Todos los
periódicos y los medios de comunicación lo señalan hoy, los datos sobre el
empleo son muy positivos. Una situación que se ha logrado a partir de la adopción
de un marco normativo que ha incidido
sobre la estructuración de la mano de obra, la llamada reforma laboral, favoreciendo
la contratación por tiempo indefinido a la vez que restringía la contratación
temporal, la elevación del nivel salarial interprofesional y el impulso y recuperación
de la negociación colectiva a partir del V AENC, a lo que se unirá la más reciente
reordenación de las políticas de empleo en la Ley de Empleo.
La consabida relación negativa
entre el aumento de derechos, el mantenimiento de un principio de estabilidad,
el incremento de salarios y la creación de empleo, ha sido desmentida por los
hechos, y en condiciones muy difíciles desde el punto de vista de la crisis transversal
de las economías europeas. Este desmentido tozudo de los hechos a las consabidas
advertencias de los economistas liberales se transforma ahora en la dimensión
cultural tan importante que manejan formadores de opinión, medios de
comunicación y partidos políticos de la derecha y ultraderecha en la imputación
de que los datos no reflejan la realidad, que la maquillan convenientemente, si
bien por otra parte, celebran su alcance en relación con las comunidades
autónomas en las que gobiernan en solitario o en coalición.
Pero los datos son contundentes.
Hélos aquí, anotados de manera telegráfica.
1) Los
datos de empleo que hoy ofrece la Encuesta de Población Activa son
sencillamente espectaculares: se han creado 600.000 empleos en sólo un
trimestre.
España supera por primera vez en
la historia los 21 millones de trabajadores y la tasa de paro cae al 11,6%.
Pese a la imputación de las
derechas extremas y de la extrema derecha de que este empleo se ha creado
artificialmente desde lo público, de forma clientelar y parasitaria del
mercado, lo cierto es que la creación de empleo se concentra en el sector
privado.
En el último año el empleo en
el sector privado ha crecido en 524.800 personas y en 63.900 en el sector
público.
Por otra parte, y como resultado
del cambio normativo previsto en el RDL 32/2021 – contra el que votaron en
contra tanto las tres formaciones políticas de la derecha junto con los grupos
nacionalistas y soberanistas, la calidad del empleo sigue mejorando
sustancialmente, de forma que la regla que preside la creación de empleo es
ahora el empleo indefinido.
En este último trimestre los
asalariados aumentan en 505.500 personas. Los que tienen contrato indefinido se
incrementan en 410.100 y los asalariados con contrato temporal en 95.400. El
81% del incremento con contrato indefinido y el 93% con contrato a tiempo
completo.
Hay que tener en cuenta que en el
último año el número de asalariados del sector privado con contrato indefinido
subió en 1,23 millones.
El 87% fueron fijos ordinarios
(1,06 millones) y el 13%, fijos discontinuos (163 mil).
El número de trabajadores
temporales se redujo en 741 mil.
2)
El paro se reduce este trimestre en
365.300 personas y, con ello, se reduce la tasa de desempleo hasta el 11,6%.
La tasa de paro se reduce de
forma significativa hasta alcanzar un mínimo desde 2008, y lo hace en un
contexto en el que crece la población activa.
Aunque tanto el Ministerio de
Trabajo como los sindicatos entienden que reducir la tasa de paro del 11,6%
debe seguir siendo la prioridad, lo cierto es que se ha logrado reducir el
desempleo a niveles muy destacados, también en relación con la serie histórica del
paro en Esaña, con el dato positivo de que se está reduciendo asimismo la
fragmentación entre temporales y estables, y por tanto la rotación existente
entre desempleo y temporalidad que caracterizaba la debilidad intrínseca de
nuestro mercado de trabajo.
En efecto, también en este trimestre se ha producido un
incremento de los flujos hacia la ocupación, tanto de parados como de
inactivos.
Y finalmente, se reduce el número de hogares que tienen a
todos sus miembros en paro en 139.300. Y los hogares en los que todos sus
miembros están ocupados aumenta en 345.700.
Este dato es clave para explicar
la reducción de la pobreza.
Se trata por consiguiente de un
panorama económico general muy favorable que se traduce también en una buena
imagen en el contexto político europeo, que refuerza la imagen de España en este
semestre en el que desempeña la presidencia del Consejo, y extiende la
convicción de que son posibles políticas reformistas que amplían y consolidan
derechos laborales sin que este hecho traiga aparejadas consecuencias
económicas negativas que pongan en riesgo el crecimiento del PIB y la
estabilidad de los mercados. Es decir, la aspiración eterna de la
socialdemocracia de los años sesenta del pasado siglo que se anatemizó con el
triunfo político del neoliberalismo y la exaltación de la codicia corporativa.
Pero además esta situación también posibilita que en ese mismo nivel europeo,
se pueda presionar con otros países para el desarrollo del pilar social europeo
como eje central de las políticas económicas que aborden a partir de ahora las
transiciones imprescindibles hacia la sostenibilidad social y ambiental que se
requieren. Un enfoque de la gobernanza europea que tiene que revalidarse en las
próximas elecciones europeas del 2024
Tras el alivio del resultado
electoral que ha desautorizado el giro hacia el autoritarismo iliberal y los
recortes sociales, estas cifras sobre ocupación y trabajo resultan por tanto muy
reconfortantes, lo que es de agradecer después de la aceleración y compresión
de acontecimientos del último mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario