La
trascendencia democrática de las asociaciones empresariales está garantizada, al
lado de la de los sindicatos, en el art. 7 CE para la defensa de los intereses
económicos y sociales que les son propios. Este reconocimiento institucional ha
dado pie a la elaboración de la noción de la mayor representatividad, que en el
caso de los sindicatos, se puede verificar de forma objetiva a través del mecanismo
de la audiencia electoral, mientras que en el caso de las asociaciones
empresariales se tenía que recurrir a la declaración autorreferente por parte
de las grandes asociaciones - CEOE, muy pronto confederada con CEPYME – de su
condición de mayor representatividad.
Esta representatividad
autoconcedida y aceptada ha funcionado sin problemas – excluidas del ámbito
socio-laboral las Cámaras de Comercio – en el plano de la participación
institucional, pero ha ocasionado algunos problemas en el terreno de la
negociación colectiva, en ocasiones propiciado por las propias patronales de algunos
sectores, que pretendían impedir la conclusión de convenios colectivos de
eficacia normativa y general o incluso favorecer directamente la contratación
colectiva extraestatutaria para poder escoger directamente a su interlocutor,
pero otras veces los problemas los ha causado la competencia entre diversas
asociaciones empresariales, afiliadas o no a la CEOE-CEPYME, por afirmar su
mayor implantación en el sector y su exclusión de la mesa negociadora. Hay una
relativamente amplia litigiosidad sobre este asunto.
También el momento histórico que
ha marcado la irrupción de la crisis sanitaria derivada del Covid-19 ha
producido alteraciones significativas en el ámbito de la representación
empresarial, todavía no publicitadas en los medios de comunicación, siempre más
proclives a informar sobre la creación de autodenominados sindicatos afectos a
ideologías ultraderechistas, como sucedió con la avalancha de noticas sobre
Solidaridad, “el sindicato que defiende a los trabajadores de España”, en los
noticieros y diarios en las inmediaciones del Primero de Mayo. Sucede sin
embargo, que por un lado, algunas poderosas empresas de plataformas digitales
del sector de la entrega de comida, como Glovo, ha abandonado la asociación
empresarial, amenazando con crear una patronal de sector enfrentada a la que se
agrupa en la CEOE. Pero posiblemente el hecho más significativo lo constituya
la convocatoria pública de presentación de una nueva asociación empresarial que
agrupa a trabajadores autónomos – excluida ATA, adherida a la CEOE-CEPYME – y a
otras asociaciones empresariales de la pequeña y mediana empresa, en la que el
peso territorial de PIMEC, la muy representativa asociación patronal de la
pequeña empresa catalana, es sin duda importante.
Se trata de un hecho que tiene
una significación política evidente y que hace entrar en el tablero de la
negociación colectiva y de la representación institucional a otro sujeto económico
diferente del que hasta ahora ostentaba en régimen de monopolio la capacidad de
representar a todas las empresas, grandes y pequeñas, es decir, la CEOE-CEPYME.
Por eso el directorio de este blog ha encargado a Maria José Landaburu,
secretaria general de UATAE, que efectuara, en rigurosa exclusiva, una crónica
de este acto para su publicación en esta página. Con nuestro agradecimiento
pleno, este es el resumen del acto y la valoración del mismo.
Nace la nueva patronal que aspira representar a los más
pequeños
Este pasado viernes se celebró el
acto de presentación de la nueva patronal de autónomos y pymes, CONPYMES. La
Confederación que representa a más de 2 millones de empresas, nace con el objetivo
de ser un nuevo altavoz del tejido productivo de nuestro país. Y se configura
en torno a un proyecto transformador que aspira alcanzar un modelo económico
más inclusivo y justo. Atendiendo a las cifras; más del 99,8% del tejido
productivo en España corresponde a pequeñas y medianas empresas. De ellas, más
del 85% son micropymes (con hasta 9 empleados y empleadas asalariadas). Por
ello, desde CONPYMES defienden y justifican el paso dado adelante, en torno a
la necesidad de crear una organización que se base y haga propios los
principios de pluralidad, siendo capaz de aglutinar a través de este proyecto
que se alza como estructura para la defensa de los intereses y derechos de
todos los representados.
A la apertura de la jornada
acudió la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que aprovechó su
intervención para resaltar la importancia del papel que ejercen las pequeñas y
medianas empresas dentro del marco europeo. Y como recordó “más del 99% de las
empresas de la Unión Europea son pymes que dan empleo a unos 100 millones de
personas y que generan más del 50% del PIB de la Unión Europea”. Su presencia, sirvió
para ilustrar los cambios que se están dando y los que quedan por venir, en
palabras de la propia Díaz se tradujo en la necesidad de apostar por “el
impulso de las pymes, autónomos y autónomas como protagonistas del cambio
porque en este país van a cambiar muchas cosas y es imposible renunciar a todo
lo que aportáis a la riqueza y al empleo”.
No es casual, por tanto, que,
tras la coyuntura actual, con la crisis sanitaria derivada de la pandemia
mundial, que ha hecho evidente y visible la brecha existente, la desigualdad y
precariedad que atraviesa gran parte de los sectores que conforman las
micropymes y pymes y que son el principal motor de sustentación de la base de
nuestra economía, hayan decidido apoyar y adherirse a este proyecto aglutinador
que se estructura, precisamente para fijar una hoja de ruta que dé respuesta a
estas vicisitudes. Hubo espacio durante el acto para reflexionar y profundizar
en el avance hacía una nueva economía “más comprometida con su entorno, basada
en la igualdad de oportunidades, apoyada en un crecimiento económico sostenible
por el interés general y la obtención de un beneficio justo para todos” tal
como añadía el presidente de CONPYMES, José Luis Roca. También, hubo
críticas con respecto a la falta de firmeza, ante lo que tendría que haber sido
una respuesta unitaria, para la defensa de mejores condiciones en la
reestructuración de los préstamos ICO facilitados durante la pandemia, así como
la falta de explicación en la repartición de los fondos europeos Next
Generation. Por eso, durante la intervención del vicepresidente primero y
portavoz de CONPYMES, Antoni Cañete, destacó elementos como que “por
primera vez las pymes españolas van a tener una voz propia e independiente i
autónoma, a través de una organización que va a defenderlas y representar sus
intereses situándolas en el puente de mando de la economía”.
Hubo espacio, también para
recordar la necesidad de trabajar para la eliminación de las desigualdades
existentes y así lo reflejó, María José Landaburu, vicepresidenta de
CONPYMES y secretaria general de la Unión de Autónomos UATAE: “CONPYMES nace
como una apuesta que trasciende la defensa de unos intereses de parte: ponemos
en valor el capital humano, en términos de talento, de creatividad, de
resiliencia y experiencia que los autónomos y autónomas y las pymes
representamos, imprescindibles para afrontar el futuro de este país y retos tan
importantes como el de la plena igualdad de género, la transición ecológica o
la reconstrucción económica y social tras la pandemia”. De su intervención, se
desprendía, también, la necesidad de reivindicar y poner en valor el “capital
humano” que acompaña y es inherente a la realidad del trabajo autónomo y de las
pequeñas empresas. En numerosos foros y espacios económicos se reivindica el papel
del capital, pero en esta ocasión hubo aportaciones que abanderaban la creación
de empleo, no concebida únicamente como generadores de riqueza, sino como la
función social que ocupan dentro del marco laboral, en cuanto al valor añadido
que pueden aportar. Entendido como los valores que sirven para cohesionar y que
repercuten en positivo en la ciudadanía, como son; el talento, la creatividad,
innovación, que aportan los trabajadores y que termina reflejándose en un patrimonio
intangible pero decisivo para nuestra economía.
Fueron varias las organizaciones
(PIMEC, COAG, UATAE, FENADISMER, ANPIER, ACEDE, ASNEM, AET, AFELÍN, ANCOPORC,
ANTA, ANITEAF, ANETRA, ASPEC, CEL, CES, COACB, FEDEPE, FEVITUR, PIMEEF, PIMEM,
PIME Menorca, PMcM Y PROLASA) que acudieron y que pudieron intervenir en un
formato más limitado de tiempo que permitió concretar la visión y necesidades
de los distintos sectores. A nivel institucional al acto acudieron representantes
políticos, como Pablo Echenique de Unidas Podemos; Ferran Bel Accensi
de PDCAT; Joan Capdevila i Esteve, Esquerra Republicana; Sofía
Castañon, co portavoz de Unidas Podemos en el congreso, Begoña Gómez,
directora de la Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social
Competitiva de la UCM o Valeriano Gómez, ex ministro de Trabajo.
En definitiva, el nacimiento de
CONPYMES supone un nuevo movimiento en las fichas de un tablero que parecía
inamovible, y se erige como un proyecto plural y aglutinador. Con una puesta en
escena que ya cuenta con gran apoyo institucional y de los sectores más
representativos del tejido productivo de nuestro país y que pretende ser esa
herramienta de transformación hacia modelos económicos que apuestan por la
inclusión. Nacen para no hacer frente a nada ni van contra nadie. Pero sí,
podemos tener claro que van a ocupar ese vacío existente hasta el momento.
Porque el nacimiento de CONPYMES pone implícitamente en cuestión la legitimidad
de la CEOE como interlocución patronal exclusiva en el diálogo social, ya que
mientras que los sindicatos cuentan con una fuente de representatividad
democrática por los trabajadores (elecciones sindicales), la CEOE ha venido
disfrutando de una especie de “representatividad otorgada”. La ley debería
asegurar mecanismos participativos democráticos para el tejido empresarial y en
todo caso, y hasta que eso ocurra, si el criterio es de “notoriedad” de las
organizaciones, CONPYMES la tiene. Por tanto, tenemos ante nosotros una
organización que supondrá un gran balón de oxígeno para micropymes, pymes y
empresas y que a su vez no dejará de lado la posibilidad de trabajar por
construir una sociedad más solidaria, próspera, dinámica y abierta.
Lo siento, pero no hay que ser adivino para ver que esta CONPYMES es un contraataque a la patronal desde el socialismo y fuerzas de izquierdas.
ResponderEliminarEl problema es que, en general, el que se monta una empresa, emprende o es autónomo, no se afilia ni a Podemos, ni al PSOE. eSTO es así. Y menos a una asociación de autónomos creada por sindicatos de asalariados.
Si no mantienen un nivel coherente, acabarán sinedo presos de sus disparates en la hemeroteca. Y a toro pasado, se pasa mucha verguenza afirmando cosas que el tiempo pone en su sitio.