miércoles, 26 de junio de 2013

¿ALGUIEN SABE QUÉ ESTA EN JUEGO EN EL CONSEJO EUROPEO DEL 27 Y 28 DE JUNIO? (JOAN COSCUBIELA LO EXPLICA)






El 27 y el 28 de junio se cierra el primer semestre europeo con un consejo sobre el que se sabe muy poco, como sucede normalmente con todas las actividades de la Unión Europea, de una opacidad social muy fuerte, sólo alterada por la visión sesgada y normalmente poco informada que dan los medios de comunicación, atentos siempre a la condescendencia y el halago al gobierno. en esta ocasión además el pacto cerrado entre PSOE y el Gobierno del PP, que en el parlamento español ha contado además con la adhesión de PNV y CiU junto a UPyD, con la única oposición como fuerza nacional del grupo de izquierda plural, merece una atención detallada. Como de costumbre, es Joan Coscubiela, diputado de este grupo parlamentario, el que explica el contexto y el texto en un artículo publicado en NuevaTribuna que nosotros tomamos prestado por su evidente interés.





Consejo Europeo, un debate tramposo
Joan Coscubiela | Diputado Izquierda Plural en el Congreso de los Diputados 


Ayer martes 25 de junio, el Congreso debatió dos Proposiciones No de Ley (PNL) sobre el próximo Consejo Europeo. Una, votada por PP-PSOE-CIU-PNV-UPD  y otra presentada por Izquierda Plural (IU, ICV-EUIA, CHA). Y como es habitual en estos casos, se discutió más del envoltorio – un supuesto Pacto de Estado sobre Europa- que de los contenidos de las propuestas presentadas.

Desgraciadamente, el debate no ha servido ni para que la ciudadanía conozca qué está en juego en el Consejo Europeo ni cuáles son las propuestas de cada grupo. Por eso quisiera aportar mi pequeño grano de arena a lo que, en condiciones de democracia plena, debiera ser una participación activa y crítica de la ciudadanía.

Lo primero sería advertir que el Congreso debatió sobre unos futuros acuerdos que, al menos en su arquitectura básica, están ya encarrilados. Porque el Consejo ratificará aquello que los “sherpas” de los Estados han preparado previamente. Y aunque sin duda siempre quedan flecos (sobretodo cuando se trata de distribuir recursos), en lo fundamental esta “todo el pescado vendido”. Lo que me lleva a pensar que en el fondo la PNL de PP y PSOE no pretende incidir en el debate del Consejo Europeo, sino que es un fin en sí mismo.

Este Consejo Europeo lleva un año (desde Junio del 2012) presentándose como el del gran salto adelante en la Unión Bancaria, va a debatir sobre cuatro grandes bloques:

1.- El primer bloque trata de las recomendaciones de la Unión Europea en relación al Programa Nacional de Reformas de 2013 para España. Son públicas desde hace días y lo más importante es que contienen el listado de Reformas que el Gobierno español se compromete a desarrollar. Algunas son conocidas, las referidas al Mercado de Trabajo o la Seguridad Social. Otras, como el Proyecto de Ley de Unidad de Mercado, están solo anunciadas, y me produce una gran curiosidad saber cómo CIU justificará que ayer diera su apoyo a una estrategia que contiene este compromiso para, en unas semanas o meses, poner el grito en el cielo cuando se aprueben.

Lo más significativo políticamente es que estas recomendaciones forman parte de un pack que incluye la flexibilización del déficit público de España. La filosofía con la que Rajoy ha abordado las negociaciones con la Troika parten de un supuesto intercambio: se nos afloja el dogal del déficit -por otra parte de imposible cumplimiento- a cambio de que nosotros nos pongamos los grilletes de las contrarreformas a perpetuidad. Curioso intercambio porque nuestra deuda pública es en gran parte consecuencia de la asunción por el Estado de la deuda privada financiera. Y porque la flexibilidad que nos “otorgan” es para pagar a los acreedores internacionales, a los que el pacto Zapatero Rajoy consideró preferentes en sus derechos, y que parece quieren salir de la crisis sin un rasguño.

A pesar de ello, PP-PSOE-CIU-PNV-UPD parecen desconocerlo, porque en la PNL aprobada se refieren a las recomendaciones de la UE solo en relación al objetivo de déficit y no a la exigencia de nuevos recortes sociales y reformas, por otro lado muy explicitados en el texto de la recomendación que aprobará el Consejo Europeo.

2.- El segundo bloque de temas que discutirá el Consejo Europeo se refiere a la creación de una Unión Bancaria, comprometida ya en Junio 2012. Y de momento lo que se sabe es que esta Unión Bancaria, que iba avanzando a trompicones, acaba de ser bloqueada por el Eurogrupo en la reunión de este fin de semana pasado. Prácticamente no se va a producir ninguno de los avances marcados hace un año. Parece que sí va a crearse un organismo único de supervisión bancaria que ejercerá el BCE, pero continúan bloqueadas las Directivas europeas para armonizar la normativa sobre gestión de futuras crisis bancarias y también la de reforma y armonización de los Fondos de Garantía de Depósitos (los que supuestamente dan garantía a los ahorros de hasta 100.000 euros). Por supuesto, ningún avance en la creación de un Mecanismo único de Resolución (reestructuración o cierre de bancos en crisis).

Un año después de las falsas promesas de Rajoy en el sentido de que se acordaría un procedimiento de ayuda directa de la UE a los Bancos, sin pasar ni comprometer a los Estados, todo está igual. Y por supuesto la falsa promesa que los 42.000 millones de euros del MEDE, avalados por España, dejarían de contar como déficit público, no está claro que se concrete. Van a continuar siendo los Estados quienes respondan por sus sistemas financieros, por otra parte globalizados en el reparto de sus beneficios. Y lo que es peor, parece que los acuerdos del Eurogrupo profundizan en la disgregación del sistema financiero europeo. Y ello va a significar un mayor coste en la financiación de las pymes y familias para los países en problemas, como España. Exactamente lo contrario de lo que según el portavoz de CIU era la razón por la que votaban a favor de esta propuesta.

Insisto en que todo eso lo sabían quienes votaron la PNL dando apoyo al Gobierno español para que afronte, se dice, un cambio en las políticas europeas. Eso sí, sin abordar los temas de fondo.

3.- Un tercer bloque tiene que ver con lo que se conoce como estrategia de crecimiento y de empleo. En este sentido la PNL bipartidista pretende hacer creer que del Consejo Europeo puede salir una estrategia en favor del empleo, sin que ello comporte un cambio radical en las políticas derivadas del Pacto de estabilidad. Eso es materialmente imposible. Si se insiste en querer reducir drásticamente el  déficit público, la consecuencia segura es agravar la recesión. Y de nada sirven los 6.000 millones de euros que parece se van a comprometer. Sobre todo porque estos recursos para el empleo juvenil son los mismos que ya han salido en 12 fotos anteriores y que de momento nadie ha visto. Es tal el escándalo provocado por estos “trileros” que hasta el Presidente de la Comisión Durao Barroso les ha llamado la atención por sus comportamientos poco edificables, al vender varias veces los mismos recursos, sin que hasta ahora nadie haya visto ni un euro.

4.- El cuarto bloque que se tratará en el Consejo Europeo es el referido al Tratado de Libre Comercio entre Unión Europea y EEUU. Una vez más aparece el debate sobre las dos concepciones de la UE. Frente a la necesidad de avanzar en la construcción política de la Unión Europea, la derecha y los poderes financieros se niegan a ello. Y su respuesta es ampliar la zona de libre comercio con EEUU sin avanzar en la Unión Política. Curiosamente, éste que es uno de los temas más trascendentes no ha aparecido en el debate del Congreso, ni tan siquiera en la propuesta de PNL aprobada.

Quien haya seguido el debate habrá comprobado que a pesar de que PP-PSOE-CIU-PNV-UPD han votado el mismo texto, su explicación parecía referirse a contenidos distintos. El caso extremo ha sido la explicación de CIU, lo más parecido al cuento de la lechera del Consejo Europeo. Si alguna Pyme o autónomo estaba siguiendo el debate pueden haber pensado que el tema de la financiación de las empresas se va a resolver en una semana.

Pues bien, en este escenario, el grupo de la Izquierda Plural presentó su propia propuesta. Y de ella quisiera destacar algunos de sus aspectos centrales. Proponemos, la derogación de la reforma del artículo 135 de la CE acordada por Zapatero y Rajoy. Sin quitarnos estos grilletes, que obligan a dar prioridad a los acreedores y que establecen un rígido y fundamentalista control del déficit, todas las declaraciones de cambiar la orientación de las políticas son música celestial. Proponemos derogar el Pacto de Estabilidad que es la concreción practica de estos grilletes y sustituirlo por otro más creíble y sostenible, en el que la estabilidad no esté vinculada solo a la reducción de gastos, sino a la mejora de los ingresos, para lo que resulta vital una reforma fiscal en profundidad, que acabe con las muchas zonas oscuras de nuestro sistema fiscal y contribuya a acabar con los búnkeres (paraísos fiscales). Proponemos también la renegociación del Memorando de entendimiento, de manera que los compromisos  adoptados no lleguen al extremo de tener a nuestras instituciones democráticas intervenidas y sin soberanía alguna. Y por último planteamos la necesidad de proceder a un proceso ordenado de reestructuración (quita y mora) de la deuda pública y privada de los países acreedores.

Ayer, se nos llamó ingenuos por hacer estas propuestas, que por cierto defienden economistas como Roubini y otros. Sinceramente, más ingenuo me resulta que alguien crea que es posible pagar íntegramente la deuda en los términos que está establecida, sin condenar a estos países a una recesión crónica de décadas y someterlos a niveles de pobreza insostenibles. O que es posible reorientar las políticas europeas, manteniendo vigente del artículo 135 de la CE. Sin duda, todo es discutible, pero prefiero la ingenuidad de los que intentamos cambiar las cosas a la ingenuidad de creer que haciendo lo mismo que durante 6 años de crisis se van a conseguir resultados distintos.

Somos conscientes que nuestras propuestas no son fáciles de articular políticamente y menos en un solo país. Por eso hace tiempo que venimos trabajando en la construcción de un polo político alternativo del Sur de Europa. Puede ser también ingenuo, pero creo que mucho menos ingenuo que pensar que haciendo piña con la derecha del Partido Popular se van a cambiar las cosas o revertir los procesos.

Cada uno escoge la manera en que quiere ser ingenuo y ayer cada grupo político tomo legítimamente un camino.

martes, 25 de junio de 2013

SISTEMAS NACIONALES DE REPRESENTACIÓN SINDICAL EN LA UNIÓN EUROPEA




La editorial Bomarzo ha realizado una experiencia singular al publicar simultáneamente dos libros, en inglés y en italiano, sobre los distintos sistemas de rerpesentación sindical en Europa, producto de un proyecto de investigación europeo. Ambos libros no están en el catálogo de la editorial porque han sido distribuidos plenamente por los responsables del proyecto, lo que no impide que sea conocido por los lectores interesados, a quienes se dedica la siguiente reseña.



Resultado de un proyecto de investigación presentado por el Gabinete Jurídico – Uffizio Legislativo – de la CGIL italiana aprobado por la Comisión Europea, coordinado académicamente por Carmen La Macchia, profesora de Derecho del Trabajo en la Universidad de Messina, el libro reúne una serie de estudios nacionales sobre el marco jurídico de la representación colectiva en una secuencia de países. Se publica en una doble versión, en inglés y en italiano, como libros independientes y por tanto con ISBN diferentes, y resulta llamativo por demostrar la porosidad de las fronteras europeas, que sea la editorial Bomarzo la encargada de publicar ambos ejemplares.

El proyecto europeo, presentado por la CGIL italiana, como se ha dicho, pretendía mostrar el mosaico de la representación en los países europeos tanto “tradicionales” , es decir los socios fundadores de la Unión Europea, como de las nuevas democracias mediterráneas, y, en último término, de los países que acceden con el nuevo siglo a la UE provenientes del Este post-comunista. Junto a un grupo de expertos, el comité asesor científico, que desarrollarían el trabajo propiamente explicativo del marco normativo respectivo, el proyecto preveía la existencia de partners sindicales que interactuaban con los expertos y permitían por tanto una mayor precisión de la información normativa y jurisprudencial. Además de la CES, estaban presentes la FGTB belga, el TUC británico y la LO sueca, junto a CCOO de España y SEK de Chipre, PODREPKA, de Bulgaria y Cartel ALFA de Rumania. La presentación de Stefano Oriani, manager del proyecto y responsable del gabinete jurídico de la CGIL da cuenta tanto de las dificultades organizativas de este proyecto como de los avances en la comprensión mutua de las distintas realidades nacionales y de la elaboración de una suerte de esquema interpretativo de validez generalizada del fenómeno más allá de la consabida reclusión en la peculiariedad nacional y en la exaltación de la diferencia del régimen representativo propio como un destino acabado que no admite discusión sino tan sólo exégesis histórica y política. El aval confederal lo otorga Fabrizio Solari en un prefacio en el que se muestra razonablemente preocupado ante la quiebra de las reglas de la representación colectiva en Italia ante las vicisitudes del caso Fiat.

El resultado de un año de trabajo en torno a este proyecto ha dado como resultado los dos libros reseñados, que acogen la síntesis de los respectivos informes nacionales sobre las reglas de representación sindical en los diferentes ámbitos del sindicalismo europeo. Nórdico e insular, con Suecia (realizado por Laura Carlson) y Reino Unido (por Daniel Blackburn y Keith Ewing), continental clásico, en donde se sitúan los informes de Bélgica (Philip Dorssemont), Francia (Pascal Lokiec), Alemania (Eva Kocher) e Italia (Giuseppe Ferraro), junto con los de España (Antonio Baylos y Nunzia Castelli) y Chipre (Constantinos Kombos), y la situación de Polonia (Andrzej Swiatkowski), Bulgaria (Plamenka Markova) y Rumania (Alexandru y Tiberiu Ticlea). La coordinadora del libro, Carmen La Macchia, realiza un sugerente examen comparado de los diferentes sistemas de representación de los intereses de los trabajadores en la que plantea los elementos centrales que permiten configurar un mapa de problemas de la representación y de la representatividad que inciden directamente en la capacidad de acción colectiva y en su alcance. Los modelos sindicales de los once países estudiados permiten así obtener una fotografía de la regulación de la representación sindical en los diferentes ordenamientos jurídicos de referencia – le droit saisi par la photographie – tanto en lo que respecta al itinerario histórico de su conformación institucional, como al perfil organizativo y, lo que es más requerido, a las funciones que desarrolla la noción de representación y su consecuencia jurídico-política, la representatividad. Y ello tanto respecto a la negociación colectiva como, más en concreto, a las formas de “medir” la representación, y sus repercusiones sobre la aplicación generalizada de los acuerdos colectivos, la tutela de los derechos colectivos no ligados a la negociación, incluso una referencia al tema, que requeriría un examen específico, de la representación en los lugares de trabajo. 

Para quienes quieran por tanto aprovechar un análisis comparado bien efectuado, encauzado sobre un esquema común en torno a problemas habituales derivados del principio representativo que origina la dimensión colectiva del trabajo, este (doble) libro es muy recomendable. Sólo se echa a faltar que la Comisión Europea, que seleccionó y aprobó el proyecto de investigación en el ámbito de los proyectos sobre “Diálogo social y relaciones industriales”, no haya previsto asimismo su traducción al español. Otra vez será.


REPRESENTING EMPLOYEE INTERESTS: TRADE UNION SYSTEM WITHIN THE EU. /
SISTEMI NAZIONALI DI RAPPRESENTANZA SINDACALE

Carmen La Macchia (Ed.), Editorial Bomarzo, Albacete, 2013, 313 y 319 pp. respectivamente.

viernes, 21 de junio de 2013

TRABAJAR EN FEMENINO, TRABAJAR EN MASCULINO






La editorial Bomarzo, que publica la Revista de Derecho Social, tiene un amplio catálogo de libros predominantemente dedicados a las materias de Derecho del Trabajo, Seguridad Social y en general, las relaciones laborales y la protección social. Su presencia en el mercado editorial es muy activa, y puede afirmarse sin ningún género de dudas que se trata de un sello editorial de referencia ineludible para los estudiosos y expertos en derecho laboral. Sólo en los primeros seis meses de este año lleva publicados 19 títulos en sus diversas colecciones, es decir, más de tres libros al mes. Entre ellos, acaba de ver la luz un libro especial por muchos motivos, dirigido por la profesora de la UCLM (Toledo), Laura Mora Cabello de Alba. A continuación se inserta una pequeña reseña de sus contenidos.




No se trata de un libro tradicional, que aborde el tema del trabajo de la mujer a la manera clásica. El subtítulo de esta obra es “un libro a once voces”, y en esta descripción se encuentra la clave del mismo. Es decir, se trata de un libro en el que la coordinadora pretende “dar la voz” a una serie de hombres y mujeres que abordan de forma no rutinaria la experiencia y la teoría de la división sexista del trabajo y la “vivencia” del trabajo en sus respectivas experiencias personales y colectivas. Es un libro coral en el que, salvo dos o tres estudios de corte tradicional sobre la regulación normativa de algunas instituciones jurídicas – la conciliación familiar y la flexibilización del tiempo de trabajo, de Emma Rodríguez, o la capacidad de trabajadoras y trabajadores en la gestión de los conflictos laborales, de Maria Encarnación Gil- el resto de las intervenciones pivota sobre una aproximación personal a la actividad profesional y a la incidencia del par masculino / femenino en la relación social que se constituye en el trabajo. Por eso la coordinadora de la obra explica en el prólogo de la misma que el objetivo que pretendían estos textos era el de ofrecer una narración del trabajo – y del derecho del trabajo – desde el “ser hombre o mujer trabajador”. Es decir, “una relación con lo jurídico –y no sólo- que necesita una narración diferente, poner palabras a otra manera de hacer derecho, de estar en la universidad, hacer relaciones políticas fructíferas en la academia, entender la lucha de clases atravesada por la política sexual”.

Sobre la base de un trabajo que enlaza a investigadores e investigadoras españolas e italianas, y que se nuclea principalmente en torno a la discusión y el debate en torno a textos y encuentros de Laura Mora y Lola Santos con el “Gruppo Lavoro” de la Libreria delle donne de Milán, que llevó a ambas a traducir el libro Trabajo y maternidad. El doble sí. Experiencias e Innovaciones, (Ed.Horas y HORAS, Madrid, 2011), este volumen colectivo incorpora las respuestas de hombres y mujeres a una pregunta sencilla y por tanto muy complicada: “Escribe acerca de tu trabajo teniendo en cuenta tu diferencia de ser mujer u hombre”. Y en esa réplica colectiva Amaya Olivas como jueza del orden jurisdiccional social y Laura Mora como profesora universitaria explicitan las dificultades de sus respectivos ser-mujer en el trabajo de la judicatura o de la universidad, o Milena Bogoni como becaria de investigación respecto de la relación entre precariedad laboral juvenil y la conciliación de los tiempos de vida y de trabajo, tiempos femeninos que alteran la construcción central del sistema jurídico laboral, como explica Lola Santos. O Vicenta Rodriguez, mediante el aprendizaje de la perspectiva de género emocionalmente inteligente. Gerardo Pisarello, por su parte, narra un día en la vida de un investigador y profesor universitario en el que intenta combinar lectura, estudio, cuidado de los hijos y el amor de su pareja; Antonio Loffredo declina masculino y femenino en el trabajo con las categorías de individual y colectivo, Giovanni Orlandini realiza una lectura crítica y atenta del  Manifiesto Imagínate que el trabajo…, que habían escrito en el año 2009  esas mismas mujeres del “Gruppo Lavoro” de la Librería de Milán, que había sido el texto  sobre el que se basó el debate de una de las sesiones del seminario en el que se apoya el libro, y Antonio Baylos realiza una propuesta fragmentaria de aproximación distorsionada a la problemática del trabajo y a su conjugación en tiempos de pasado y de futuro, siempre en torno a la yuxtaposición masculino / femenino y su “aprovechamiento” en términos metodológicos y doctrinales para la cultura jurídica laboralista.

Es por consiguiente un texto original que no se encasilla en los estudios tradicionales que consideran el trabajo de la mujer – y el tiempo y el espacio en que se desenvuelve éste – como una “cuestión” en sí misma. Se trata por consiguiente de una “carta de navegación”, una “provocación” a hablar. Como se puede fácilmente comprobar, su ámbito de influencia excederá del propio de los juristas del trabajo. Ya lo está haciendo, a juzgar por la buena acogida en las redes sociales de la noticia de su aparición. Lo que por otra parte, es un valor añadido a este texto “a once voces”.


TRABAJAR EN FEMENINO, TRABAJAR EN MASCULINO

Laura Mora Cabello de Alba (Coord). Ed. Bomarzo, Albacete, 2013, 202 pp., 24 €