El mundo de
esta segunda década del siglo está regido por la brutalidad de la fuerza y ha
perdido la referencia a las normas y reglas internacionales que con gran
trabajo se había dado desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La
geopolítica muestra el doble rasero que se impone en los conflictos en función
de los intereses de la potencia económica y militar dominante de los Estados
Unidos, a la que se someten ciegamente las grandes naciones europeas. La
lectura del informe que Francesca Albanese, relatora especial de la ONU
sobre los territorios palestinos, ha hecho público el lunes 25 de marzo y que
ha titulado Anatomía de un genocidio pone de manifiesto esta terrible
situación que la Unión Europea está permitiendo, pese a las numerosas
manifestaciones ciudadanas que denuncian los crímenes de guerra y los delitos
contra la humanidad que el ejército y el gobierno israelí está llevando a cabo
cotidianamente. La crueldad del Estado de Israel, su conducta criminal y
el sufrimiento que está infligiendo a todo un pueblo, en especial a mujeres,
niños y ancianos, muestra la impunidad de estas conductas en un mundo regido
solo por la fuerza, la venganza y la violencia, despojado de cualquier
humanidad y compasión.
La Corte Internacional de Justicia
ha ordenado ayer, 28 de marzo, nuevas medidas provisionales a Israel sobre
Gaza, en las que debe "garantizar sin demora" la prestación "sin
trabas " de ayuda humanitaria incluyendo "aumentando el número de
pasos fronterizos terrestres". Y la Asamblea General de Naciones Unidas ha
adoptado una resolución, por vez primera no vetada por Estados Unidos, pidiendo
el alto el fuego en Gaza. Frente a ello el Estado de Israel continua su
escalada de muerte y violencia sobre la población civil, impidiendo además el tránsito
de víveres y aprovisionamiento a la franja de Gaza.
No es posible mantener más tiempo esta situación y hay que
detener el genocidio en Gaza. A toda costa.
A continuación se incorporan las
Conclusiones y las Recomendaciones del informe, que puede leerse íntegro en
inglés en este enlace: https://www.ohchr.org/sites/default/files/documents/hrbodies/hrcouncil/sessions-regular/session55/advance-versions/a-hrc-55-73-auv.pdf
VI Conclusiones
93. La abrumadora naturaleza y
escala del asalto de Israel a Gaza y las destructivas condiciones de vida que
ha infligido revelan la intención de destruir físicamente a los palestinos como
grupo. Este informe considera que hay motivos razonables para creer que se ha
alcanzado el umbral que indica la comisión de los siguientes actos de
genocidio contra palestinos en Gaza: asesinato de miembros del grupo;
causar graves daños físicos o mentales a los miembros del grupo; e infligir
deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su
destrucción física total o parcial. Los actos genocidas fueron aprobados y se
les dio efecto tras las declaraciones de intención genocida emitidas por altos
cargos militares y gubernamentales.
94. Israel ha tratado de ocultar
su conducta para eliminar las hostilidades mediante la comisión de crímenes
internacionales afirmando que era respetuosa del Derecho Internacional
Humanitario (DIH). Para ello ha distorsionado las normas consuetudinarias del
DIH, incluidas la distinción, la proporcionalidad y las precauciones, Israel ha
tratado de facto a todo un grupo protegido y a su infraestructura vital como
"terrorista" o "de apoyo al terrorismo", transformando así
todo y a todos en un objetivo o en un daño colateral, por lo tanto, que por
tanto puede ser matado o destruido. De este modo, ningún palestino de Gaza está
a salvo por definición. Esto ha tenido efectos devastadores e intencionados, ha
costado la vida a decenas de miles de palestinos, ha destruido el tejido de la
vida en Gaza y ha causado daños irreparables a toda su población.
95. El genocidio de Israel contra
los palestinos de Gaza es una fase en la escalada de un largo proceso colonial
de borrado por parte de los colonos. Durante más de siete décadas este proceso
ha asfixiado al pueblo palestino como grupo -demográfica, cultural, económica y
políticamente-, tratando de desplazarlo y de expropiar y controlar su tierra y
sus recursos. La Nakba en curso debe detenerse y remediarse de una vez por
todas. Es un imperativo que se debe a las víctimas de esta tragedia altamente
evitable, y a las futuras generaciones de esa tierra.
VII. Recomendaciones
96. El Relator Especial insta a
los Estados miembros a que hagan cumplir la prohibición del genocidio de
conformidad con sus obligaciones inderogables. Israel y los Estados que han
sido cómplices de lo que puede concluirse razonablemente que constituye
genocidio deben rendir cuentas y ofrecer reparaciones proporcionales a la
destrucción, la muerte y el daño infligidos al pueblo palestino.
97. El Relator Especial recomienda que los Estados miembros
(a) Apliquen inmediatamente un
embargo de armas a Israel, ya que parece haber incumplido las medidas
vinculantes ordenadas por la Corte Internacional de Justicia el 26 de enero de
2024, así como otras medidas económicas y políticas necesarias para garantizar
un alto el fuego inmediato y duradero y restablecer el respeto del derecho
internacional, incluidas sanciones;
(b) Apoyar a Sudáfrica para que
recurra al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en virtud del artículo
94(2) de la Carta de las Naciones Unidas tras el incumplimiento por parte de
Israel de las medidas de la CIJ antes mencionadas.
(c) Actuar para garantizar una
investigación exhaustiva, independiente y transparente de todas las violaciones
del derecho internacional cometidas por todos los actores, incluidas las que
constituyan crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el crimen de
genocidio, incluyendo:
(i) cooperando con los mecanismos
internacionales independientes de determinación de hechos/investigación y
rendición de cuentas;
(ii) remitiendo inmediatamente la
situación en Palestina a la Corte Penal Internacional, en apoyo de su
investigación en curso;
(iii) cumpliendo sus obligaciones en virtud de
los principios de jurisdicción universal, garantizando investigaciones y
enjuiciamientos auténticos de las personas sospechosas de haber cometido
crímenes internacionales, incluido el genocidio, o de haber colaborado en su
comisión, empezando por sus propios nacionales;
(d) Garantizar que Israel, así como los
Estados que han sido cómplices en el genocidio de Gaza, reconozcan el colosal
daño causado, se comprometan a no repetirlo, con medidas de prevención,
reparaciones completas, incluido el coste total de la reconstrucción de Gaza,
para lo que se recomienda el establecimiento de un registro de daños con un
proceso de verificación y reclamaciones masivas que lo acompañe;
(e) En el seno de la Asamblea
General, desarrollar un plan para poner fin al statu quo ilegal e
insostenible que constituye la causa fundamental de la última escalada, que en
última instancia culminó en el genocidio de Gaza, incluso mediante la
reconstitución del Comité Especial de la ONU contra el Apartheid para abordar
exhaustivamente la situación en Palestina, y estar dispuestos a aplicar las
medidas diplomáticas, económicas y políticas previstas en la Carta de las
Naciones Unidas en caso de incumplimiento por parte de Israel;
(f) A corto plazo y como medida
temporal, en consulta con el Estado de Palestina, desplegar una presencia
internacional de protección para limitar la violencia utilizada habitualmente
contra los palestinos en el territorio palestino ocupado;
(g) Garantice que el Organismo de
Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de
Palestina en el Cercano Oriente recibe una financiación adecuada que le permita
satisfacer las crecientes necesidades de los palestinos en Gaza.
98. El Relator Especial pide a la
Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que redoble sus
esfuerzos para poner fin a las actuales atrocidades en Gaza, entre otras cosas promoviendo
y aplicando con precisión el derecho internacional, en particular la Convención
sobre el Genocidio, en el contexto del territorio palestino ocupado en su
conjunto.