Son tantas las noticias interesantes que se agolpan estos días, que las entradas de este blog no dan tregua. Hoy, 20 de
julio, se presentó en Madrid ante los secretarios generales de CCOO y UGT el
manifiesto que la Confederación Europea de Sindicatos (CES) a través de su
secretaria general Esther Lynch, ha emitido frente a las elecciones que
se deben celebrar en nuestro pais el 23 de julio y en el que solicitan el voto “para
los partidos políticos que permitan reelegir un gobierno progresista en España”.
La implicación tan activa del
sindicalismo europeo en este proceso electoral tiene que ver desde luego con el
lógico alineamiento de la confederación europea con las posiciones de los sindicatos
más representativos españoles que han manifestado públicamente la necesidad de
que la ciudadanía avale con su voto la obra reformista de estos tres años y
media del gobierno de coalición, pero obedece asimismo a otros motivos
importantes, tal como ha explicado Unai Sordo en un esclarecedor texto
publicado en su blog (https://unaisordo.com/las-elecciones-espanolas-son-tambien-elecciones-europeas)
El primero de todo, por la situación
muy complicada en la que se sitúa la Unión Europea al hallarse inmersa en la
crisis derivada de la guerra de Ucrania sin que por tanto se haya podido
efectuar con una mayor seguridad el comienzo de la recuperación y
transformación que se pretendía tras la epidemia del Covid a través de los
fondos Next Generation. Este momento crítico se corresponde con la revisión
de los marcos de la gobernanza económica de la Unión Europea, de forma que “está
en disputa la correlación de fuerzas o bien para profundizar en una integración
europea que refuerce las políticas comunes como ocurrió en la pandemia, o bien para acelerar la vuelta a los corsés
respecto a la deuda pública y el déficit, a una segunda vuelta a las políticas
de austeridad, y por tanto al empobrecimiento de países como España”. Y aunque
hay una propuesta ya en marcha, su aprobación no es segura, y se encuentra
sometida a las presiones muy fuertes de quienes vuelven a la defensa de las
posiciones neoliberales clásicas.
El segundo punto, muy relacionado
con el anterior, es la constatación de una fuerte tendencia a la revigorización
de un pensamiento neoautoritario y excluyente, con fuertes tensiones
antifeministas y xenofóbicas, que en términos políticos se traduce en la afirmación
de un soberanismo nacional político combinado con la contracción de los
derechos civiles y sociales, que puede ganar posiciones a nivel global
especialmente en las próximas elecciones del año 2024, de manera que la
preocupación por “el peso que tomen las fuerzas antieuropeas, neo-nacionalistas
y reaccionarias de ultraderecha, que son ya un riesgo para la propia viabilidad
de la Unión Europea y una seria amenaza para la defensa de los derechos
democráticos y las libertades civiles que deben formar parte de la esencia del
proyecto europeo”, ve en el ascenso del tándem Partido Popular / Vox una seria
amenaza tras lo sucedido en Italia el octubre pasado. Un convergencia entre
planteamientos iliberales en lo político y el retorno a las estrategias de la
austeridad en la gobernanza económica de la Unión.
Esto hace que el terreno del
juego que se libra en España forma parte del tablero europeo y se traduce en la
posibilidad de incidir en la formación de las nuevas reglas de la gobernanza y
en el avance de los desarrollos del pilar social europeo como elementos clave
de un futuro próximo que avale el marco institucional que regula los derechos
laborales y sociales – en especial las pensiones públicas – conseguido en el último
período a partir de la reforma laboral y de la doble intervención sobre el sistema
de pensiones.
Este es por tanto el campo en el
que se despliega también el proyecto sindical de CCOO y UGT, que se decanta
claramente en favor de una mayor integración europea. Insiste en este tema de
manera muy clara Unai Sordo: “Dotar a la UE de una mayor capacidad
fiscal mediante deuda europea como hicimos en la pandemia. Necesitamos un
gobierno español militante en este terreno, como lo fue con los fondos Next
Generation o con la llamada “excepción ibérica” que nos ha permitido bajar
la inflación del 11% a estar por debajo del 2%.”
Desde estas premisas, el
sindicalismo europeo toma partido en estas elecciones. El manifiesto que se ha hecho
público hoy en Madrid lo reitera, como se puede comprobar mediante la
traducción del mismo al castellano que se hace a continuación.
MANIFIESTO EN APOYO DE UN GOBIERNO PROGRESISTA EN ESPAÑA
El 23 de julio, los ciudadanos
españoles tienen una cita con las urnas para elegir el destino del país, para
decidir qué Gobierno asumirá la responsabilidad de dirigir España en los
próximos años. La importancia de estas elecciones es innegable. El mundo, y
Europa en particular, está viviendo una oleada de conservadurismo y extrema
derecha sin precedentes.
Fuerzas profundamente
reaccionarias están alimentando una retórica de crispación y deslegitimación de
las instituciones que podría tener graves consecuencias para un orden mundial
justo y sostenible. Las propuestas económicas diseñadas a la medida de los
intereses de las élites y a favor de la precariedad laboral, la degradación del
funcionamiento de las instituciones del Estado de Derecho, las narrativas
negacionistas sobre el cambio climático, la hostilidad y discriminación hacia
la diversidad sexual y las amenazas al avance del movimiento feminista,
impulsadas por la reacción, ponen en peligro derechos y libertades consolidados
en muchas sociedades. También pueden obstaculizar y bloquear su expansión a
otras partes del mundo, donde son tan necesarios para construir sociedades más
justas y reducir los intolerables niveles de pobreza. Frente a las propuestas
que desconocen y niegan la existencia misma de los valores colectivos, apoyamos
a aquellos gobiernos y partidos políticos que promueven sociedades que
progresan, avanzan y se conciben a sí mismas desde la justicia, el respeto a
los derechos humanos y la inclusión social.
Gobiernos que no abandonen a su
suerte a las personas y sectores más vulnerables, y que asuman que el progreso
sólo es posible si significa prosperidad para muchos y no para unos pocos. En
estos años convulsos, los gobiernos progresistas de coalición, encabezados por
Pedro Sánchez en España, han respondido a los graves desafíos con políticas
basadas en la justicia social. También han demostrado que a través del diálogo
social es posible impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo,
reforzando el Estado del bienestar, aumentando los derechos de la clase
trabajadora y protegiendo el medio ambiente.
Con estas políticas, España no
sólo se ha erigido en referente de gestión progresista frente a graves crisis.
También ha apostado por un orden mundial más justo, de paz y progreso, para
luchar contra la desigualdad global. El actual Gobierno de España ha sabido
encarnar la capacidad y el compromiso de gobernar con valentía para convertir
este tiempo de grandes transformaciones en oportunidades de futuro, no sólo
pensando en las necesidades de la sociedad actual, sino también sentando las
bases económicas, educativas, sociales y medioambientales para el bienestar de
las generaciones venideras. Su liderazgo ha sido clave en la respuesta europea
a las crisis sanitaria, social y económica generadas por la pandemia COVID-19.
Los fondos Next Generation
y la movilización sin precedentes de recursos para responder con solidaridad y
unidad refuerzan las bases sobre las que se asienta el ideal de una Europa
unida, siendo el Gobierno español uno de los principales impulsores de esta
respuesta integradora a las múltiples crisis mencionadas.
Por todo ello, manifestamos
nuestra preocupación por el riesgo real de regresión que las políticas
conservadoras constituyen para los trabajadores, para la igualdad entre mujeres
y hombres, para los derechos del colectivo LGTBI, para la infancia, para las
necesarias políticas de respuestas inclusivas a los efectos del cambio
climático y la transición ecológica, para la educación, para una sanidad
pública universal y de calidad, para la sostenibilidad del sistema de pensiones
o para el empleo digno. Los abajo firmantes, comprometidos con el progreso
social, la justicia en el mundo, la igualdad, la democracia y los derechos,
respaldamos este camino que ha emprendido España y pedimos el voto para los
partidos políticos que permitan reelegir un gobierno progresista en España
Este é um avanço importatíssimo para a defesa da democracia e da efetividade das atuações de um Estado de Bem Estar Social.
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