miércoles, 3 de julio de 2013

COMPARECENCIA DE JOAQUIN APARICIO EN EL CONGRESO SOBRE LAS PENSIONES (2ª PARTE)






Se continua en este segundo "post" la intervención de Joaquín Aparicio en el Congreso de los Diputados a propósito de las reformas del sistema de pensiones programada por el Partido Popular. El resultado de las "audiciones" de los expertos están cuestionando de forma evidente el Informe de la llamada Comisión de Sabios que incide fundamentalmente en el factor de sostenibilidad. Políticamente de nuevo el Partido Popular se encuentra aislado en una iniciativa degradatoria de la protección social, que vulnera el mandato constitucional del art. 50 CE. En esta segunda parte, como se verá, el profesor Aparicio aborda específicamente este asunto de la sostenibilidad señalando algunas medidas que pueden procurarse para mejorar los ingresos del sistema. Una opinión compartida desde hace mucho tiempo en la doctrina laboralista, que sin embargo no ha sido tomada en consiedración por los expertos de la sostenibilidad en su publicitado informe. He aqui, pues, la última parte de esta intervención del profesor de la UCLM y subdirector de la Revista de Derecho Social..




4.- No se puede hablar de sostenibilidad sin buscar medios para mejorar los ingresos del Sistema. No es necesario esperar a una gran reforma. Algunas medidas están al alcance de ustedes con bastante facilidad, como acabar con el tope máximo de cotización que se introdujo en los años 80 del pasado siglo. Hoy está fijado en 3.425,70€ al mes. Quiere decir que quien gana menos de esa cantidad cotiza (es solidario) por el cien por cien de su salario, pero los más ricos, a partir de esa cifra, dejan de participar en el esquema protector, una evidente injusticia. Sin entrar en el debate en profundidad sobre las Mutuas de Accidentes de Trabajo, es necesario acabar con la viciosa práctica de que la Tesorería General de la Seguridad Social corra con los gastos de prestaciones que, derivando de contingencias profesionales, pasan por comunes. Es el caso de muchas enfermedades profesionales y enfermedades del trabajo, como cánceres. En Francia y Reino Unido del total de canceres, el 9% son considerados profesionales o del trabajo, el 13 % en Alemania, pero en España sólo lo es el 1%. Algo no cuadra.

Se deben mejorar los salarios, lo que repercute en la financiación de la Seguridad Social, para eso se debe elevar el salario mínimo e incentivar los convenios de sector, frente a la tendencia actual de favorecer el convenio de empresa o, simplemente, no negociar convenios. Los salarios en España son escandalosamente bajos. El salario medio en 2013 se ha situado en 1639 € al mes. Un 15%  inferior a la media europea. Pero el que cobra la mayoría es mucho más bajo porque las diferencias salariales son notables. La caída del poder adquisitivo desde 2012 ha sido 2,3%. Estos datos son coherentes con que desde 2012 la participación de las rentas del trabajo en el PIB ha caído por debajo del 50%, mientras que las del capital han superado esa cifra, con el consiguiente aumento de la desigualdad. Es necesario equiparar a los colectivos de reciente integración en el Régimen General de la Seguridad Social, como los funcionarios de la Administración del Estado de nuevo ingreso, con la cotización ordinaria y, por último, es necesario acabar con las subvenciones y bonificaciones de las cuotas de la Seguridad Social para incentivar el empleo. Es una vía errónea. Con estas medidas el aumento de recursos del Sistema sería muy considerable y, probablemente, no haría falta que estar ahora enfrascados en este debate de la sostenibilidad. 

Esas medidas también repercutirían sobre la suficiencia de las prestaciones, que es donde debe centrase el debate porque una prestación suficiente es la que permite el goce de los derechos fundamentales a todos reconocidos. Quién está en la miseria de facto no tiene derechos. En España el 70 % de las pensiones medias contributivas no llegan a 1000€ al mes ( un 25% más baja que la media de la UE), la pensión media de jubilación es de 972,15€ al mes, un 59,5 % € del salario medio, la pensión asistencial no puede ser superior a 5.108,6€ al año (unos 426€ al mes) y el 26 % de los hogares tienen por referencia a un pensionista. Con este panorama salarial y de pensiones y con  el desempleo en el 26 %, introducir un Factor de Sostenibilidad que de modo automático traerá una reducción de la pensión es, desde mi modesto punto de vista, contrario a lo previsto en nuestra Constitución, según lo antes dicho. Las pensiones en España deben subir y no por ello serán insostenibles. Según datos del Eurostat, en 2010 nuestro gasto en pensiones era de 10,7%  del PIB, mientras que el gasto medio en el UE era del 13%. La presión fiscal en España es del 32,6%, mientras que en la UE es del 40% y ello sin hablar del fraude fiscal. Es decir, hay un largo camino que nos queda por recorrer para mejorar las pensiones y alcanzar mayores cotas de igualdad.

Reducir las pensiones del Sistema a un mínimo, para complementarlas con fondos de pensiones, además de contrario a la Constitución, sería un desastre. En Chile, cuya reforma en un tiempo se presentaba como modélica, la imposición en 1981 por Pinochet de los fondos de capitalización gestionados por las entidades privadas Administradoras de los Fondos de Pensiones ha dado lugar a que hoy haya un altísimo número de personas excluidas de toda protección y que más de la mitad de los que tendrían derecho a una pensión no lleguen ni siquiera al mínimo, que debe ser cubierto por el Estado. Los militares y carabineros, sin embargo, no entraron en este sistema y siguieron en el Seguro Social o como allí dicen, sistema antiguo. Como ha dicho un gran jurista chileno: “Criminales, pero no estúpidos.”  

Estamos obligados a mantener nuestro Sistema de Seguridad Social porque es la garantía de la permanencia y la continuidad en el alivio de los estados de necesidad. Nuestro Sistema debe ser valorado mucho más de lo que lo está. Tiene una administración desde tantos puntos de vista modélica, eficaz y nada costosa, servida por un personal de extraordinaria competencia en quien se puede confiar. Los países de nuestro entorno deberían aprender más de nuestro Sistema para que en Europa la Seguridad Social, cuyo fin es la igualdad, siga siendo ejemplo para el mundo de un “camino hacia la Libertad desde la Necesidad”, como dijo Sir William Beveridge.





3 comentarios:

Anónimo dijo...

El profesor Aparicio sabe mucho de Seguridad Social, es una persona sensible y además presenta argumentos más que sensatos. Cómo me gustaría estar representado por cabezas y sensibilidades tan bien cultivadas y desarrolladas.
Esperemos que cunda el ejemplo entre las organizaciones políticas y sindicales.

Abrazos desde el exilio del aula examinadora,

Anónimo dijo...

Querido Joaquín:

No pude seguir en directo tu intervención en el Congreso, pero la he estado leyendo muy despacio esta mañana (en el blog de Antonio) y es francamente buena.

Más aún: leyendo alguno de sus párrafos me he sentido muy orgullosa de pertenecer al Área de Derecho del Trabajo de Castilla-La Mancha, esa comunidad científica de la que te reclamas portavoz al inicio de la misma.

Mi más cordial enhorabuena, querido amigo.

Un beso,

María Luz

Muebles de oficina dijo...

Gran entrada, un gusto visitarte.