Son ya 28 las ediciones que ha tenido el Curso de
Especialización para Expertos/as Latinaomericanos/as en Relaciones Laborales,
desde su concepción mediante la idea conjunta de Pedro Guglielmetti y Umberto
Romagnoli, y que ha ido mutando su localización y sponsors del originario Curso en Bolonia a compartirlo con la sede
de la OIT en Turin, en el cambio de siglo participar Turín y Bolonia con Toledo
en Castilla La Mancha y finalmente, asentarse en esta última ciudad, a la que
acuden a su cita anual entre 25 y 30 especialistas que luego integran el grupo
más general – los “exbecarios” – que organizan en algún país de Latinoamérica
un congreso en el que se analizan dos temas de actualidad que se examinan
transversalmente en las diferentes realidades nacionales. El de este año tendrá
lugar en Bogotá, Colombia, y el proceso de paz será el eje del mismo.
El curso de Toledo de este año tiene como título general “El derecho del
Trabajo hoy: la delicada relación entre trabajo y ciudadanía”, y se distribuye
en dos semanas. En la primera, que ya ha transcurrido, los temas presentados se
insertan en el análisis del trabajo como objeto de regulación, sus carencias y
sus fragilidades, en el mundo actual. En este sentido, el curso abrió con la
exposición de Antonio Baylos sobre
el proceso histórico que construye la noción política del trabajo que ya no es
considerado “un artículo de comercio” como señalaba el art. 427 del Tratado de
Versalles, y que está en la base de la ciudadanía social, para a partir de allí
examinar las tendencias actuales que deconstruyen este concepto. Joaquín Aparicio abordó los efectos de
la política de austeridad y en general las consecuencias de la gobernanza
económica en la Unión Europea sobre la ciudadanía social, y Joaquín
Pérez Rey se centró en el “modernizado” derecho del trabajo en torno a la
idea-fuerza de la flexiseguridad, con especial referencia al despido, mientras
que Rosario Gallardo lo hizo en
torno a los derechos colectivos de sindicación, negociación colectiva y huelga.
La propia noción de trabajo es un concepto en crisis, como desde perspectivas
ecofeministas explicó Yayo Herrero,
avanzando algunas claves feministas para hacer posible una vida digna, con una
reflexión sobre la renta mínima garantizada, y Laura Mora Cabello de Alba que desplegó una reflexión amplia sobre el
trabajo que sostiene la vida. En esa misma mirada crítica sobre un trabajo que
no permite ya la seguridad existencial, Fernando
Rocha discurrió sobre la precariedad laboral y la exclusión social que
manifiesta en la pobreza, cada vez más presente en las sociedades
desarrolladas, mientras que Francisco
Trillo intervino rescatando la posibilidad de unas políticas diferentes,
que garanticen el trabajo, desde una perspectiva diferente a las políticas de
empleo actuales, el llamado trabajo garantizado como proyecto.
En paralelo, Fernando Valdés desarrolló
el tema de la ciudadanía en la empresa, anudándolo al de los derechos
fundamentales en la relación de trabajo, con una extensa referencia a la construcción
de la jurisprudencia constitucional española – y su más reciente involución – y
la semana se cerró el día de hoy, viernes, con una mesa redonda de los interlocutores
sociales, sindicatos, administración pública y empresariado, y una reflexión
general proveniente de la experiencia argentina, a cargo de Carlos Tomada, que fue Ministro de
Trabajo durante catorce años ininterrumpidos.
La siguiente semana se abre con una intervención doble de importantes
exponentes de la OIT: el Director de la Oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto, que relaciona la noción
de trabajo decente con la base de la ciudadanía social, y la de Raymond Torres, Director del Instituto
Internacional de Estudios Laborales de la OIT, que dedica su intervención al
análisis de las desigualdades – acentuadas por la crisis – en el mundo. A
partir de ahí continúan los ponentes de
las universidades italianas invitadas, que permite por tanto una doble mirada
sobre el tema, muy enriquecedora. Donata
Gottardi expone las “variaciones” sobre la ciudadanía europea, y Laura Calafá examina el rol que el
derecho cumple en la regulación de los flujos migratorios en relación con la
inclusión social. Tras estas profesoras de la Universidad de Verona, Andrea Lassandari propone como tema de
debate la tutela del trabajador en cuanto ciudadano y del ciudadano en cuanto
trabajador, con una reflexión final sobre la ambigüedad del welfare empresarial, y Federico Martelloni se dedica a
explorar los confines de una tutela ampliada del Derecho del Trabajo, de su
ámbito de aplicación. Los dos últimos días los ocupan Guido Balandi hablando del
espacio para la protección social en la noción de ciudadanía social, mediante
el examen de la previsión, la asistencia y la propiamente denominada renta de
ciudadanía. Luigi Mariucci cierra el
ciclo iniciado con una reflexión que acoge una buena parte de los contenidos
desgranados en el seminario, al concluir que entre trabajo ciudadanía se establece una “relación difícil”.
El jueves por la noche hay una cena de todo el grupo de alumnos y sus
profesores, que precede al cierre del curso, el viernes por la mañana, con una
conferencia de Umberto Romagnoli que lleva por título “Constitucionalismo
moderno y Derecho del Trabajo”, y que seguramente generara el seguimiento
entusiasta habitual de las intervenciones del maestro. Tras ella, se produce la
exposición pública del trabajo de los grupos, el acto de calusura y la entrega
de diplomas y en fin, la consabida foto de familia.
Un curso que está plenamente asentado gracias a la presencia y al aliento
imprescindible de su Coordinador General, Pedro
Guglielmetti, que sigue como activo sostenedor de la red de contactos y de
afectos que se replica en el amplio grupo de los “ex becarios” que se despliega
por toda América Latina, y que, como cada año, examina problemas acuciantes de
la regulación social del trabajo en un espacio cultural común caracterizado por
el espíritu crítico de una lógica emancipatoria.
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