viernes, 26 de noviembre de 2021

LA APROPIACIÓN DE LA MANIFESTACIÓN POLICIAL POR LA DERECHA Y ULTRADERECHA

 


(En la foto, Pablo Casado y cuca Gamarra en la concentración poliical del dia 24)

Es de todos conocido que mañana sábado 27 de noviembre el sindicato de policía JUSAPOL ha convocado en Madrid una manifestación contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana que se encuentra en trámite en el Congreso por entender que el texto propuesto por el Gobierno "atenta gravemente contra el trabajo diario de todos los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad". Esta manifestación continua las concentraciones que se han ido efectuando ante las Delegaciones de Gobierno el 24 de este mes. Más de 40 organizaciones policiales han respaldado por ahora este calendario de protestas y han prometido la asistencia a la manifestación, que comenzará a las 11,30 desde la Puerta del Sol con el lema “No a la inseguridad ciudadana”.

Una buena parte de los motivos esgrimidos por los convocantes para explicar que el cambio legislativo dificulta su labor de protección de derechos y libertades de la ciudadanía – que JUSAPOL reduce a la consecución de la seguridad dela misma – son argumentos que no se corresponden con lo previsto en el texto proyectado, y como tal ha sido puesto de relieve por varios medios de comunicación, que han señalado el falseamiento interesado y consciente de estos reproches a una norma que no dice lo que el sindicato convocante dice que afirma. ( Por ejemplo, https://www.eldiario.es/politica/omisiones-carga-ideologica-decalogo-protesta-policial-reforma-ley-mordaza_1_8518493.html, pero también https://elpais.com/espana/2021-11-25/la-reforma-de-la-ley-mordaza-y-las-criticas-de-los-policias-a-examen-el-delincuente-tendra-mas-veracidad-que-nosotros.html )  

No es este sin embargo el objeto de esta entrada, sino la utilización de esta convocatoria por parte de PP y Vox para dar cobertura política a esta plataforma. En efecto, “PP y Vox dan alas a la protesta organizada por los sindicatos policiales y las asociaciones de guardias civiles contra la reforma de la ley mordaza anunciada por PSOE y Unidas Podemos en cumplimiento del pacto de Gobierno que suscribieron hace dos años y de sus respectivos programas electorales. Y no sólo eso: las dos principales formaciones de la derecha han asumido el discurso sindical que afirma que los cambios en la ley van a desproteger a los agentes”, un discurso de dudosa verosimilitud (https://www.infolibre.es/politica/pp-vox-agitan-policias-guardias-civiles-reforma-ley-mordaza-falsa-desproteccion_1_1213283.html) .

Dentro de la bicefalia popular, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Diaz Ayuso, en su condición de cargo institucional, ha advertido que acudirá a la manifestación. Con su natural condición hiperbólica, ha explicado que “quieren que el terror impere en las calles”, propósito indudablemente nefasto frente al cual su presencia es imprescindible. Por su parte, Pablo Casado ha estado presente en las concentraciones del día 24 convocadas por el sindicato policial y compromete también su presencia, junto con la del alcalde de Madrid, en la manifestación del sábado. Vox igualmente ha reafirmado su respaldo a la manifestación y reforzará su asistencia con la presencia del líder de esta formación política, Santiago Abascal. Como de costumbre, ha anunciado a su vez que presentará un recurso de inconstitucionalidad contra el texto que el congreso apruebe al respecto. También Ciudadanos, a  través de Edmundo Bal, se ha unido a esta iniciativa.

La manifestación sindical aparece así ante la opinión pública como una nueva versión de la foto de Colón que simbolizó el frentismo de la derecha y la ultraderecha contra el bloque de progreso y de gobierno. La novedad es que esta movilización que tiene como objetivo desgastar y deslegitimar la acción general del gobierno, se apoya ahora en un movimiento sindical muy específico, el que agrupa a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad contra la modificación del marco normativo de su actuación policial en materia de preservación de la seguridad de la ciudadanía. La acción política de estos tres partidos se sostiene ahora superponiéndose a la acción reivindicativa del sindicato policial, que forma parte, según el líder del PP, de un inmenso “tsunami social” contra el gobierno.

Es muy ilustrativo recordar lo que decían los dirigentes del Partido Popular ante la convocatoria de acciones de protesta contra la reforma laboral del 2012 que culminaron en dos huelgas generales. Era un discurso que oponía la “política” al trabajo o la profesión, de manera que la reivindicación de derechos era siempre “política” y por consiguiente “ajena” al interés de los trabajadores y que iba unido a una indisimulada hostilidad antisindical. La consideración peyorativa de las acciones reivindicativas sociales que cuestionaban las decisiones del poder público no se basaban en la defensa de los planteamientos y propuestas mantenidos por quien tenía la mayoría en el Parlamento, sino en el argumento de que la reivindicación “política” era contraria a las propuestas puramente profesionales o laborales.

En el caso de la manifestación del sábado, el argumento de las tres derechas, entre las que destacan para la foto finish el PP – con Ayuso – y Vox – con Abascal – es exactamente el contrario. Sólo se defiende el trabajo de la policía si se reivindica el mantenimiento de un marco legal de actuación que la mayoría legislativa y social quiere modificar. Ambos partidos políticos de derecha y ultraderecha se instalan en la fuerza social de las organizaciones de Policía y Guardia Civil como elemento central de su política de deslegitimación del gobierno.

La neutralidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad queda con esta manifestación en la que se incrustan los partidos de la derecha extrema muy cuestionada. La lectura que se ofrece al público es la de que los miembros de la policía y de la guardia civil no pueden pertenecer a partidos políticos, pero si pueden hacer la política de éstos. Como sucede con la bandera española, la derecha y la ultraderecha se apropian de ese símbolo nacional y lo convierten en una seña de identidad partidista. En este caso el mecanismo de apropiación es la participación activa de los líderes del PP y de Vox absorbiendo en su ideario y plataforma política las reivindicaciones de los sindicatos policiales.

Las consecuencias de esta fusión entre la derecha extrema y la ultraderecha con los cuerpos policiales son muy negativas frente a una parte de la opinión pública ante la cual la imagen de estos cuerpos de seguridad se está deteriorando al resaltarse ciertos perfiles antidemocráticos en su interior. Como cuerpo separado de la sociedad, este desgaste no es percibido con la gravedad que puede tener como inicio de un cierto desgajamiento de la confianza social en su actuación. Que los sindicatos de policía – la Guardia civil tiene prohibida junto a la afiliación política, la afiliación sindical – se presenten como compañeros de viaje de la derecha y la ultraderecha en nuestro país supone una mala decisión para la acción colectiva de estos grupos de empleados públicos cuya razón de ser es la defensa a ultranza de los derechos democráticos que fundan la convivencia social. Asumir como propio el reflejo autoritario que ostenta Vox como seña de identidad y al que el PP concurre reivindicando su primacía en este terreno (sin que se sepa realmente cual es el papel que en este asunto quiere desempeñar Ciudadanos, un partido que había nacido al parecer para defender un ideario liberal) es una opción equivocada.

No todos los sindicatos policiales sin embargo están a gusto con este acoplamiento. Sería importante que al menos en el relato que explique su participación en esta movilización corporativa se dejaran claros los límites y el alcance de su posición. Ser fagocitados por la mentira y el desgaste antidemocrático no es una buena forma de hacer prosperar el interés colectivo de los miembros de los cuerpos de seguridad.

3 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. Han ido a la oancarta y a la alcachofa de los medios por su obsesion con el gobierno. La reivindicacion, discutible, queda relegada. Flaco favor. Los partidos, tambien los de izquierda, pueden apoyar una causa, pero a estos se les ha visto el plumero oportunista

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  2. Terrible. Fue la palabra que más repitió, y con la que concluyó Javier Pérez Royo su conferencia aquí el otro día en Sevilla. Lo que nos queda por pasar en estos años será terrible. No hay consciencia suficiente sobre qué ha significado el PP y el Aznarismo para nuestro país, y menos con sus conexiones internacionales. Es delincuencia organizada y el escudo protector de todas las delincuencias organizadas, de todas las burbujas y agentes comerciales 'empotrados' en todos los estamentos. No tienen nada que perder y sabotearán las instituciones, la democracia, la convivencia... seguirán fomentando la mala educación y la barbarie social. Javier resalto que ya el ejercito no es problema. Pero creo que sí esto que cuentas aquí, querido amigo y maestro, unido al la 3ª fase del lawfare (jueces y sentencias aberrantes que luego mueven medios y políticos tóxicos, y esas redes cada vez mas potentes de mentiras). El (neo) fascismo avanza, también como reacción a aquello que escribi en 'La belleza del buen gobierno'): https://cambioecosocial.wordpress.com/.../la-belleza-del.../

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