jueves, 27 de julio de 2023

LAS CIFRAS DE PARO TRAS LAS ELECCIONES

 


Todos los periódicos y los medios de comunicación lo señalan hoy, los datos sobre el empleo son muy positivos. Una situación que se ha logrado a partir de la adopción de un marco normativo  que ha incidido sobre la estructuración de la mano de obra, la llamada reforma laboral, favoreciendo la contratación por tiempo indefinido a la vez que restringía la contratación temporal, la elevación del nivel salarial interprofesional y el impulso y recuperación de la negociación colectiva a partir del V AENC, a lo que se unirá la más reciente reordenación de las políticas de empleo en la Ley de Empleo.

La consabida relación negativa entre el aumento de derechos, el mantenimiento de un principio de estabilidad, el incremento de salarios y la creación de empleo, ha sido desmentida por los hechos, y en condiciones muy difíciles desde el punto de vista de la crisis transversal de las economías europeas. Este desmentido tozudo de los hechos a las consabidas advertencias de los economistas liberales se transforma ahora en la dimensión cultural tan importante que manejan formadores de opinión, medios de comunicación y partidos políticos de la derecha y ultraderecha en la imputación de que los datos no reflejan la realidad, que la maquillan convenientemente, si bien por otra parte, celebran su alcance en relación con las comunidades autónomas en las que gobiernan en solitario o en coalición.

Pero los datos son contundentes. Hélos aquí, anotados de manera telegráfica.

1)      Los datos de empleo que hoy ofrece la Encuesta de Población Activa son sencillamente espectaculares: se han creado 600.000 empleos en sólo un trimestre.

España supera por primera vez en la historia los 21 millones de trabajadores y la tasa de paro cae al 11,6%.

Pese a la imputación de las derechas extremas y de la extrema derecha de que este empleo se ha creado artificialmente desde lo público, de forma clientelar y parasitaria del mercado, lo cierto es que la creación de empleo se concentra en el sector privado.

En el último año el empleo en el sector privado ha crecido en 524.800 personas y en 63.900 en el sector público.

Por otra parte, y como resultado del cambio normativo previsto en el RDL 32/2021 – contra el que votaron en contra tanto las tres formaciones políticas de la derecha junto con los grupos nacionalistas y soberanistas, la calidad del empleo sigue mejorando sustancialmente, de forma que la regla que preside la creación de empleo es ahora el empleo indefinido.

En este último trimestre los asalariados aumentan en 505.500 personas. Los que tienen contrato indefinido se incrementan en 410.100 y los asalariados con contrato temporal en 95.400. El 81% del incremento con contrato indefinido y el 93% con contrato a tiempo completo.

Hay que tener en cuenta que en el último año el número de asalariados del sector privado con contrato indefinido subió en 1,23 millones.

El 87% fueron fijos ordinarios (1,06 millones) y el 13%, fijos discontinuos (163 mil).

El número de trabajadores temporales se redujo en 741 mil.

2)      El paro se reduce este trimestre en 365.300 personas y, con ello, se reduce la tasa de desempleo hasta el 11,6%.

La tasa de paro se reduce de forma significativa hasta alcanzar un mínimo desde 2008, y lo hace en un contexto en el que crece la población activa.

Aunque tanto el Ministerio de Trabajo como los sindicatos entienden que reducir la tasa de paro del 11,6% debe seguir siendo la prioridad, lo cierto es que se ha logrado reducir el desempleo a niveles muy destacados, también en relación con la serie histórica del paro en Esaña, con el dato positivo de que se está reduciendo asimismo la fragmentación entre temporales y estables, y por tanto la rotación existente entre desempleo y temporalidad que caracterizaba la debilidad intrínseca de nuestro mercado de trabajo.

En efecto, también en este trimestre se ha producido un incremento de los flujos hacia la ocupación, tanto de parados como de inactivos.

Y finalmente, se reduce el número de hogares que tienen a todos sus miembros en paro en 139.300. Y los hogares en los que todos sus miembros están ocupados aumenta en 345.700.

Este dato es clave para explicar la reducción de la pobreza.

Se trata por consiguiente de un panorama económico general muy favorable que se traduce también en una buena imagen en el contexto político europeo, que refuerza la imagen de España en este semestre en el que desempeña la presidencia del Consejo, y extiende la convicción de que son posibles políticas reformistas que amplían y consolidan derechos laborales sin que este hecho traiga aparejadas consecuencias económicas negativas que pongan en riesgo el crecimiento del PIB y la estabilidad de los mercados. Es decir, la aspiración eterna de la socialdemocracia de los años sesenta del pasado siglo que se anatemizó con el triunfo político del neoliberalismo y la exaltación de la codicia corporativa. Pero además esta situación también posibilita que en ese mismo nivel europeo, se pueda presionar con otros países para el desarrollo del pilar social europeo como eje central de las políticas económicas que aborden a partir de ahora las transiciones imprescindibles hacia la sostenibilidad social y ambiental que se requieren. Un enfoque de la gobernanza europea que tiene que revalidarse en las próximas elecciones europeas del 2024

Tras el alivio del resultado electoral que ha desautorizado el giro hacia el autoritarismo iliberal y los recortes sociales, estas cifras sobre ocupación y trabajo resultan por tanto muy reconfortantes, lo que es de agradecer después de la aceleración y compresión de acontecimientos del último mes.



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