jueves, 22 de octubre de 2009

DECLARACIÓN DE LA CES SOBRE LA SALIDA A LA CRISIS

La llamada "salida de la crisis" alimenta el imaginario de las fantasías neoliberales. Hay un evidente concurso en los medios de comunicación sobre los males que acechan a la salida de la crisis, o incluso la imposibilidad de su superación si no se cumplen las condiciones desreguladoras de los derechos laborales en la línea de las llamadas "reformas estructurales". Frente a ese tema, la posición sindical, como se ha repetido en las páginas de este blog hasta la saciedad, es firme y razonable. Se esperaba por tanto un comunicado de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) que abordara estos problemas. Lo ha hecho en Estocolmo, el 20 de octubre, y Paco Soriano, de la oficina de CCOO en Bruselas, lo ha trasladado con eficacia probada. Es el que se copia a continuación. Como siempre, se echa en falta un poco más de "garra" en estos comunicados europeos, si bien hay que entender que se trata realmente de "contrapuntos" a reuniones y decisiones de los órganos comunitarios. No obstante, la introducción en los mismos de algunos elementos del proyecto sindical europeo respecto del tratamiento de la crisis, no estaría mal. (En la foto, un grupo multinacional de juristas del trabajo aguardan expectantes la declaración de la CES. Se destaca especialmente el abogado Rafael Carvallo, tocado con clásica gorra típica del sur de la cordillera andina).




Declaración del comité ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos

Estocolmo 20/10/2009

1. Las elevadas deudas y los déficits públicos hicieron su reaparición en Europa. Con un déficit medio que debería alcanzar un 7% del PIB [ 1] en 2010, Europa vuelve a los niveles de déficit de cuando los Estados miembros empezaban a preparar su entrada en la unión monetaria. La mayor parte del déficit provienen de los estabilizadores automáticos: una reducción importante de la actividad económica reduce los ingresos fiscales y aumenta las prestaciones de desempleo. Sólo una pequeña parte (no más del 1% del PIB) debe asignarse a las medidas fiscales explícitas que se adoptaron con el fin de relanzar la actividad.

2. En la reunión informal del 1 de octubre, los Ministros europeos de Hacienda se pusieron de acuerdo sobre los principios básicos de una estrategia coordinada destinada a acabar con los incentivos fiscales expansionista: supresión "a su debido tiempo" del incentivo fiscal, consolidación estructural al 0,5% o más del PIB al año, reformas estructurales en el mercado laboral e inversiones a largo plazo. Por su parte, la Comisión Europea reclama una consolidación estructural a partir del momento en que el crecimiento corresponda al crecimiento potencial (calculada en el 1%) sin la ayuda de medidas de incentivación.

3. La consecuencia de esta elección política es que el desempleo sigue siendo elevado. Además la negativa a recurrir a una política fiscal que permite reducir el nivel de desempleo se traduce en una mayor presión en favor de la reforma de las instituciones del mercado laboral, y como consecuencia probable de un debilitamiento de los derechos de los trabajadores.

4. Es necesario tener en cuenta también el hecho de que la recesión actual no es una recesión normal. Es el sobreendeudamiento del sector privado, y no del sector público, que causa una debilidad estructural de la demanda global, el crecimiento y los empleos. La verdadera cuestión que debe tratarse actualmente no consiste en suprimir sino en saber cómo conservar y mejorar sensiblemente los incentivos fiscales con el fin de ayudar al sector privado a reducir sus deudas sin causar una disminución prolongada de la actividad económica.

5. Para ello, la CES incita vivamente a la Comisión, al Consejo y a los Gobiernos nacionales al reforzamiento sensiblemente de la cooperación macroeconómica europea y hacer de ello un nuevo motor de la demanda y del crecimiento para el próximo período. Eso significa:

Prevenir las estrategias de salida "oportunistas". En un momento en que varios Gobiernos ya intentan establecer medidas de saneamiento presupuestario, Europa necesita un urgente pacto de estabilidad "invertido" con el fin de evitar que los países no se precipiten prematuramente, y todos a la vez, hacia una desastrosa política fiscal.

Transformar el incentivo temporal en incentivo "a la inversión". El plan de reactivación es muy limitado [ 2] y muy fragmentado [ 3]. Por lo tanto, la CES propone transformar las medidas de política fiscal temporales y fragmentadas en una acción europea más potente: consagrar un 1% al año del esfuerzo de inversión del PIB en "la ecologización" de la economía [ 4], utilizando en los tres próximos años, los instrumentos de nivel europeo (Banco Europeo de Inversiones, presupuesto europeo.).

Movilizar la potencia financiera de Europa y hacer frente a la competencia fiscal. Es posible administrar un aumento de la deuda pública si el tipo de interés a pagar es bajo o disminuye. El Banco Central Europeo puede aportar una sustancial asistencia comprando obligaciones del Estado con el fin de hacer bajar los costes de los tipos de interés a largo plazo de las capacidades de financiación del Estado [ 5]. Además la emisión conjunta de una obligación europea/de la zona euro aumentaría la liquidez del mercado y reduciría las primas de liquidez de los tipos de interés a pagar por el Estado. Otra contribución importante a la durabilidad de la hacienda pública consiste en poner fin a la competencia fiscal en Europa y en aumentar la presión fiscal sobre las rentas [ 6] que son muy móviles pero tienen tasas de consumo poco elevadas.

6. Finalmente, la CES pone alerta contra el abuso de las "estrategias de salida" destinadas a renovar e intensificar la "desregulación estructural" de los mercados laborales. Las políticas de reducción del bienestar; de los salarios; de los servicios públicos; de la protección del empleo causaron desigualdades importantes y crecientes. Estas políticas que contribuyeron esencialmente a la crisis; no pueden sacarnos de ella. En particular, la política destinada a debilitar los sistemas de seguridad social, al aumentar la edad de la jubilación o al reducir los subsidios de desempleo, extenderá la inseguridad social a la cual los trabajadores y los ciudadanos responderán gastando menos y aumentando el ahorro por precaución. No es necesario fomentar un aumento de las tasas de ahorro del sector privado durante la crisis.

[ 1] en 2010, la deuda pública debería alcanzar un 84% del PIB. Fuente: previsiones de primavera de la Comisión

[ 2] solo representa un 0,6% del PIB en 2009)

[ 3] una acumulación de varias medidas políticas diferentes, incluido un lugar importante para las reducciones de impuestos. Sin embargo, estas reducciones de impuestos se traducirán principalmente en un aumento del ahorro y no en un aumento de los gastos.

[ 4] pasar a una economía pobre en carbono, a las energías renovables, a las tecnologías limpias, a coches y sistemas de transportes modernos.

[ 5] a pesar de la crisis, los tipos de interés a largo plazo de la zona euro no disminuyeron de manera sensible con relación a los niveles de antes de la crisis, lo que indica que los bancos acumularon la liquidez a bajo coste que les ha sido proporcionada por el banco central con el fin de aumentar su margen beneficiario.

[ 6] Beneficios de las sociedades, pagos de tipo de interés, fortunas financieras, impuestos sobre operaciones financieras

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