para no irse del río,
para ser también el río, el rumor de la
orilla?
(…)
Mas los que no volvieron viven más hondamente,
los muertos viven en nuestras
canciones.
Trabajar… Ese río me baña el corazón.
.
.
Bien por Aurelio Arturo
ResponderEliminarTodo menos trabajar
Buen apetito Oscar
Saludos profesor Baylos