Antonio Gutiérrez –ex secretario general de CCOO, ex diputado del Grupo Socialista, ex presidente de la Comisión de Economía del Congreso en la pasada legislatura y, en la actualidad, economista- durante la jornada de clausura del I Congreso Trabajo, Economía y Sociedad, organizado por la Fundación Primero de Mayo de CCOO, reivindicó la posibilidad de una salida social a la crisis. El texto de su intervención se reproducirá en el libro que la Fundación está ya reparando para recoger los presentados al Congreso, pero a continuación se expone un resumen de la misma. No se prodiga mucho Gutiérrez en intervenciones públicas, por lo que ésta acrecienta su interés, tanto en cuanto a su enfoque crítico como en relación con las propuestas desgranadas.
Su discurso estuvo cargado de fuertes críticas contra las medidas, tardías y equivocadas, que están adoptando las instituciones internacionales contra la crisis, y en el que lanzó un mensaje a la izquierda para que se recomponga y recupere su credibilidad y mayoría social.
Tras recordar que las desigualdades han estado siempre en el origen de todas las crisis vividas a lo largo de la historia, Antonio Gutiérrez advirtió que al contrario de lo que sucedió con la Gran Depresión de los años 30, de la que se salió con medidas de reactivación de la economía y más democracia (pues se estableció un New Deal, unas leyes que aseguraban la redistribución de la riqueza y los derechos sociales en pensiones, seguro de desempleo, salario mínimo, seguridad social, eliminación del trabajo infantil, representación sindical…), “las respuestas que se están dando a la actual crisis, además de menos gasto, más austeridad, añaden más recortes de democracia”.
Después de casi seis decenios de sociedades avanzadas que han basado su progreso en los derechos de sus ciudadanos, no se puede cambiar de ecuación y decir que con los recortes vendrá el crecimiento y el empleo.
Para Antonio Gutiérrez las instituciones internacionales están eludiendo las reformas necesarias para vincular el desarrollo económico con los derechos sociales y laborales, y buscar el equilibrio entre democracia y mercado. A su juicio, están reapareciendo las teorías clásicas de la economía lúgubre que gestionan la crisis a base de sacrificios, y para ello ofrecen como receta la austeridad. “Un eufemismo falso que, como denunció Antonio Gutiérrez— solo esconde recortes y desigualdad”.
En el caso de España denunció que los recortes de democracia llegan a unos límites inimaginables, pues las reformas que se acometieron con el Gobierno de Aznar palidecen con lo que está haciendo el actual Ejecutivo de Rajoy. “Las decisiones no son ocasiones, sino que son una involución con vocación de permanencia y que se hacen con un despotismo insolente, el de la derecha europea y española, para retroceder en derechos”.
Una involución que, como subrayó Antonio Gutiérrez en su discurso, ha denunciado insistentemente el movimiento sindical y, en especial CCOO.
Asimismo, el ex secretario general de CCOO criticó el pacto fiscal europeo que limita el déficit anual al 0,5% del PIB y que ha sido aprobado en el Congreso con los votos de PP, PSOE, CiU, PNV, UPyD y UPN. Un pacto al que definió como “un corsé que va a estrangular el crecimiento y hacer imposible el cambio de nuestro modelo productivo”. Pues recordó que ninguna economía ha superado una crisis sin inversión y déficit público y que lo aprobado en el Congreso va en la dirección opuesta. Destacó además que mientras los socialdemócratas alemanes han arrancado a Merkel algunos compromisos en favor de las políticas de crecimiento, los españoles han dado su voto favorable a una proposición no de ley que nada compromete al Gobierno.
Antonio Gutierrez concluyó su intervención en la clausura del Congreso mostrando su escepticismo ante el posible pacto de estado que se viene reclamando, pues según advirtió requiere de un gran combate democrático, fuerte, extensivo. “Un combate que sólo lo está manteniendo el movimiento sindical” con la soledad del corredor de fondo.
Por ello, insistió en que “la izquierda española y europea tiene que recomponerse, debe recuperar su credibilidad, ampliar su mayoría social. Consideró que no era el momento de los pactos de Estado, sino de la lucha, que ahora solo libran los sindicatos y a la que invitó a sumarse a los socialistas. “Porque, de momento, el combate, la lucha, la están dando los sindicatos, pero no pueden permanecer como Gary Cooper, solos ante el peligro durante mucho tiempo”.
Un análisis realmente valioso el que nos planteas, muy bueno tu articulo.
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