lunes, 20 de febrero de 2012

EN LA CALLE, MANIFESTANDO EL RECHAZO A LA REFORMA LABORAL



La respuesta ha sido masiva. Las calles se han desbordado de gente protestando contra la reforma laboral. En 57 ciudades españolas, el sindicalismo confederal ha movilizado a una parte importante de la población que ha manifestado con su presencia formidable el rechazo rotundo a la reforma laboral que hace de la desregulación y de la antisindicalidad su dos pilares de actuación.

En Madrid, la manifestación impresionante, potente, multicolor, se ha desparramado por todas las calles del centro de la capital. Todas las generaciones de edad estaban presentes, todas las identidades diferentes. Los sindicatos habían sido capaces de acoger y dar sentido a los diferentes motivos por los que tantas mujeres y hombres entienden que esta reforma legal es una agresión ilimitada a su forma de concebir la relación entre el trabajo y la sociedad, un ataque injusto a sus condiciones de vida y de trabajo. La respuesta a la convocatoria sindical ha sido masiva, y se están creando las condiciones para una escalada del conflicto que acabe en una huelga general en primavera.

El Gobierno, hoy recluído en el paroxismo del elogio al líder y al triunfo electoral, piensa, como le dicen las autoridades franco-alemanas y el Banco Central Europeo, que no hay que atender a lo que dice la calle. La reacción del poder político por consiguiente no resulta muy significativa. Sí lo es, y mucho, la posibilidad de ir creando, desde el polo social, un proceso de convergencias en torno a la democracia real, el respeto de los servicios públicos esenciales de la sanidad, la educación y los servicios sociales, una seguridad social con prestaciones suficientes y unas condiciones de trabajo y empleo reguladas a niveles adecuados por la negociación colectiva. Es decir, la generación de un polo democrático y social que se enfrente cultural, política e ideológicamente, a un poder económico y a sus representantes políticos que desarrollan un plan general de restricciones sociales, de desigualdad material y de decisiones antidemocráticas generalziadas a todas las esferas de la vida política y social.

Las 57 ciudades han dado el primer paso con esas inmensas movilizaciones. Ahora sigue el proceso. Y de algunas de sus piezas se irá dando cumplida cuenta en este blog. Pero mirar hoy las fotos y recordar la radiante mañana de manifestación es un buen presagio de futuro.


En las imágenes precedentes, se puede apreciar la nutrida presencia de la blogosfera iuslaboralista en la manifestación de Madrid. Pero para un comentario general sobre este proceso de movilización, es conveniente leer el "post" de Metiendo Bulla, titulado, de forma muy sugerente, "¿Pero no estaban desprestigiados los sindicatos?". Este es el link:

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