("Los embajadores", de Hans Holbein El Joven, 1533, National Gallery de Londres)
Ayer y
hoy se está celebrando en el Edificio A de Filosofía de la Universidad Complutense,
un encuentro en el que se quieren debatir las relaciones internacionales desde
una perspectiva de síntesis entre los grandes clásicos y las urgencias actuales
de un mundo que sufre un “orden global” caótico y extremadamente peligroso.
Este es el esquema del que parte el análisis efectuado en este seminario y el
programa del mismo, en el entendimiento de que este blog intentará hacerse con
el “modesto manifiesto” que lo ha inaugurado, obra de Laila Yousef Y Agustín
J. Menéndez, para comentarlo en estas páginas.
La caída del Muro de Berlín en
1989 se consideró un acontecimiento decisivo, que anunciaba no tanto el fin de
una era como el fin de la historia. El triunfo del liberalismo en su versión
neo-ordo-liberal vino de la mano de una situación geopolítica excepcional: un
mundo unipolar en el que la autoridad de Estados Unidos era absolutamente
indiscutible.
Este contexto, se argumentaba,
creaba las condiciones para el advenimiento de una paz perpetua bajo el
capitalismo, en la que, entre otras cosas, el proyecto de integración europea,
desde el Mediterráneo hasta los Urales, podría llegar a su plena madurez.
Cuando las tropas de Sadam Husein invadieron Kuwait en 1990, Occidente, por
primera vez en la historia, no sólo se impuso abrumadoramente al ejército
iraquí, sino que lo hizo en aplicación de una decisión unánime del Consejo de
Seguridad de la ONU. Esto parecía descartar la posibilidad misma de entender la
sociedad y las relaciones internacionales de otra manera que no fuera como
Occidente las concebía. Un "nuevo orden mundial" (en palabras del
entonces presidente estadounidense) iba a surgir de las cenizas de la Guerra
Fría.
Casi treinta y cinco años
después, somos conscientes de que no sólo la historia no ha llegado a su fin,
sino que las relaciones internacionales han vuelto a tener una estructura
multipolar. La acción exterior de Estados Unidos produce más a menudo caos que
orden. Las intervenciones de las distintas administraciones estadounidenses,
lejos de resolver los conflictos, tienden a exacerbarlos. Al mismo tiempo, el
sueño de una Europa europea, capaz de afirmarse como fuerza independiente y
cosmopolita, se ha hecho añicos. La UE no sólo se ha infligido a sí misma
muchas heridas autoinfligidas (el diseño excéntrico de su moneda y su política
monetaria, la obsesión por los presupuestos equilibrados, la aceptación de la
subordinación militar a los Estados Unidos, la dependencia energética de Rusia,
la dependencia comercial de China), sino que se ha mostrado incapaz de mantener
sus valores, defender sus intereses y cultivar una voz común fuerte en la
escena internacional. Los conflictos de Ucrania y Gaza, fragmentos de la
"gran guerra" que se avecina como una guerra de poder global, han
hecho añicos todas nuestras certezas y nos obligan a repensar el mundo, la
política internacional, el derecho y la economía.
Lo que
proponemos como filosofía de las relaciones internacionales pretende esclarecer
la contribución que la filosofía puede aportar, en diálogo y confrontación con
las demás disciplinas humanísticas y sociales, a una nueva forma de pensar el
mundo. Para superar la perplejidad en la que nos encontramos, necesitamos
desarrollar los conceptos que nos permitan arrojar luz sobre las tendencias
subyacentes y las transformaciones estructurales. Los cambios sociales,
demográficos, medioambientales y tecnológicos han transformado aparentemente el
mundo. Al hacerlo, han modificado las condiciones mismas de la guerra y la paz,
del imperio y la autodeterminación, de la independencia y la dependencia y la
subordinación. Del mismo modo, también es necesario afinar los criterios
normativos con los que evaluar, y no sólo describir, las relaciones
internacionales. Esto exige una confrontación con la historia de las ideas
políticas, en el conocimiento de los nuevos peligros, retos y posibilidades,
pero también de las constantes políticas de las relaciones internacionales.
LA
FORJA DE LA FILOSOFÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Grandes espacios: índices y
prospectiva
Cristina Basili/Cristina
García/Costanza Margiotta/Laila Yousef/
José A García/Agustín J
Menéndez/Frédéric Ramel/Bill Scheuerman/José L Villacañas
Facultad de Filosofía Edificio A,
Universidad Complutense de Madrid
18 de enero (12:30-19:00) y 19 de
enero (10-14:30)
18 de
enero (12:30-19:00) y 19 de enero (10-14:30)
PROGRAMA:
Thursday, January 18th
12:30 Laila Yousef/Agustín J Menéndez: The philosophy of international
relations. A modest manifesto
12:45 Fréderic Ramel: Geo-Politics embedded in Evolution: Noosphere as a
Moral Imaginary for our Common Future
13:30 Cristina García: The stone guest in international law: war
14:45 Lunch
16:30 Costanza Margiotta: What is left of the right to
self-determination?
17:15 Bill Scheuerman: Uncivil Protest for an Uncivil Global Order?
Friday, January 19th
10:00 Cristina Basili: The Colonial Question. Simone Weil on Force and
the Need of Roots
10:45
Agustín J Menéndez: Anarchist international relations? What we can still learn from
Proudhon’s Guerre et Paix
12:00 Pausa
12:15 Laila Yousef: The Decline of Europe in a world of Large Spaces: An
Opportunity Missed
13:00 José Luis Villacañas: Back to where it all started: Vitoria as
interpreted by Carl Schmitt
14:15 Lunch
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