lunes, 21 de septiembre de 2015

EL PROGRAMA ANTISINDICAL TAMBIÉN LLEGA AL NORTE DE EUROPA: ATAQUE A LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES FINLANDESES


En las comunicaciones sindicales de estos días se viene a denunciar el ataque que el gobierno de coalición finlandés, de orientación derechista, ha anunciado el 9 de septiembre a los derechos de los trabajadores y a la negociación colectiva. A este tema se dedica la presente nota.

Tal como lo cuenta la CSI, el gobierno pretende sustituir la regulación contenida en los convenios colectivos sobre elementos centrales de la relación laboral, por un conjunto de normas estatales que decididamente empeoran las condiciones de trabajo hasta ahora vigentes por convenio colectivo. La operación es por tanto doble, por un lado pierden vigencia los convenios colectivos al negarse los sindicatos a pactar los recortes de derechos y por otro se sustituye este conjunto regulativo por otro de origen estatal, vulnerando “los derechos fundamentales de los sindicatos, los convenios de la OIT y los instrumentos internacionales y europeos en materia de derechos humanos”. Se trata de “reducciones sustanciales en las compensaciones por horas extraordinarias de trabajo, trabajo nocturno y en fines de semana; ninguna compensación por el primer día de enfermedad del empleado y reducciones en pagos por enfermedad desde el 2º al 9º día; reducción y limitación de la licencia anual a 30 días (5 semanas es la norma en muchos sectores) y la eliminación de dos feriados nacionales, que se convertirían en días laborables no remunerados”.

Las confederaciones sindicales nacionales SAK, STTK y Akava estiman que el impacto de estas medidas representaría una reducción del 4 al 6% en las remuneraciones globales, con mayor incidencia sobre las categorías más vulnerables, principalmente  trabajadores a tiempo parcial y a las trabajadoras en general.  El viernes pasado, 18 de septiembre, se convocaron manifestaciones y huelgas para protestar contra esta política de recortes, movilizando a más de 300.000 personas, en huelgas de un cuarto de hora de duración y con una gran manifestación central en Helsinki en donde 30.000 personas desfilaron en medio de una lluvia torrencial contra este ataque legislativo a los derechos de sindicación y de negociación colectiva. El tema no está cerrado y como afirman los sindicatos finlandeses, “la lucha continúa”.


El norte de Europa comienza a aplicar en su propio territorio las recetas de las políticas de austeridad, que se concentran en la reducción del poder contractual de los sindicatos y la demolición controlada de una buena parte de los derechos de los trabajadores sobre el salario y la duración del trabajo, generando espacios de desigualdad entre los trabajadores e incrementando en general la distribución desigual de la riqueza y del producto del trabajo. Es importante que se cobre conciencia de esta realidad que en un cierto discurso sólo tiene aplicación en la periferia europea del sur, mientras que progresivamente se va extendiendo y afianzando en todas las geografías políticas de la Unión Europea. 

La solidaridad con los trabajadores finlandeses es conveniente, y más en vísperas del Congreso de la CES en donde sería muy necesaria una reflexión conjunta de todo el movimiento sindical europeo sobre la gravedad del momento presente y la necesidad de una acción común y colectiva, que trascienda las fronteras nacionales, y que catalice una respuesta sindical europea a las políticas de austeridad que impone la llamada gobernanza económica europea. Una acción que es imprescindible y que debe irse extendiendo en paralelo a las resistencias políticas que se instalan y crecen en otros estados nacionales de la Unión.

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