Nadie habla de Europa en
el debate político actual. Todo se desarrolla como si la variable europea, que
ha sido determinante en la imposición de las políticas de austeridad, no
tuviera trascendencia. Tampoco se analiza la previsible quiebra de la
legitimidad europea y la incapacidad de reacción de la UE pese a haber lanzado
la iniciativa del pilar social europeo. Sin todo ellos temas que sin embargo
asoman con relativa frecuencia a este blog, convencidos de que la interrelación
entre el nivel nacional-estatal y el supranacional europeo es un elemento
decisivo en orden a la articulación de un proyecto de resistencia y de
reconstrucción democrática.
Claro que somos muchos los que
abordamos esta perspectiva integrada europea, aunque lamentablemente este tipo
de enfoque no tenga reflejo en la difusión mediática del debate político, ni
por otra parte el relato mantenido fundamentalmente por las fuerzas políticas
hoy en liza lo ignoren de manera expresa. La dimensión sindical y social
reivindica desde hace tiempo esta perspectiva europea, pero lo hace de forma
crítica, señalando sus déficits e incomprensiones respecto de lo que debería
constituir el eje de actuación de la Unión Europea en torno al reforzamiento de
la democracia y al desarrollo de los derechos sociales.
Desde hace mucho tiempo, este
enfoque es compartido también por organizaciones de la sociedad civil. Entre ellas
la red de Juristas Europeos de los Trabajadores, un significativo grupo de
abogados laboralistas de toda Europa – realmente en su inicio de la Europa
Central, de Gran Bretaña y de Francia – que desde el comienzo de la crisis han
duplicado su actuación buscando la
ampliación de la red al sur de Europa y manteniendo posiciones radicalmente
opuestas a las decisiones políticas derivadas de la gobernanza económica
europea.
Este año han realizado su
conferencia anual en Frankfurt. Francisco
Trillo y Antonio García – Muñoz Alhambra, ambos profesores de la UCLM y este
último actuando en la conferencia como consultor de CCOO, han participado en la
misma como ponentes. La crónica de este evento la suministra Paco Trillo en rigurosa primicia para
este blog.
Los días 15 y 16 de febrero ha
tenido lugar el sexto encuentro organizado por la red European Laywers for
Workers Network (ELW). Después de las Conferencias de Bruselas, París, Berlín,
Madrid y Florencia, Frankfurt ha sido la ciudad anfitriona de este evento que
ha reunido a más de sesenta expertos procedentes de quince países diferentes.
El apoyo de otros colaboradores ha sido fundamental como es el caso de IG Metall,
quien puso a disposición de los organizadores sus magníficas instalaciones.
El tema de la Conferencia, en línea
con los debates más actuales del Derecho del Trabajo, ha sido la relación entre
los nuevos modelos de negocio, fundamentalmente aquellos relativos a las
denominadas plataformas digitales, y las formas de trabajo que estos arrojan.
Para ello, la organización elaboró un programa bien trabado en el que se
analizaron los aspectos de la relación laboral más expuestos al impacto de la
organización empresarial que se esconde tras la Gig economy.
Tras una intervención inicial del
responsable del Gabinete Jurídico de IG Metall (Frankfurt), Boris Karthaus, quien insistió en la
importancia de la acción jurídica promovida por y desde la acción sindical en relación
con las nuevas formas de trabajo (digitales), tuvieron lugar cinco densas
intervenciones que abordaron las materias más controvertidas del Derecho del
Trabajo de las plataformas digitales. Aspectos como la calificación de la
relación de trabajo, los derechos colectivos, el régimen jurídico del tiempo de
trabajo, o la protección de la salud de los trabajadores, fueron los
principales temas abordados junto a la presentación de algunas estrategias
sindicales y jurídicas desarrolladas hasta el día de hoy.
La reconstrucción del tiempo de trabajo fue presentada por Cristina Inversi, Lecturer en la Universidad de Manchester, quien, a partir del
estudio del caso Deliveroo en
diversas ciudades inglesas, procedió a desmontar el misticismo del que se ha rodeado
la teórica capacidad de los trabajadores de elegir la cantidad y distribución
de su tiempo de trabajo. Así, llamó la atención sobre la diferente forma de
expresarse aquella libertad en función de la dedicación, a tiempo parcial o
completo, de los “riders”. A mayor dedicación -necesidad-, dicha libertad
parece menguar en la práctica a través de la amenaza de salarios menores y de
la posible desconexión del “rider”. Aude
Cefaliello, contribuyó con una interesante presentación sobre los riesgos
laborales que se derivan de las plataformas digitales, entre psicosociales y
musco-esqueléticos, apuntando una relación entre la organización que provoca el
riesgo, la identificación del empresario y la calificación de la relación de
trabajo.
La segunda mesa del día 15 de
febrero comenzó con la intervención de Reingard
Zimmer en materia de derechos colectivos. El foco de atención de esta
presentación se localizó en la importancia creciente de dotar a los
trabajadores de un gran paraguas de
derechos colectivos a través de los cuales hacer efectivos sus derechos,
también relacionados con la calificación de la relación de trabajo. En ese
sentido, Francisco Trillo, que tenía
encomendado profundizar sobre las vías de reconstrucción de la laboralidad en
el ámbito del trabajo en plataformas digitales, señaló la importancia que a
estos efectos ha tenido la degradación/precarización del estatuto jurídico del
trabajador por cuenta ajena a propósito de las políticas de austeridad, todavía
hoy vigentes. Jan Cremers expuso con
contundencia los fenómenos más relevantes de fraude empresarial, tanto en
materia laboral, fiscal como medioambiental. De esta forma, Cremers delineó una relación directa entre estos comportamientos
fraudulentos y la conformación de un mayor beneficio empresarial.
Al día siguiente, la conferencia
dio comienzo con la intervención de Christiane
Benner, co-secretaria general de IG Metall (Frankfurt), quien relató la
experiencia del sindicato con el trabajo en plataformas en las diferentes fases
de conflicto, defensa jurídica y negociación. A partir de ahí, tuvieron lugar
dos paneles donde se dio cuenta de las principales estrategias sindicales y
jurídicas desplegadas en el seno de algunos Estados miembro. El primer panel
fue desarrollado por Esther Lynch
(ETUC), Emilie Durlach (CFDT), Ewa Podgórska (NSZZ) y Antonio García-Muñoz Alhambra
(UCLM/CCOO), quienes con carácter general avanzaron una serie de estrategias
sindicales diferenciadas en función del desarrollo e implantación del trabajo
en plataformas digitales en cada experiencia nacional. Todos ellos coincidieron
en la urgente necesidad de impulsar una Europa más social a través de la
movilización sindical y, más concretamente, a propósito de estas “nuevas”
formas de trabajo.
La Conferencia concluyó con una
exhaustiva narración de las experiencias judiciales producidas en la materia.
Este panel lo conformaron Declan Hendy (UK),
Bas van Dis (Netherlands) y Elena Gramano (Italia) en donde se
dieron cuenta de las convergencias judiciales hacia la laboralidad de estas
nuevas identidades laborales de la digitalización.
En resumen, un encuentro entre
juristas europeos – muchos de ellos dedicados a las tareas universitarias – que
permite una coordinación informada sobre una de las urgencias que se plantean
tanto al movimiento sindical como a la reflexión académica y profesional sobre
las nuevas identidades laborales que pueblan el mundo de la digitalización y
que requieren una respuesta en el marco de la regulación institucional de una parte
y de la integración en las estructuras sindicales de otro.
Es un tema hoy en pleno candelero.
La semana que viene el CGPJ dedicará un curso de formación a jueces y
magistrados sobre los derechos digitales reconocidos en la LO 3/2018 de
protección de datos, y el 28 de febrero el Gabinete de Estudios Jurídicos de
CCOO presenta su 53ª Jornada de Estudio en Madrid sobre “Los efectos laborales
de la nueva regulación de protección de datos personales”, con especial
atención a las obligaciones empresariales, las garantías frente a las
tecnologías de control empresarial, las facultades de los representantes de los
trabajadores, y en fin el papel de la negociación colectiva. Conocer en qué
medida en los países de Europa más importantes se está construyendo un espacio
colectivo y normativo de regulación de las nuevas formas de trabajo en la
digitalización y su consideración como fenómenos en donde ley y convenio
colectivo pueden intervenir eficazmente; entender que sin la implantación de
figuras de representación colectiva en ellas, estas formas de trabajar se
degradan como actividad productiva y se encuadran en un marco de disminución de
derechos que pone en cuestión la misma noción de trabajo decente.
Estimado profesor, excelente comentario de una actividad a la que me hubiese encantado asistir. Gracias por compartirlo. Saludos desde Argentina.
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