La revista Lavoro e Diritto, cumple 30 años.
Dirigida por Umberto Romagnoli y publicada por Il Mulino , la prestigiosa casa editora de Bolonia, ha constituido
una muestra del pensamiento crítico ( y libre) en Derecho del Trabajo,
trascendiendo en sus contenidos y en sus objetivos el marco estatal nacional
italiano. Es una de las revistas europeas más interesantes y completas, que
cualquier jurista del trabajo debe consultar. Nacida en un periodo
político-social crucial de la historia reciente de Italia, del final de la “primera”
República al bipolarismo derecha /
izquierda que se inaugura en la década de los noventa, y planteada como
un centro de agregación de métodos innovadores en la organización de la cultura
jurídica del iuslaboralismo, hoy se enfrenta al panorama desolador que la gran crisis y la “nueva” gobernanza económica
está dejando en todos los países del sur de Europa. Es una revista trimestral
que forma parte del “club” internacional de revistas sobre derecho del trabajo
que se asocian en la International
Association of Labour Law Journals (IALLJ), que se edita en italiano con resúmenes
en inglés de sus artículos.
La revista cumple treinta años en el 2017, y ha organizado un gran Congreso
en Bolonia bajo el título “Autonomía y subordinación del Derecho del Trabajo”, subrayando esa partícula para sugerir una
reflexión sobre el grado de “autonomía” o de “dependencia” o subordinación de
los actores del iuslaboralismo – la doctrina, la jurisprudencia y los sujetos
sociales – respecto del pensamiento económico, social y político dominante en
las diversas fases históricas que la revista ha recorrido y el modo en el que
ese pensamiento se ha traducido en el derecho del trabajo positivo.
La construcción de estas reflexiones se ha encomendado a cuatro ponentes
que, con carácter general, han abordado esta problemática plasmándola en una
serie de textos que se publicaron con anticipación en la página web de la
revista – y que se puede encontrar aquí Luigi Mariucci, Maria Vittoria Ballestrero, Donata Gottardi, Gian Guido Balandi, - a los que se
contraponían, como discussants en el
Congreso, las intervenciones de dos invitados, tras de lo cual se producía un
debate entre los asistentes y la síntesis final de los ponentes en cada una de las
sesiones.
El Congreso se ha
realizado los días 17 y 18 de noviembre en la Facultad de Ciencias Políticas de
la Universidad de Bolonia, en la Sala de los Poetas del Palacio Hercolani, con
una gran asistencia de público, en su inmensa mayoría profesores de derecho del
trabajo de diversas universidades italianas, en los que llamaba la atención el
predominio de jóvenes (menores de cuarenta años). Por parte española acudieron
al Congreso Joaquin Aparicio y Antonio Baylos, Maria Luz Rodriguez, Vera Pavlou y Antonio Garcia-Muñoz, todos ellos de la UCLM, y Maria Jose Feijoo de la Universidad
Autónoma de Barcelona.
El Congreso se
abrió, además de con el tradicional saludo de la autoridad académica y del director
de la Revista, Umberto Romagnoli,
con un análisis global de los treinta años de Lavoro e Diritto desde la dimensión cultural de la misma, a cargo
de Giovanni Cazzetta, catedrático de
historia del derecho en la Universidad de Ferrara y editor de la revista Quaderni Forentini per la storia del
penisero giuridico moderno, que es un importante especialista en la
formación del pensamiento jurídico sobre el derecho del trabajo, del que se
puede leer en castellano un interesante libro, traducido por la profesora de la
UAM Clara Álvarez García, que se
llama “Estado, Juristas y Trabajo”, publicado en Marcial Pons en el 2010. Tras
esta introducción, Luigi Mariucci,
catedrático en la Universidad de Venecia hasta este año y codirector de la
Revista, hizo una síntesis de su excelente relación dedicada a las culturas y
doctrinas del iuslaboralismo, que posiblemente es uno de los textos más
sugerentes de los presentados. Precedido de una introducción de Mario Rusciano, catedrático ya jubilado en la Universidad de Nápoles se dio
paso a los dos “discutidores” que eran, de una parte, Riccardo del Punta, profesor y abogado en la Universidad de
Florencia, y Antoine Lyon-Caen, director
a su vez de la Revue de Droit du Travail ya
jubilado de catedrático en Nanterre, y ahora abogado ante el Consejo de Estado.
El debate posterior fue muy intenso, con muchos intervinientes pero desde la
mirada de alguien que hubiera leído la aportación de Mariucci es evidente que una buena parte de sus anotaciones e
interpretaciones de la plural cultura del iuslaboralismo y su crisis, quedaron
sin ser recogidas ni debatidas.
La segunda sesión,
en la tarde, estaba dedicada al “derecho del trabajo vivo: la jurisprudencia”,
y era Maria Vittoria Ballestrero la
encargada de hacer una evolución del rol de los jueces en la construcción de
las reglas del derecho del trabajo, una narración que efectuó centrándose en la
jurisprudencia de la Corte de Casación – nuestro Tribunal Supremo – sin eludir
desde luego las “interferencias” sobre la misma tanto de la jurisprudencia
constitucional como la del Tribunal de Justicia de la Unión europea. Tras su
presentación, Rafaelle De Luca Tamajo,
abogado de la gran empresa italiana y catedrático en la universidad de Nápoles intervino
mostrando algunos puntos de desacuerdo con las valoraciones de la ponente sobre
los derroteros de la jurisprudencia social italiana, y Antonio Baylos, de la UCLM, trazó un paralelo con el desarrollo de
la jurisprudencia de la sala cuarta del TS español en relación con las etapas
puestas de manifiesto por Ballestrero en
su texto. El debate posterior fué asimismo muy intenso y bien centrado en los
elementos más importantes de la ponencia comentada.
El segundo día se
abrió con la ponencia de Donata
Gottardi, catedrática de la Universidad de Verona, sobre el derecho del
trabajo vivo: la negociación colectiva, en la que se atendía de manera muy
directa a la realidad material en la que se desenvuelve hoy la negociación
colectiva en Italia, y los principales retos a los que se enfrenta tras las
reformas legislativas sufridas en las que la preferencia por el contrato de
empresa han ido unidas al intento, fallido, de excluir a los sindicatos no
pactantes del mismo de la condición de la representatividad en la empresa. A
esta ponencia le correspondían los comentarios de Lauralba Bellardi, profesora en ciencias políticas de la
Universidad de Bari, y Maximilian Fuchs,
de la Universidad de Eichstät, que sin embargo no pudo asistir por enfermedad y
resumió su ponencia Adalberto Perulli, catedrático
de la Universidad de Venecia, quien presidía la sesión. El debate resultó asimismo de extremo interés, con intervenciones muy potentes como la de Andrea Lassandari, de la Universidad de Bolonia, En esta ponencia la
confrontación entre un laboralismo esencialmente partidario de las reformas de
Renzi y quienes por el contrario se oponían a estas resultó muy evidente,
además de concitar intervenciones de personas ligadas directamente al sindicato
e invitadas al congreso, como Antonio
Lettieri o Amos Andreoni.
La sesión de tarde
se dedicó a un tema escasamente estudiado, el de la enseñanza del Derecho del
Trabajo en las universidades, así como los itinerarios del saber formativo y de
la investigación en esta materia. La ponencia de Guido Balandi, catedrático de la Universidad de Ferrara y
codirector de la Revista, llevaba por título “Estudiosos, estudiantes,
recursos: la enseñanza y la investigación”, y fue presentada tanto por su autor
como por la presidenta de la sesión, Parizia
Tullini, catedrática de la Universidad de Bolonia, antes de las dos
intervenciones críticas contra la orientación actual de la investigación y de
los recursos disponibles por parte del gobierno que llevaron a cabo Marzia Barbera, de la Universidad de Brescia,
y Franco Scarpelli, abogado y
profesor en la Bocconi de Milán. En el debate, un importante foco de crítica se
dedicó asimismo a los procesos de acreditación y evaluación de la agencia
italiana, ANVUR, sobre la base de la falta de transparencia y burocratismo, lo
que fue resaltado con especial energía por Paolo
Pascucci, de la Universidad de Urbino.
El Congreso demostró
la vitalidad intelectual del grupo amplísimo de laboralistas italianos, ante todo
desde luego quienes forman parte del comité científico de la revista, pero más
en general, de toda un sector de profesionales que siguen trabajando sobre la
posibilidad de mantener un sistema conceptual
de valores en torno a la construcción jurídica que tiene como centro el
trabajo, y que es capaz de afirmar su autonomía frente al pensamiento económico
y político dominante, anclado en los esquemas neoliberales. Todo una referencia
para quienes mantenemos el mismo enfoque en este país, que saludamos por tanto
esos treinta años de Lavoro e Diritto como una magnífica
nueva en un contexto en el que desgraciadamente los acontecimientos positivos
no son corrientes.
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