martes, 16 de marzo de 2010

EN LA MUERTE DE JEAN FERRAT


Muchos no sabrán quien era, pero para la fracción francófila denominada los Chansonniers de l'oubli, del Conservatorio de Parapanda, su nombre forma parte de un panteón en el que se pasean, legendarios y orgullosos, Georges Brassens, Jacques Brel, Léo Ferré y ahora, Jean Ferrat. Como todos ellos pertenecía a una especie, la de los cantautores comprometidos con la izquierda y la emancipación del género humano. La nota necrológica española que se inserta a continuación, apenas resalta su militancia comprometida con el Partido Comunista Francés, al que sin embargo nunca estuvo afiliado. Fué concejal en la listas del PCF en el pueblo en el que vivía, y sus canciones obtuvieron récords de censura en la radio francesa. "Uno nunca se recupera de su infancia", decía, y aunque fué una persona extremadamente crítica con el estalinismo, la invasión de Checoslovaquia o la burocratización política del PCF, nunca ocultó su admiración por algunos combates llevados a cabo por el comunismo: "la lucha contra el nazismo, contra el colonialismo, contra la entronización del dinero y de la explotación". Sus últimas salidas públicas se concentraron en la lucha contra la gran industria del disco y contra los medios de comunicación cada vez mas en manos de un capitalismo concentrado, lo que suponía la muerte de la libertad y del pluralismo político, o contra el procesamiento del dirigente campesino Joseph Bové, al que apoyó como candidato "antiliberal" en las elecciones presidenciales de 2007. Su última aparición pública fué para apoyar al Frente de Izquierdas en las elecciones regionales y municipales de este último fin de semana.


(EFE) El cantautor francés Jean Ferrat murió el sábado 13 de marzo, a los 79 años de edad. Era uno de los últimos representantes de la chanson más política.

Ferrat nació en el 26 de diciembre de 1930, en la región de París. De nombre real Jean Tenenbaum, cambió su nombre al ser deportado su padre, un judío, por los nazis. Ferrat comenzó en la música tocando la guitarra en una orquesta de jazz. En 1956 puso música al poema de Louis Aragon ‘Les Yeux d’Elsa’, la canción que fue interpretada por André Claveau, uno de los más populares cantantes de la época.

Con ‘La môme’, publicada en 1960, Jean Ferrat empieza a hacerse un nombre en la chanson. Tres años más tarde llega, con gran éxito comercial, ‘Nuit et brouillard’, y en 1964 publica una de su más populares canciones, ‘La Montagne’. En 1965 ve la luz ‘Potemkine’, canción dedicada a la rebelión del acorazado Potemkin de la armada rusa, en 1905.

En los sesenta, Ferrat participa en la agitación política –hasta el final simpatizó con el comunismo–, destacando su actuación en Cuba, en 1967.

“Ferrat chante Aragon”, álbum aparecido en 1970, vende en un año un millón de ejemplares. Poco después anuncia su retirada de los escenarios, que hará efectiva en 1973. Con ‘La femme est l’avenir de l’homme’, de 1975, logra otro de sus mayores éxitos, comparable a ‘La montagne’.

Retirado en Antraigues-sur-Volane, un población de unos quinientos habitantes, espacia cada vez más la publicación de discos. En 1980, para conservar el control de su producción, en manos de Polygram hasta ese momento, regraba sus ciento veinte canciones, que son publicadas en una caja.

El álbum “Je ne suis qu’un cri” es publicado en 1985, al que sigue, en 1991, “La Jungle et le Zoo”. En “Ferrat 95”, reúne adaptaciones de poemas de Aragon.

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