domingo, 24 de septiembre de 2023

RECORDANDO A ROMAGNOLI: JUAN LÓPEZ GANDÍA Y EL FILM DE MORETTI "IL SOL DELL' AVVENIRE"

 



En el Curso de Expertos y Expertas Latinoamericanos/as en Relaciones Laborales que se está celebrando en Toledo, y del que Umberto Romagnoli fue su fundador y animador principal, junto con Pedro Guglielmetti, se ha celebrado el viernes 22 un homenaje a nuestro maestro y amigo en el que han participado, además de Joaquín Aparicio y Antonio Baylos, los dos ex presidentes del tribunal Constitucional, Miguel Rodriguez Piñero y Maria Emilia Casas, el director de la revista Lavoro e Diritto, Guido Balandi, el catedrático de la Universidad de Buenos Aires y ex becario del Curso Guillermo Gianibelli y, cerrando el acto, il Nonno Pedro Guglielmetti. En este acto debería haber estado presente Juan López Gandía, pero circunstancias especiales le impidieron acudir a Toledo, como habría sido su intención. En su muro de Facebook ha publicado una noticia del espléndido film de Nanni Moretti que ha dedicado a nuestro amigo Romagnoli. Nosotros ahora lo publicamos en esta entrada del blog, como homenaje a la memoria de Umberto. 

El SOL DEL FUTURO. LA HISTORIA POR SUPOSICIÓN  

Dedicado a Umberto Romagnoli y al homenaje que lleva a cabo a lo largo de esta semana la Universidad de Castilla La Mancha en Toledo

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Moretti acaba de estrenar este año “El sol del futuro” (“Il sole dell´ avvenire”), un film de emociones, melancolía, humor y esperanza para una izquierda italiana huérfana. Y para ello viaja al pasado, fílmicamente, al mostrar el rodaje de una película ambientada en los años cincuenta y recurre no a la “infidelidad” histórica de Bellocchio, ni al ·”imaginemos que fue así” de Tarantino, sino a algo similar, lo que el mismo director llama “historia por suposición”, una representación de la historia expresamente expuesta como tal, en la que el artista se puede tomar libertades. Y lo hace en un film dentro de otro film, que trata sobre la historia del secretario de la sección “Antonio Gramsci” del PCI del barrio de Roma el Quarticciolo que en 1956 se debe plantear cómo reaccionar a la invasión de Hungría por el ejército soviético, un dilema entre su conciencia política y su obediencia al partido.. Y Moretti, ante la opción suicida, no solo personal, del secretario del partido, imagina que el partido comunista italiano de Togliatti se desvincula en 1956 de su dependencia histórica del bloque soviético.

Y celebra esta opción con un final apoteósico y triunfal, también para el propio film que estamos viendo, “Il sole dell´avvenire”, fusionando los dos tiempos, el histórico y el actual, en un inmenso desfile triunfal de música, banderas, fiesta y alegría, una manifestación en la que participan también muchos compañeros, amigos y artistas que no salen en este film, un embrión de lo que podría ser- un deseo implícito-, una nueva organización política de presente aunque no sea posible recuperar “futuros perdidos en el pasado”.

Hay un film que dirige él mismo, otro que produce su mujer en cuyas escenas interviene y otro film que imagina sobre una joven pareja y su vida a lo largo de cincuenta años, un sueño del propio director, acompañado de varias canciones italianas como la de Franco Battiato“Voglio vederti danzare”, en una bella  escena en la que los actores como si se tratara de un musical giran como derviches siguiendo lo que dice la propia canción (“i dervishes turners che girano“), “Lontano, lontano” (1966) de Luigi Tenco, “La canzone dell’amore perduto” de Fabrizio De André (de 1966, música de Telemann). El director mismo y su mujer cantan “Think” de Aretha Franklin que compuso con su marido Ted White en 1968, en la versión cantada con los Blues Brothers.  Y como es coproducción franco-italiana “Et si tu n’existais pas” (de Delanoe-Lemesle-Cutugno-Losito-Pallavicini) en la versión francesa de Joe Dassin.

A partir de ahí, en el rodaje y producción de esos films Moretti interviene continuamente para mostrar la propia representación y sus tres capas,  sobre todo la del film imaginado, como un apuntador de teatro con los actores a lo Tadeusz Kantor, reflexiona sobre muchas cuestiones tanto políticas e históricas como privadas y personales y ofrece una mirada perpleja, humorística, irónica y critica del actual presente, vacío y sin memoria histórica, cartel final incluido: crisis existencial y matrimonial, la tópica reunión familiar a la americana para ver una película sentados en el sofá comiendo palomitas o un helado, en el caso de Moretti siempre la misma, “Lola” (1961) de Jacques Demy, por estar interpretada por Anouk Aimée, la típica historia de la relación de su hija, compositora de bandas sonoras de películas, con un hombre mayor, los problemas de producción de su film, el cine actual producido por plataformas y por los coreanos, reflexiones sobre la violencia en el cine en la escena final del film que está produciendo su mujer. Es casi un ensayo en imágenes. Y muchas citas fílmicas: el circo Budavari de “Palombella rossa”, Moretti dando patadas a un balón de “La messa é finita”, nadando en la piscina, con comentarios irónicos sobre el film de piscinas de Frank Perry y Sydney Pollack de 1968 “El nadador”, sobre el que quiere hacer una nueva versión, pero con saltos no solo de lugar, de una piscina a otra, sino también temporales, referencias inevitables en cuanto a la idea de hacer una película ambientada en la Italia de los años cincuenta en “Caro diario” y “Aprile”, la escena final de “La dolce vita” de Fellini y el film último de Marcello Mastroianni, dirigido por él mismo, unas memorias de su vida como actor, una despedida, “Io mi ricordo, io mi ricordo”...

Es, por tanto, un film “da vedere”, sobre todo para los que sigan a este director y disfruten de sus films y de escuchar las canciones y sobre todo la voz del propio Moretti, en versión original, no la de su infame doblaje...

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