El 26 de agosto de 1985 moría Manuel
Sacristán, hace por tanto treinta años. Se ha dicho de él, que “fue
seguramente el intelectual marxista más prestigioso y respetado en la España
del siglo XX” (Alfons Barceló, “Noticia
y recuerdo de Manuel Sacristán”, Barcelona 2011, en http://www.ub.edu/geocrit/b3w-953.htm
) , “el filósofo español más influyente de la segunda mitad del siglo XX”, (Juan Ramón Capella, “La práctica de
Manuel Sacristán: una biografía política”, Trotta, 2005), “la cabeza más lúcida
del marxismo de España” (Gregorio Morán,
“El Cura y los mandarines”, Akal, 2014), y todo ello es cierto.
Para la gente de mi generación su nombre está unido a la creación de dos
revistas teóricas imprescindibles. Materiales, en 1977, y la revista
que va asociada a su persona, Mientras Tanto, que fundó con su
mujer Giulia Adinolfi en 1979, que
todavía hoy perdura en su versión electrónica y al que este blog ha dedicado un
recuerdo a la desaparición de su versión impresa a comienzos de este año 2015 (http://baylos.blogspot.com.es/2015/01/el-ultimo-numero-impreso-de-mientras.html).
El trabajo teórico de Sacristán es impresionante,
pero aún más posiblemente la fusión de su empeño intelectual y político con su
trayectoria vital y la fuerza de su pensamiento.
En esa línea, es muy recomendable acudir a la biografía que Juan Ramón Capella escribió veinte años
después de su muerte y que publicó la editorial Trotta. Se llama La práctica de Manuel Sacristán: una
biografía política, y la nota editorial que resume su contenido es bien
explícita:
“Manuel Sacristán Luzón (Madrid, 1925-Barcelona, 1985) introdujo en nuestra
cultura no sólo el análisis lógico y la filosofía de la ciencia, sino también
un pensamiento vivo e innovador en la estela de Marx. En este libro se aborda
su estudio, sin embargo, desde un punto de vista que contempla principalmente
al militante político y al filósofo de la política. Pues Manuel Sacristán fue
una persona enteramente comprometida. Tanto que a partir de los años setenta
inició una reflexión que puso las bases de lo que hoy llamamos el
altermundismo. Sacristán, como Wittgenstein, como Benjamin, no buscó elaborar
un sistema filosófico, sino reflexionar sobre los fundamentos de las cosas y de
las ideas. Como filósofo político Manuel Sacristán señaló tareas que han
quedado pendientes y pasos que resultan inevitables para cualquier movimiento
social que busque cambiar las cosas. Este libro ha sido escrito principalmente
para las personas jóvenes. Éstas deben saber que Sacristán vivió en su propio
tiempo cuestiones que hoy son importantes para ellas, y que las vivió
pensándolas. Una parte significativa de la práctica política de Sacristán
consistió en elaborar una reflexión volcada sobre el futuro del movimiento
emancipatorio”.
Una buena recomendación para leer en este final del verano para aquellos
que no lo conocen, y una invitación a la relectura para los que ya lo hicieron
en su momento.
Excelente aportación amigo. Y exclenete recomendación del libro del Capella, que yo ya me he leido dos veces y ojeado otras tantas. Pues no habla sólo de Sacristán, sino también de las circunstancias historicas y politicas que le tocó vivir, y eso es muy útil para entender lo que pasa hoy. Además, el libro está escrito con cariño.
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