lunes, 22 de julio de 2024

GARANTIZAR UNA AGENDA SOCIAL FUERTE EN LA LEGISLATURA EUROPEA QUE COMIENZA. UNA INICIATIVA DE 4 GOBIERNOS: ESPAÑA, BÉLGICA, ESLOVENIA Y RUMANÍA


A nadie se oculta la difícil situación política en la que se encuentra la Unión Europea tras las elecciones del 9 de junio, Las posiciones de ultraderecha no han conseguido imponerse a nivel global pero tiene una evidente capacidad de condicionar las políticas de la Unión. En este contexto, es interesante conocer las iniciativas que, como la que aquí se describe, buscan actuar de manera contracíclica respecto de las tensiones en la UE contrarias a continuar el desarrollo del Pilar Social Europeo y a impulsar una “agenda social” en los próximos cinco años.

En efecto, en la reunión informal de ministros de Empleo y Política Social (EPSCO) de la Unión Europea (UE), las personas titulares de los gobiernos de Bélgica, Eslovenia, España y Rumanía han formado un grupo que, partiendo de un hecho fundamental como el de afirmar que la Europa Social ha de estar en el centro del proyecto europeo, pretenden formar una coalición para definir propuestas específicas para una agenda social europea renovada para el futuro inmediato, propuestas que pueden tener “un impacto tangible” en la vida de los ciudadanos europeos, abordando sus necesidades actuales y emergentes. El documento estratégico se denomina “Hacia una Europa que avanza con nuevos derechos”, y en él, partiendo de la importancia constitutiva del Pilar Europeo de Derechos Sociales y la necesidad de que éste se siga desarrollando – “el Pilar Social Europeo es nuestra brújula”, afirman en el comunicado – se detalla un compromiso de acción sobre cuatro grandes temas.

El primero apuesta por una Unión Europea en la que los trabajadores disfruten de unas condiciones de vida y de trabajo dignas y sean libres de disfrutar de su tiempo, creando nuevos derechos laborales y evitando la precariedad, lo que implicaría:

o Adoptar rápidamente el paquete propuesto para el marco de calidad de los períodos de prácticas con el objetivo de lograr un alto nivel de protección y luchar eficazmente contra los períodos de prácticas falsos.

o Reforzar la Autoridad Laboral Europea para evitar la erosión de las normas laborales, garantizar la igualdad de condiciones como marco adecuado para una movilidad laboral justa en la UE y luchar eficazmente contra el fraude y el trabajo no declarado en toda la Unión.

o Garantizar la plena transposición de la Directiva sobre salarios mínimos y desarrollar un marco de referencia común para el seguimiento de la evolución de los salarios.

o Garantizar la plena aplicación del Marco de Convergencia Social en el marco de un Semestre Europeo eficaz, basado en el aumento de las capacidades para supervisar y corregir los desequilibrios sociales.

o Continuar el trabajo sobre inversión social con la creación de un Hub de conocimiento con el objetivo de apoyar a los Estados miembros e incentivarlos a invertir en sus sistemas de protección social.

El segundo se refiere al tema central de las transiciones justas, digital y ecológica, en las que se garanticen los derechos laborales, lo que supone:

o Adoptar rápidamente una Directiva sobre el teletrabajo y el derecho a la desconexión para adaptar la normativa de la UE y preservar los derechos de los trabajadores en la era digital. Partiendo de una evaluación en profundidad de la legislación existente, reflexionar sobre una iniciativa a nivel europeo sobre el tiempo de trabajo y el uso del tiempo personal.

o Adoptar una iniciativa de la UE que establezca los derechos de los trabajadores en relación con el uso de la inteligencia artificial y los algoritmos en el trabajo, de modo que estén sujetos al control humano, la transición digital sea justa y esté al servicio de los trabajadores, respetando sus derechos individuales y colectivos.

o La experiencia positiva adquirida con SURE podría servir de ejemplo para una nueva iniciativa durante la nueva legislatura, por ejemplo, para garantizar que la doble transición sea justa e inclusiva y también para preservar el empleo de las perturbaciones económicas.

o Adoptar una acción de la UE que reconozca efectivamente el derecho a la formación en el trabajo y establezca un marco general para el ejercicio y la garantía de este derecho (duración, remuneración, papel del diálogo social). Aunque el derecho a la formación es el primer principio del Pilar, no está regulado a escala de la UE. El derecho a la formación a lo largo de la vida laboral es un derecho esencial destinado a ayudar a todas las personas a desarrollarse en sus carreras profesionales y a mejorar sus oportunidades de empleo.

o Promover la negociación colectiva verde para una transición ecológica justa que cumpla los objetivos de neutralidad climática.

o Promover la adaptación del marco europeo de salud y seguridad a los nuevos riesgos derivados del cambio climático, así como a la transición digital mediante la adopción de una iniciativa sobre salud mental en el lugar de trabajo y una Directiva sobre riesgos psicosociales en el trabajo.

En tercer lugar, llevar al derecho de la UE la reivindicación de la democracia en el trabajo y el diálogo social, con la finalidad de “contribuir al desarrollo sostenible de la UE y a un modelo económico altamente competitivo que genere pleno empleo y progreso social”. En este sentido, se propone:

+ Finalizar la revisión ambiciosa de la Directiva sobre comités de empresa europeos que garantice que aborde eficazmente las deficiencias en su aplicación y la mejora los derechos de consulta y participación en las cuestiones transnacionales.

o Actualizar la Directiva 2002/14/CE sobre los derechos de información y consulta para centrarse en medidas preventivas que permitan adaptarse a las transiciones y los cambios sectoriales, en particular teniendo en cuenta el uso de la inteligencia artificial y los algoritmos en la organización del trabajo y garantizando órganos de representación adecuados para las nuevas formas de organización empresarial.

o Adoptar un marco europeo para la participación de los trabajadores en los órganos de administración, dirección o supervisión de las empresas basado en los modelos existentes en la UE para garantizar una gestión más democrática de las decisiones empresariales.

o Apoyar el diálogo social europeo y la adopción de acuerdos interprofesionales para la mejora de las condiciones de trabajo por parte de los interlocutores sociales europeos, respetando su autonomía.

o Destacar el papel de los sindicatos en la negociación colectiva, la condicionalidad social y garantizar un lugar de trabajo justo e igual para todos.

o Garantizar un seguimiento ambicioso de la Declaración de Val Duchesse de enero de 2024 sobre el refuerzo del diálogo social.

Finalmente, una mención especial se realiza a la economía social, de la que se quieren explotar todas sus potencialidades. Y así, se pretende

o Aplicar plenamente todas las iniciativas incluidas en el Plan de Acción para la Economía Social para promover la economía social como modelo de desarrollo social y económico capaz de ofrecer actividades económicas de alto rendimiento, inclusivas y sostenibles que sirvan al interés colectivo.

o Seguir desarrollando condiciones marco comunes para la economía social, ofreciendo seguridad jurídica y acceso a una financiación adecuada para las entidades de la economía social a lo largo de todo su ciclo de vida.

Como señaló Yolanda Diaz en la presentación de este documento estratégico, “nuestro compromiso es claro: seguimos necesitando una agenda social europea reforzada que amplíe derechos en este nuevo ciclo”, en un contexto en el que las reformas llevadas a cabo en España han funcionado bien y  avances como la reducción de la tasa de temporalidad y desempleo, gracias a medidas como la reforma laboral, las subidas regulares del salario mínimo interprofesional (SMI), la protección de las trabajadoras del hogar, personas LGTBIQ+ o con discapacidad se han valorado positivamente en el Semestre europeo por la Comisión Europea.

Considerar por tanto que en esta nueva legislatura no hay condiciones para avanzar en el desarrollo de derechos sociales es un error, aun que el equilibrio de posiciones políticas sea más precario en la Unión tras los resultados electorales. A fin de cuentas, una situación semejante es la que se experimenta en España desde las elecciones del 23 de julio, y es evidente que solo avanzando en el desarrollo de derechos laborales y sociales se puede mantener un proyecto de cambio y de progreso. Aunque no todos en el Gobierno de coalición entiendan que ese es el único camino.

 

  

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