Se está realizando durante toda esta semana, del 23 al 27 de noviembre, en la ciudad de Fortaleza, en el estado de Ceará, Brasil, el III Congreso Iberoamericano de Cooperación Judicial que organiza la Red Latinoamericana de Jueces, una asociación voluntaria creada hace tan sólo tres años y que actualmente preside el magistrado brasileño José Eduardo de Resende Chaves Junior, por cierto frecuente visitante de la Parapanda Law Schooll en donde ha realizado algún seminario sobre su reinterpretación a la luz de la filosofía de Derrida y de Negri de los aparatos críticos sobre la fundamentación y la función de los mecanismos de representación y de acción colectiva de los trabajadores.
En este III congreso, precedido por un primero en Barcelona y un segundo en Santiago de Chile, el tema de estudio y de debate ha sido el de Sociedad del Conocimiento y Derechos Humanos. En general esta Red se caracteriza por el fomento de iniciativas de coordinación entre los distintos órganos jurisdiccionales - con especial hincapié en la jurisdicción del trabajo y penal, pero con incidencia importante en la civil/mercantil y la contenciosa-administrativa - de los distintos países de América Latina. La popularización de los instrumentos de comunicación que brindan las nuevas tecnologías aplicadas a la función jurisidiccional es otro de sus objetivos y se beneficia de varias experiencias muy avanzadas en algunos países, particularmente en Brasil, sobre esta "informatización" de proceso judicial. En la base de esta preoucpación está la consciencia doble de que los jueces y magistrados deben llevar a cabo una función garantista
declaraciones constitucionales no se conviertan en meras declaraciones de intenciones, y la evidencia que el perímetro territorial y la soberanía estatal no son suficientes para encarar muchos problemas planteados por la globalización y su capacidad de jugar con la deslocalización de capitales y de industrias como medio de evitar la efectividad de los derechos laborales o para influir en su desconocimiento en un país determinado. Por eso la Red de Jueces a la que nos estamos refiriendo tiene una "natural" inclinación a unir la coordinación judicial lo más avanzada posible en cuya eficiencia destaca la incorporación plena de las tecnologías de información y de comunicación, junto con la percepción del universalismo de los derechos como un horizonte "natural" en el que confluir en aras a la funcionalidad garantista de la jurisdicción y la tutela judicial de los derechos ciudadanos.
Todos los congresos de la Red por tanto se abren con una "puesta al día" de los mecanismos de cooperación judicial en los países latinoamericanos y sus avances y problemáticas. En este punto el contraste se produce también con la experiencia española. Pero además de dedicar todo un dia a esta materia que es la que da sentido a la Red constituída, los restantes se dedican a desarrollar algunos problemas importantes relacionados con los derechos humanos. Desde una reflexión general sobre Ética, derechos humanos y ciudadanía, se trabaja en dos sesiones el problema de la relación entre nuevas tecnologías y la efectividad de los derechos laborales y cómo esta problemática ha sido recibida por los tribunales latinoamericanos. En este punto también el contraste con la realidad española se ha resaltado. En el tema de la efectividad de los derechos laborales ejercidos en un contexto tecnológica y organizativamente cambiado lo ha abordado Antonio Baylos, y la visión jurisprudencial de los Tribunales Constitucional y Supremo sobre estos temas, el magistrado de la Sala Cuarta del mismo, Jordi Agustí. Además se han analizado las experiencias de promoción de derechos humanos a partir de la cooperación judicial en algunos países latinoamericanos. Al dia siguiente se analizaron problemas de la llamada "justicia electrónica" y las experiencias políticas de implantación de órganos de control de la magistratura, como el Consejo Nacional de Justicia brasileña, y la relación que éste mantiene con el principio republicano y la participación democrática como forma de orientación de la actuación del juez, en una interesante ponencia de la consejera Morgana Richa. A continuación se abre un tema nuevo, el de la violencia institucional como negación de la vigencia de los derechos fundamentales, en donde intervienen fundamentalmente iusfilósofos españoles - Javier de Lucas, Javier Ansuátegui - y el constitucionalista colombiano Nestor Osuma Patiño, de la Universidad del Externado. La reflexión crítica sobre el tratamiento de la inmigración desde el prisma de (la negación de) los derechos es el tema central de la intervención del profesor De Lucas. Estos profesores integran su exposición en el marco de un importante programa de financiación de la investigación, el Programa Consolider, denominado "El tiempo de los derechos".
Un homenaje especial se hará al que fué el primer presidente de la Red, muerto prematuramente, Roberto Jorge Feitosa de Carvalho, que se destacó por su entrega y capacidad de entusiasmo en la creación de esta Red.
No es ésta la única de las iniciativas que las gentes del derecho están poniendo en práctica en el continente americano, pero es una muy significativa y extremadamente activa: mas de 400 magistrados y jueces que se auto-organizan cada año para la realziación de un Congreso sobre la cooperación judicial y los derechos humanos. Es desde luego una tendencia que acompaña a otras iniciativas de las que se ha dado cuenta en esta bitácora, que reflejan una realidad para América Latina. En este continente, el "tiempo de los derechos" acompaña a procesos políticos de extremo interés en una dirección emancipatoria con nuevos sujetos sociales que irrumpen desde el silencio secular, como los pueblos indígenas, y en donde posiblemente surgen ciertas indicaciones válidas para repensar algunos de los postulados europeos sobre la interpretación del bloque de constitucionalidad y la tensión global hacia la igualación económica y social que debe acompañar necesariamente a la situación democrática básica que se quiere proyectar como referente universal, al menos en los pueblos con un área cultural política e ideologica común. Pero esto es otra historia, a la que posiblemente será necesario retornar en otra ocasión.