El 27 y el 28 de junio se cierra el primer semestre europeo con un consejo sobre el que se sabe muy poco, como sucede normalmente con todas las actividades de la Unión Europea, de una opacidad social muy fuerte, sólo alterada por la visión sesgada y normalmente poco informada que dan los medios de comunicación, atentos siempre a la condescendencia y el halago al gobierno. en esta ocasión además el pacto cerrado entre PSOE y el Gobierno del PP, que en el parlamento español ha contado además con la adhesión de PNV y CiU junto a UPyD, con la única oposición como fuerza nacional del grupo de izquierda plural, merece una atención detallada. Como de costumbre, es Joan Coscubiela, diputado de este grupo parlamentario, el que explica el contexto y el texto en un artículo publicado en NuevaTribuna que nosotros tomamos prestado por su evidente interés.
Consejo Europeo, un debate
tramposo
Joan Coscubiela | Diputado Izquierda Plural en el
Congreso de los Diputados
Ayer martes 25 de junio, el Congreso debatió dos
Proposiciones No de Ley (PNL) sobre el próximo Consejo Europeo. Una, votada por
PP-PSOE-CIU-PNV-UPD y otra presentada por Izquierda Plural (IU, ICV-EUIA,
CHA). Y como es habitual en estos casos, se discutió más del envoltorio – un
supuesto Pacto de Estado sobre Europa- que de los contenidos de las propuestas
presentadas.
Desgraciadamente, el debate no ha servido ni para
que la ciudadanía conozca qué está en juego en el Consejo Europeo ni cuáles son
las propuestas de cada grupo. Por eso quisiera aportar mi pequeño grano de
arena a lo que, en condiciones de democracia plena, debiera ser una
participación activa y crítica de la ciudadanía.
Lo primero sería advertir que el Congreso
debatió sobre unos futuros acuerdos que, al menos en su arquitectura básica,
están ya encarrilados. Porque el Consejo ratificará aquello que los
“sherpas” de los Estados han preparado previamente. Y aunque sin duda siempre
quedan flecos (sobretodo cuando se trata de distribuir recursos), en lo
fundamental esta “todo el pescado vendido”. Lo que me lleva a pensar que en el
fondo la PNL de PP y PSOE no pretende incidir en el debate del Consejo
Europeo, sino que es un fin en sí mismo.
Este Consejo Europeo lleva un año (desde Junio
del 2012) presentándose como el del gran salto adelante en la Unión
Bancaria, va a debatir sobre cuatro grandes bloques:
1.- El primer bloque trata de las
recomendaciones de la Unión Europea en relación al Programa Nacional
de Reformas de 2013 para España. Son públicas desde hace días y lo más
importante es que contienen el listado de Reformas que el Gobierno español se
compromete a desarrollar. Algunas son conocidas, las referidas al Mercado de
Trabajo o la Seguridad Social. Otras, como el Proyecto de Ley de Unidad de
Mercado, están solo anunciadas, y me produce una gran curiosidad saber
cómo CIU justificará que ayer diera su apoyo a una estrategia que
contiene este compromiso para, en unas semanas o meses, poner el grito en el
cielo cuando se aprueben.
Lo más significativo políticamente es que
estas recomendaciones forman parte de un pack que incluye la flexibilización
del déficit público de España. La filosofía con la que Rajoy ha
abordado las negociaciones con la Troika parten de un supuesto intercambio: se
nos afloja el dogal del déficit -por otra parte de imposible cumplimiento- a
cambio de que nosotros nos pongamos los grilletes de las contrarreformas a
perpetuidad. Curioso intercambio porque nuestra deuda pública es en gran parte
consecuencia de la asunción por el Estado de la deuda privada financiera. Y
porque la flexibilidad que nos “otorgan” es para pagar a los acreedores
internacionales, a los que el pacto Zapatero Rajoy consideró preferentes en sus
derechos, y que parece quieren salir de la crisis sin un rasguño.
A pesar de ello, PP-PSOE-CIU-PNV-UPD parecen
desconocerlo, porque en la PNL aprobada se refieren a las recomendaciones de la
UE solo en relación al objetivo de déficit y no a la exigencia de nuevos
recortes sociales y reformas, por otro lado muy explicitados en el texto de la
recomendación que aprobará el Consejo Europeo.
2.- El segundo bloque de temas
que discutirá el Consejo Europeo se refiere a la creación de una Unión
Bancaria, comprometida ya en Junio 2012. Y de momento lo que se sabe es que
esta Unión Bancaria, que iba avanzando a trompicones, acaba de ser bloqueada
por el Eurogrupo en la reunión de este fin de semana pasado. Prácticamente no
se va a producir ninguno de los avances marcados hace un año. Parece que sí va
a crearse un organismo único de supervisión bancaria que ejercerá el BCE, pero
continúan bloqueadas las Directivas europeas para armonizar la normativa sobre
gestión de futuras crisis bancarias y también la de reforma y armonización de los
Fondos de Garantía de Depósitos (los que supuestamente dan garantía a los
ahorros de hasta 100.000 euros). Por supuesto, ningún avance en la creación de
un Mecanismo único de Resolución (reestructuración o cierre de bancos en
crisis).
Un año después de las falsas promesas de Rajoy en el sentido de que se acordaría un procedimiento de ayuda directa de la UE a los Bancos, sin pasar ni comprometer a los Estados, todo está igual. Y por supuesto la falsa promesa que los 42.000 millones de euros del MEDE, avalados por España, dejarían de contar como déficit público, no está claro que se concrete. Van a continuar siendo los Estados quienes respondan por sus sistemas financieros, por otra parte globalizados en el reparto de sus beneficios. Y lo que es peor, parece que los acuerdos del Eurogrupo profundizan en la disgregación del sistema financiero europeo. Y ello va a significar un mayor coste en la financiación de las pymes y familias para los países en problemas, como España. Exactamente lo contrario de lo que según el portavoz de CIU era la razón por la que votaban a favor de esta propuesta.
Insisto en que todo eso lo sabían quienes votaron
la PNL dando apoyo al Gobierno español para que afronte, se dice, un cambio en
las políticas europeas. Eso sí, sin abordar los temas de fondo.
3.- Un tercer bloque tiene que
ver con lo que se conoce como estrategia de crecimiento y de empleo. En este
sentido la PNL bipartidista pretende hacer creer que del Consejo Europeo puede
salir una estrategia en favor del empleo, sin que ello comporte un cambio
radical en las políticas derivadas del Pacto de estabilidad. Eso es
materialmente imposible. Si se insiste en querer reducir drásticamente el
déficit público, la consecuencia segura es agravar la recesión. Y de nada
sirven los 6.000 millones de euros que parece se van a comprometer. Sobre todo
porque estos recursos para el empleo juvenil son los mismos que ya han salido
en 12 fotos anteriores y que de momento nadie ha visto. Es tal el escándalo
provocado por estos “trileros” que hasta el Presidente de la Comisión
Durao Barroso les ha llamado la atención por sus comportamientos poco
edificables, al vender varias veces los mismos recursos, sin que hasta ahora
nadie haya visto ni un euro.
4.- El cuarto bloque que se
tratará en el Consejo Europeo es el referido al Tratado de Libre Comercio entre
Unión Europea y EEUU. Una vez más aparece el debate sobre las dos concepciones
de la UE. Frente a la necesidad de avanzar en la construcción política de la
Unión Europea, la derecha y los poderes financieros se niegan a ello. Y su
respuesta es ampliar la zona de libre comercio con EEUU sin avanzar en la Unión
Política. Curiosamente, éste que es uno de los temas más trascendentes no ha
aparecido en el debate del Congreso, ni tan siquiera en la propuesta de PNL
aprobada.
Quien haya seguido el debate habrá comprobado que
a pesar de que PP-PSOE-CIU-PNV-UPD han votado el mismo texto, su explicación
parecía referirse a contenidos distintos. El caso extremo ha sido la
explicación de CIU, lo más parecido al cuento de la lechera del Consejo
Europeo. Si alguna Pyme o autónomo estaba siguiendo el debate pueden haber
pensado que el tema de la financiación de las empresas se va a resolver en una
semana.
Pues bien, en este escenario, el grupo de la
Izquierda Plural presentó su propia propuesta. Y de ella quisiera destacar
algunos de sus aspectos centrales. Proponemos, la derogación de la reforma del
artículo 135 de la CE acordada por Zapatero y Rajoy. Sin quitarnos estos
grilletes, que obligan a dar prioridad a los acreedores y que establecen un
rígido y fundamentalista control del déficit, todas las declaraciones de
cambiar la orientación de las políticas son música celestial. Proponemos
derogar el Pacto de Estabilidad que es la concreción practica de estos grilletes
y sustituirlo por otro más creíble y sostenible, en el que la estabilidad no
esté vinculada solo a la reducción de gastos, sino a la mejora de los ingresos,
para lo que resulta vital una reforma fiscal en profundidad, que acabe con las
muchas zonas oscuras de nuestro sistema fiscal y contribuya a acabar con los
búnkeres (paraísos fiscales). Proponemos también la renegociación del Memorando
de entendimiento, de manera que los compromisos adoptados no lleguen al
extremo de tener a nuestras instituciones democráticas intervenidas y sin
soberanía alguna. Y por último planteamos la necesidad de proceder a un proceso
ordenado de reestructuración (quita y mora) de la deuda pública y privada de
los países acreedores.
Ayer, se nos llamó ingenuos por hacer estas propuestas,
que por cierto defienden economistas como Roubini y otros. Sinceramente, más
ingenuo me resulta que alguien crea que es posible pagar íntegramente la deuda
en los términos que está establecida, sin condenar a estos países a una
recesión crónica de décadas y someterlos a niveles de pobreza insostenibles. O
que es posible reorientar las políticas europeas, manteniendo vigente del
artículo 135 de la CE. Sin duda, todo es discutible, pero prefiero la
ingenuidad de los que intentamos cambiar las cosas a la ingenuidad de creer que
haciendo lo mismo que durante 6 años de crisis se van a conseguir resultados
distintos.
Somos conscientes que nuestras propuestas no son
fáciles de articular políticamente y menos en un solo país. Por eso hace tiempo
que venimos trabajando en la construcción de un polo político alternativo del
Sur de Europa. Puede ser también ingenuo, pero creo que mucho menos ingenuo que
pensar que haciendo piña con la derecha del Partido Popular se van a cambiar
las cosas o revertir los procesos.
Cada uno escoge la manera en que quiere ser
ingenuo y ayer cada grupo político tomo legítimamente un camino.