La Confederación
Sindical Internacional (ITUC / CSI) está impulsando una campaña entre sus
organizaciones afiliadas en defensa de la democracia. En ella, no sólo se pone
de relieve la coincidencia de n número muy importante de elecciones políticas
en el inmediato futuro, sino de manera principal la capacidad de irrupción de
granes corporaciones en ese proceso. La CSI ha elaborado por primera vez una
lista de empresas multinacionales que socavan la democracia, a la vez que denuncia
la convergencia de posiciones de corporaciones extraordinariamente potentes a
nivel global y los postulados Alt Right , exrema derecha o populismo autoritario en
numerosos casos.
El tema
resulta extremadamente interesante y como suele ser habitual, se trata de una
campaña que prácticamente está ausente de las noticias que los grandes (y
pequeños) medos de comunicación suministran a la opinión pública. La denunica de las siete grandes corporaciones que socavan la democracia debería ser conocida y discutida por la ciudadanía. Por eso, con la modestia que da estea pequeña ventana de discusión, se
incorpora al texto de esta entrada la comunicación pública que el sindicalismo
internacional, en la víspera del 7 de octubre, ha dado a conocer.
La lucha por la
democracia en las instituciones internacionales
En un año histórico para la
democracia, en el que aproximadamente 4.000 millones de personas acudirán a las
urnas para elegir nuevos gobiernos, los sindicatos están haciendo campaña Por
la Democracia en el trabajo, en la sociedad y en las instituciones internacionales.
Millones de trabajadores y trabajadoras ya se han movilizado para conseguir
cambios políticos en vísperas de las elecciones, organizándose para ampliar el
poder de los trabajadores, o emprendiendo huelgas militantes en el trabajo.
Están luchando en todo el planeta por “una democracia sólida y receptiva con la
que trabajadores y trabajadoras marquemos juntos el rumbo en nuestras
comunidades, lugares de trabajo, países e instituciones internacionales”.
Esta campaña de gran alcance
centra ahora su atención en las instituciones internacionales de alto nivel,
donde las delegaciones estatales negocian normas, tratados y objetivos clave
que configuran eficazmente el mundo del trabajo y, por ende, el conjunto de la
sociedad.
Cuando los gobiernos se reúnen en
Nueva York (Estados Unidos) para asistir a la Asamblea General de las Naciones
Unidas (AGNU) y a la Cumbre del Futuro (SOTF), cuando se reúnen en Washington
(Estados Unidos) para las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional (FMI), y cuando se reúnen en Bakú (Azerbaiyán) para la
Conferencia de las Partes (COP 29) que se celebra anualmente, se encuentran con
sindicatos democráticos que reclaman un Nuevo Contrato Social que constituye el
plan del movimiento sindical por “un mundo en el que la economía esté al
servicio de la humanidad, en el que se protejan los derechos y se preserve el
planeta para las generaciones futuras”.
Pero existe otra fuerza, que en
realidad nadie ha elegido, que pretende controlar los asuntos mundiales. Una
fuerza que fomenta una visión competitiva del mundo que preserva las
desigualdades y la impunidad de actores malintencionados, financia a actores
políticos de extrema derecha y otorga mayor valor al beneficio privado que al
bien público y planetario. Esa fuerza es el poder corporativo.
En consulta con aliados sociales,
federaciones sindicales internacionales e investigadores, la CSI está
examinando estudios de dominio público para identificar a los principales
actores del mundo corporativo que se benefician socavando la democracia a todos
los niveles.
La CSI ha elaborado una lista de
empresas que socavan la democracia, a saber, de empresas emblemáticas que se
benefician económicamente a costa de vulnerar persistentemente los derechos
humanos y sindicales, de monopolizar los medios de comunicación y la
tecnología, de exacerbar la catástrofe climática y de privatizar los servicios
públicos. Representan un amplio mundo corporativo que protege y expande sus
propios beneficios socavando la democracia.
Estas empresas llevan a cabo
complejas actividades de lobby para socavar la voluntad popular y desbaratar
políticas globales existentes o incipientes que podrían exigirles
responsabilidades. Están siempre dirigidas por individuos extremadamente
pudientes que apoyan y financian a políticos y partidos de extrema derecha para
favorecer sus propios intereses. Cuando se hace con el poder, la extrema
derecha desacredita y priva de fondos a instituciones internacionales
democráticas; baja los impuestos a los ricos y a las corporaciones; recorta los
salarios vitales; favorece la financiación bilateral de la ayuda en detrimento
del multilateralismo; y reprime los derechos humanos, sindicales y
democráticos, como deja patente el Índice Global de los Derechos de la CSI.
Conseguir una agenda de los
trabajadores en las instituciones internacionales
En su 5º Congreso Mundial de
2022, la CSI anticipó esta convergencia del capital y la extrema derecha:
“Aunque el llamamiento a favor de un Nuevo Contrato Social está ganando
impulso, únicamente podrá tener un impacto duradero (…) si consigue resistir la
inevitable oposición de las fuerzas políticas regresivas y del poder
corporativo”. La CSI también advirtió de que “los propios procesos e
instituciones internacionales, que pueden y deben sentar las bases para la
inclusión, la prosperidad compartida y un futuro sostenible, se han visto
severamente debilitados” y “requieren una reforma fundamental para que puedan
cumplir el papel que les corresponde a la hora de implementar el Nuevo Contrato
Social”.
Efectivamente, para que las
instituciones internacionales reflejen la voluntad democrática de los
trabajadores, deben someterse a reformas para protegerse de las empresas que
socavan la democracia y de las fuerzas antidemocráticas a las que estas financian.
Por eso la CSI está haciendo campaña Por la Democracia en las instituciones
internacionales:
• Solicitando
a los gobiernos que adopten un tratado internacional vinculante que aborde el
poder y el impacto de las corporaciones transnacionales sobre los derechos
humanos de millones de trabajadores y trabajadoras.
• Reclamando
una reforma exhaustiva de las estructuras económicas internacionales para
allanar el camino a procesos de toma de decisiones más democráticos e
inclusivos, que den más prioridad al bienestar público y a los derechos humanos
y las normas internacionales del trabajo que al beneficio privado.
• Protegiendo
y promoviendo el multilateralismo democrático para que nuestras instituciones
reflejen la voluntad de los trabajadores de todos los países.
• Acelerando
el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible y una Agenda 2030 que
beneficie a los trabajadores y las trabajadoras, en particular la adopción
urgente de salarios mínimos vitales.
• Concibiendo
y avanzando en la adopción de una arquitectura fiscal justa, nuevos
instrumentos financieros, impuestos justos y el alivio de la deuda, para
trasladar los costes del progreso mundial a quienes más pueden permitírselo, en
lugar de a quienes más sufren en la actualidad.
Empresas que socavan la
democracia 2024
Empresas que socavan la
democracia es un proyecto en curso que seguirá identificando a empresas líderes
del mercado que contribuyen a las repercusiones adversas del poder corporativo
en la democracia en el trabajo, en la sociedad y en las instituciones internacionales.
Estas empresas han servido de plataforma o han financiado a fuerzas políticas
autoritarias y de extrema derecha, y son objeto de denuncias y campañas activas
por parte de sindicatos y movimientos sociales de todo el mundo. La lista se ha
elaborado sobre la base de noticias, informes y estudios de dominio público,
así como de consultas con diversos asociados, a saber:
• Para
identificar la relación que existe entre el poder corporativo y los políticos
de extrema derecha, la CSI colabora con la Internacional Reaccionaria y con The
Autonomy Institute.
• Para
hacer un seguimiento de la cooperación que mantienen las empresas con las
organizaciones de trabajadores, la CSI consulta a sus asociados de la
Agrupación Global Unions.
• Para
conocer las violaciones de las empresas y las respuestas a las solicitudes de
reparación, la CSI examina la información pública del Comité sobre el Capital
de los Trabajadores, el rastreador de infracciones Good Jobs First
Violations Tracker y las páginas sobre empresas del Business and
Human Rights Resource Center.
• Para
comprender la influencia de los grupos de presión que utilizan las empresas, la
CSI recurre, entre otros recursos, a los estudios del Transnational Institute.
1. Amazon.com, Inc.
2. Grupo
Blackstone
3. ExxonMobil
4. Glencore
5. Meta
6. Tesla
7. The Vanguard Group
Solo el principio
Aunque estas siete empresas
figuran entre las que más atentan contra la democracia, no son en absoluto las
únicas. Ya se trate de empresas estatales de China, Rusia o Arabia Saudí, de
contratistas militares del sector privado o de empresas tecnológicas emergentes
que incumplen la normativa, la CSI y sus socios seguirán identificando y
rastreando a las empresas que socavan la democracia, así como los vínculos que
mantienen con la extrema derecha.
La CSI considera que la causa
fundamental de la crisis a la que se enfrenta la democracia es “la imperante
economía mundial neoliberal controlada por corporaciones”. Esta tara
fundamental se traduce en el bloqueo de políticas progresistas y en la consolidación
de desigualdades en todo el mundo. Sin embargo, la reforma de las instituciones
internacionales puede desempeñar un papel transformador en el desarrollo de un
nuevo modelo económico que ofrezca un Nuevo Contrato Social para los
trabajadores y las trabajadoras, en el que se garanticen empleos decentes,
protección social, inclusión, igualdad, derechos laborales y salarios decentes.
Esperamos que en el futuro las personas y el planeta resulten más importantes
que los beneficios derivados de prácticas perversas. Pero esto solo se hará
realidad si ganamos la lucha por la democracia en el trabajo, en la sociedad y
en el seno de esas mismas instituciones internacionales.
Descubre cómo unirte hoy a la campaña Por la Democracia
y mónica garcia, medica y madre....¿se carga la muface?
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