miércoles, 21 de febrero de 2018

EL PP CONTRA LA IGUALDAD SALARIAL ENTRE HOMBRES Y MUJERES


Ayer se debatía en el pleno del Congreso la toma en consideración de la proposición de Ley del Grupo Confederal de Unidos Podemos / En Comú Podem / En Marea sobre igualdad retributiva entre mujeres y hombres a la que en este blog se ha hecho referencia ( y que puede encontrarse en este enlace Según Baylos / Brecha salarial y ahora también en el digital Nueva Tribuna en este otro enlace Nueva Tribuna / Igualdad salarial  ).

Se trata de una iniciativa legislativa de indudable valor que afecta a un tema especialmente candente en estos días, en donde está convocada una huelga general parcial el 8 de marzo como punto de inflexión en el tratamiento de la discriminación de la mujer, y que asoma críticamente en todos los estudios que se están efectuando sobre la configuración de nuestro “mercado de trabajo”, la diferente jerarquización salarial en él presente y en definitiva la depreciación del trabajo de la mujer de igual valor que el del hombre trabajador en un contexto generalizado de devaluación salarial tras la crisis. La discusión en sede parlamentaria de un proyecto normativo que plantea de manera muy concreta la reforma del marco institucional vigente para condicionar positivamente la igualdad retributiva entre mujeres y hombres, constituía una oportunidad política para debatir sobre este tema, la conocida brecha salarial y sus causas, así como para que la opinión pública pudiera comprobar el compromiso que con el principio de igualdad tienen  las distintas fuerzas políticas representadas en el Congreso, y en su caso, el grado de aceptación que esta iniciativa suscitaba.

El espectáculo que se pudo comprobar en el pleno del congreso de ayer fue extremadamente preocupante. En efecto, ni un solo miembro del gobierno estuvo presente en él, denotando un absoluto desprecio por esta propuesta de ley y el contenido de la misma. Se justificó luego la ausencia sobre la base de que algunos de los ministros tenían una sesión de preguntas en el senado, pero a nadie se le escapa el significado simbólico de la ausencia de cualquier miembro del gobierno de un debate de estas características, abandono de su responsabilidad que se conecta con las declaraciones del presidente Rajoy cuando respondió con un “no nos metamos en esto” a una pregunta precisamente sobre la discriminación salarial entre mujeres y hombres. El gobierno subestima altaneramente las iniciativas del Grupo Unidos Podemos, pero ignora a su vez que éstas se corresponden con las necesidades de la mayoría de la población y, en el caso concreto de la igualdad retributiva, con el compromiso de los poderes públicos al que les obliga el art. 9.2 de nuestra Constitución para que la igualdad sea real y efectiva. Pero el gobierno rechaza las formas democráticas de respeto al Parlamento y no se siente vinculado por la Constitución salvo en las partes de ésta que entiende le son propicias.

Este impulso constitucional es el que hizo que ayer en la cámara todos los grupos parlamentarios presentes hicieran pública su posición favorable a la toma en consideración de esta proposición de ley. Lo hizo el PSOE, que hoy mismo presentará otra proposición de ley sobre el mismo tema y que es en buena medida coincidente con las medidas presentes en la de Unidos Podemos como ha señalado la prensa digital en este enlace Coincidencias entre propuestas legislativas de igualdad retributiva, porque como señaló su portavoz, marcando un poco el tono general de las intervenciones de los distintos grupos, el tema de la igualdad es un tema central para la democracia y hay que estar a favor de cualquier iniciativa que la respalde y fortifique. También lo hizo Ciudadanos, siempre sobre la base de que se trata de un problema que debe enfocarse desde todos los ángulos posibles, así como los nacionalistas vascos del PNV, la portavoz de igualdad de ERC, los portavoces de Compromis, de PDeCat, y  de EH Bildu, e incluso el representante de Foro Asturias. Para todo este abanico de fuerzas políticas, la situación es “calamitosa” y hay que remediarla, y esta iniciativa va en la buena dirección y debe ser aprobada.

Sin embargo el Partido Popular votó en contra de tomar en consideración esta proposición de ley. Este es un hecho que han subrayado todas las informaciones aparecidas sobre el particular en los diarios digitales – Eldiario.es, Público, Infolibre – aunque no así en otras cabeceras más oficiales, como la de El Pais, que titula asépticamente que “El congreso apoya impulsar una ley contra la brecha salarial”, si bien añade a continuación que “el PP considera que ya trabaja en esa iniciativa de Unidos Podemos”, siempre sin mencionar que este partido ha votado en contra de esta proposición de ley. Siempre ocultado el voto en contra del PP, el ABC señalará que “El Congreso pondrá en marcha esta tarde la ley de Podemos para la igualdad retributiva”, y El Mundo indicará que “El Congreso da el primer paso para eliminar la brecha salarial de las mujeres”. Una lección de cómo presentar un debate político manipulando su contenido.

El PP no ha apoyado la toma en consideración de la propuesta legislativa sobre la base de consideraciones irrisorias sobre la extensión del machismo en la sociedad  - que a juicio de su portavoz, también se extiende por el grupo de Unidos Podemos – y sobre la base de que es muy difícil y complicado acabar con esta “lacra”, aunque el Gobierno está trabajando en esa dirección, lo que debería bastar a todos. Este es el pretexto, mas que el texto del discurso, pero lo que realmente comunica el mismo es la oposición a unas medidas que pretenden impulsar la igualdad salarial entre mujeres y hombres. Una oposición cuya causa se encuentra desde luego en la consideración de la relación salarial como una relación sometida estrictamente al mercado y por tanto donde los diferenciales retributivos derivados del tiempo parcial o del trabajo precario, o de los diferentes complementos salariales percibidos por mujeres y hombres,  por señalar los más relevantes, son funcionales al desarrollo económico desigual que se presenta como la salida practicable de la crisis.

Es importante constatar que en este debate parlamentario, el PP se ha opuesto a una propuesta legislativa que combate de forma intensa la brecha salarial, en un texto que está seria y profundamente razonado y desarrollado, y que la razón de su negativa a suscribirlo no se basa en la inidoneidad de las medidas propuestas para obtener el resultado declarado, sino en la convicción política del partido gobernante de que en definitiva, la desigualdad salarial forma parte del marco institucional del mercado de trabajo y es por tanto incorrecto querer impedir mediante una norma coactiva lo que no supone sino una ley decisiva de funcionamiento del desarrollo económico de las empresas.


El PP posiblemente elija al final optar por la abstención, para no mostrar públicamente su voto negativo frente a una mayoría abrumadora en el Congreso. Se lo recomiendan sus asesores de imagen, sus constructores de opinión. Pero este embellecimiento de su voto no puede hacer olvidar el dato fundamental que ha mostrado el debate parlamentario de ayer: Un partido, el partido que nos gobierna, que toma partido por la desigualdad. Tomemos nota y no permitamos que esta realidad se difumine en los diferentes relatos que concurren a la formación de la opinión pública actual.

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