viernes, 6 de noviembre de 2015

POLITICAS DE AUSTERIDAD Y DERECHO DE HUELGA EN EUROPA



El martes 3 de noviembre, el Observatorio Jurídico de la CTA, y los gabinetes jurídicos de la capital y de la provincia de Buenos Aires de la Central de los Trabajadores Argentinos – Autónoma (CTA-Autónoma), organizaron en La Plata, en la sede del sindicato de Judiciales, una jornada de estudio y de debate sobre el derecho de huelga y sus relaciones con las políticas neoliberales. Al encuentro asistieron numerosos abogados no solo porteños sino de otros lugares de la República Argentina, junto con una larga serie de dirigentes sindicales de distintas asociaciones gremiales de la CTA-Autónoma.

La jornada de estudio la abrió Oscar de Isasi, secretario de la CTA boanerense, y en una primera intervención Antonio Baylos habló de las políticas de austeridad y la relación con los ataques al derecho de huelga en Europa. En ella explicó que el objetivo real de la gobernanza económica consistía en forzar la transición a un marco autoritario de relaciones laborales, explayándose sobre la descripción de las medidas de austeridad y de recortes sociales de una parte y de otra sobre las bases y rasgos del modelo que se quiere ir poniendo en marcha. Sin embargo, la resistencia a estas medidas materializada en un ciclo de luchas muy intenso y la conservación de espacios colectivos de negociación y de conflicto han impulsado una dinámica de erosión del modelo impuesto, lo que a su vez ha forzado una respuesta represiva por parte de los gobiernos que de manera importante se centra en el derecho de huelga, pero no sólo. El caso español de la Ley Orgánica de Seguridad ciudadana, conocida como Ley Mordaza, es especialmente significativo.

 En concreto, el ponente subrayó la existencia de una ofensiva contra el derecho de huelga que se inició en el plano transnacional europeo sometiendo la huelga a su funcionalidad respecto de las libertades fundamentales de prestación de servicios y de establecimiento en el mercado unificado monetariamente, pero que se ha continuado en muchos ordenamientos nacionales mediante la erosión de las facultades de ejercicio del mismo y, en paralelo, con el aumento de las facultades empresariales de restricción del mismo. El caso de Gran Bretaña y el proyecto de ley sindical como ataque directo al poder de los sindicatos, fue especialmente señalado, como asimismo las tendencias que aparecen en otros países como Italia o Francia, de extremar la intervención pública restrictiva en los llamados servicios esenciales de la comunidad, incluso vulnerando la propia normativa sobre los límites de la huelga en ésta, como en el caso de la huelga de los trabajadores del Colosseo en Roma. Por último se examinó de forma detallada la persecución penal de los trabajadores y trabajadoras españolas por el hecho de participar en los piquetes de las huelgas generales del 2010 y 2012, acusados de coacciones laborales mediante la acción del Ministerio Fiscal y que ha llevado al procesamiento de masa de 300 personas con peticiones en ningún modo inferiores a dos años de prisión. El caso de los 8 de Airbus resaltaba esta verdadera persecución penal que ha sido objeto de una queja ante la OIT por parte de CCOO y UGT, y que el Congreso de la CES celebrado en Paris en octubre del 2015, había condenado en una declaración especial al respecto.

Tras la intervención de Baylos, se produjo un amplio debate en el que fundamentalmente se solicitaron precisiones sobre las medidas de austeridad en relación con el gasto social y, muy especialmente, respecto de la negociación colectiva y la situación del empleo público. La comparación entre el sistema sindical argentino y español también ocupó una parte de la discusión pública.

A continuación intervino Horacio Meguira, responsable del Observatorio de Derecho Social de la CTA y profesor de la UBA, que expuso la situación actual en la que se encuentra el reconocimiento del derecho de huelga en la OIT. Partiendo de la importancia de la libertad sindical en el desarrollo de la acción de la OIT, y señalando la pacífica aceptación, hasta los años 90, de la inclusión de la huelga dentro de la libertad de acción colectiva sindical por parte de todos los miembros de la organización, en especial los empleadores, Meguira describió la ofensiva que en el 2012 iniciaron éstos hasta bloquear las labores de la Conferencia de la OIT de aquel año y abrir una profunda crisis que se pensó en atajar mediante el recurso al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. En el 2015, sin embargo, se produjo el acuerdo entre trabajadores y empresarios que venía a suponer un armisticio entre ambas partes, sin que se zanjara el tema, unido a una interesante declaración de los gobiernos – en la que se resaltó la aportación que había hecho a la misma Hugo Barretto – que inequívocamente ligaban el derecho de huelga con el contenido de la libertad sindical. El conferenciante terminó alertando sobre la importancia para el sindicalismo nacional de la instancia de la OIT como campo de lucha y de influencia, analizando una serie de datos inquietantes respecto de la reforma de la Constitución de la OIT en curso y la tendencia derogatoria sobre algunos tratados que de ella se desprende.


Se abrió un debate, ya más breve, sobre este asunto, y el acto fue cerrado por los responsables del sindicato anfitrión del evento, tras de lo cual hubo un asado que permitió confraternizar a todos los asistentes.

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