lunes, 9 de enero de 2012

CONFLICTO SOCIAL: INTIMIDACIÓN Y FORMAS DE LUCHA (HABLA LÓPEZ BULLA)



En la última entrada de su blog Metiendo Bulla, José Luis López Bulla introduce un tema para el debate de enorme trascendencia, recogiendo una idea que ya había expresado hace algunas semanas sobre la actitud de los poderes económicos y políticos de soportar las movilizaciones sociales sin variar para nada el programa de acción que en materia social, laboral y económica llevan a cabo. Se trata de la capacidad de "intimidación" de los movimientos populares y más en general del conflicto social, que lleva consigo la necesidad de un debate sobre las formas de lucha en un contexto porductivo y social transformado en el que además la crisis económica está generando una amplísima franja de no-trabajo. A continuación se reproduce la entradilla de este "post".



“Las élites económicas (o las clases altas, si se prefiere) se están desentendiendo unilateralmente del pacto del Estado del bienestar porque consideran innecesarios los costes que les pueda ocasionar, en la medida en que las clases populares han perdido capacidad de intimidación”, escribe Josep Ramoneda en su artículo en la separata de hoy en El País (el subrayado es mío). Pienso que Ramoneda da, con mucha aproximación, en el clavo.

El movimiento sindical lleva unos cuantos años con potentes movilizaciones ya sea de ámbito nacional como europeo. Y sin embargo todas ellas han sufrido un rotundo ninguneo. El problema no es, así las cosas, la ausencia o endeblez de la presión sostenida sino la ausencia de salida de las mismas o –dicho en plata— la no consecución de sus objetivos. Lo que comporta, en palabras de Ramoneda, a la “pérdida de intimidación”. Esta es una cuestión de primer orden que desafía y –no nos vayamos con remilgos— pone en entredicho las alternativas del sindicalismo confederal.


Hace tiempo que reflexioné sobre el asunto vinculando el ejercicio del conflicto social a la innovación tecnológica. Ahora el asunto se nos complica porque los poderes contrarios se encogen de hombros como diciendo “allá vosotros con lo que hacéis; no vamos a cambiar ni un ápice del guión que tenemos escrito”. Es una situación que puede acarrearnos graves complicaciones en nuestra capacidad de representación. Así las cosas es necesaria una amplía reflexión sobre ello. Y en concreto: ¿de qué manera se puede y debe ejercer el conflicto de masas para que cumpla con su objetivo?

Sugiero, por lo tanto, que es fundamental repensar estas cosas.
 
A continuación JLLB incorpora un texto de 1997 en el que relaciona el conflicto con un contexto productivo y tecnológico que ha modificado la práctica de la lucha derivada del fordismo. (http://www.lopezbulla.blogspot.com/2012/01/carmen-rodriguez-viuda-de-simon-sanchez.html). Pero seguramente que deberemos seguir reflexionando sobre estos asuntos en siguientes "entradillas" del blog.

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