Se ha recibido en Parapanda con alegría el movimiento que se observa entre los iuslaboralistas universitarios en torno a abrir un proceso de reflexión sobre las políticas que se deben poner en práctica sobre la regulación del trabajo en sintonía con el debate que sobre este punto alimenta el sindicalismo confederal. El encuentro del que se da cuenta a continuación es una buena señal. Algunos creadores de opinión especialmente interesados en este proceso, como los que recoge la fotografía - entre las que se puede reconocer a Carmen Galizia, corresponsal en Nápoles de Radio Parapanda - se reunieron en un improvisado media-party en la sede de la emisora para comentarlo en clave muy positiva.
Se ha celebrado el pasado 13 de mayo en el edificio Abogados de Atocha de Madrid una reunión entre profesores universitarios de derecho del trabajo y la Secretaría Confederal de Estudios de CC.OO. A la reunión asistieron 35 personas, y otras diez excusaron su asistencia pero comprometiendo su colaboración con el proyecto. Están implicados profesores iuslaboralistas de 20 universidades públicas del país, pertenecientes a tres oleadas generacionales. Esta iniciativa proviene del interés del sindicalismo español, y en concreto del de la C.S. de CC.OO. por aprovechar este momento de crisis económica sin precedentes que ha pulverizado las certezas de la ideología neoliberal, para revalorizar los instrumentos de formación de opinión y de creatividad colectiva, de manera que se pudiera recomponer una estrecha relación con los profesionales y teóricos del derecho del trabajo que, en este contexto, deben proceder a construir, en debate con las políticas sindicales, un marco de regulación estratégico sobre las relaciones laborales, en la perspectiva de una refundación democrática del Derecho del Trabajo en nuestro país. Se trata de una iniciativa sostenida además por la Revista de Derecho Social que fue quien núcleo la autoconvocatoria.
El encuentro tenía varios significados. Ante todo suponía recuperar una relación entre los profesores universitarios y el sindicalismo confederal que se había iniciado de forma prometedora a través de una serie de reuniones temáticas y que no tuvo continuidad en los últimos ocho años. Pretende por consiguiente recrear un nuevo lugar de encuentro en el que sea posible propiciar el intercambio de opiniones, reflexionar conjuntamente, hacer circular las informaciones y los documentos de interés. Esto debe implicar una estructuración de contactos “en red” que permita de un lado la “recognoscibilidad” por las estructuras sindicales de los juristas del trabajo que se dedican a la producción teórica mediante su dedicación a tiempo completo a la universidad, y de otro el “aprovechamiento” sindical de los mismos, mediante la participación en propuestas concretas de regulación y de negociación que el sindicato esté llevando a cabo.
De forma más ambiciosa, este tipo de encuentro significaba el intento de coordinar una cierta reconstrucción del discurso de los laboralistas en un doble sentido: hacia dentro, en el sentido de reaccionar frente a la equiparación del trabajo teórico-jurídico como mera exégesis normativa y como introyección de los valores y paradigmas del pensamiento político neoliberal. Éste es ampliamente dominante en el campo juridico que hegemonizan los grandes despachos y la interpretación judicial dominante. Pero a su vez es posible conjeturar una renovación del discurso del derecho del trabajo y de los derechos sociales hacia fuera, en el sentido de ganar espacio y presencia pública, reorientar hacia posiciones clasistas la producción teórica, generar un territorio común de encuentro y de debate con y a partir de las posiciones sindicales. Se trata de fortalecer desde el pluralismo que lo caracteriza un lugar de creación de pensamiento crítico que sea coextenso con un proyecto de reforma y de emancipación social en el que el sujeto sindical está comprometido.
Para ello se convino en aprovechar el suelo organizativo y las relaciones ya establecidas en torno a iniciativas convergentes con este empeño reconstructivo: las Jornadas de Estudio de Albacete – y las de invierno en Madrid – organizadas por el Gabinete de Estudios Juridicos con la colaboración de la Universidad, la Revista de Derecho Social y la Editorial Bomarzo, el Observatorio de la Negociación colectiva que se localiza en el área de acción sindical confederal, como puntos de anclaje mas relevantes. También mediante recientes iniciativas de lo que se puede llamar una cierta “pedagogía” jurídico-sindical, para habituar a una parte del profesorado universitario más joven en la relación con el sindicato como realidad política y social. Y en la exploración de zonas inmunes a la presencia del sujeto colectivo o que se alejan del discurso “generalista” del sindicalismo confederal – y de los “juristas del trabajo” – para integrarlas en este período de revigorización en una relación bidireccional con las estructuras confederales.
Se ha celebrado el pasado 13 de mayo en el edificio Abogados de Atocha de Madrid una reunión entre profesores universitarios de derecho del trabajo y la Secretaría Confederal de Estudios de CC.OO. A la reunión asistieron 35 personas, y otras diez excusaron su asistencia pero comprometiendo su colaboración con el proyecto. Están implicados profesores iuslaboralistas de 20 universidades públicas del país, pertenecientes a tres oleadas generacionales. Esta iniciativa proviene del interés del sindicalismo español, y en concreto del de la C.S. de CC.OO. por aprovechar este momento de crisis económica sin precedentes que ha pulverizado las certezas de la ideología neoliberal, para revalorizar los instrumentos de formación de opinión y de creatividad colectiva, de manera que se pudiera recomponer una estrecha relación con los profesionales y teóricos del derecho del trabajo que, en este contexto, deben proceder a construir, en debate con las políticas sindicales, un marco de regulación estratégico sobre las relaciones laborales, en la perspectiva de una refundación democrática del Derecho del Trabajo en nuestro país. Se trata de una iniciativa sostenida además por la Revista de Derecho Social que fue quien núcleo la autoconvocatoria.
El encuentro tenía varios significados. Ante todo suponía recuperar una relación entre los profesores universitarios y el sindicalismo confederal que se había iniciado de forma prometedora a través de una serie de reuniones temáticas y que no tuvo continuidad en los últimos ocho años. Pretende por consiguiente recrear un nuevo lugar de encuentro en el que sea posible propiciar el intercambio de opiniones, reflexionar conjuntamente, hacer circular las informaciones y los documentos de interés. Esto debe implicar una estructuración de contactos “en red” que permita de un lado la “recognoscibilidad” por las estructuras sindicales de los juristas del trabajo que se dedican a la producción teórica mediante su dedicación a tiempo completo a la universidad, y de otro el “aprovechamiento” sindical de los mismos, mediante la participación en propuestas concretas de regulación y de negociación que el sindicato esté llevando a cabo.
De forma más ambiciosa, este tipo de encuentro significaba el intento de coordinar una cierta reconstrucción del discurso de los laboralistas en un doble sentido: hacia dentro, en el sentido de reaccionar frente a la equiparación del trabajo teórico-jurídico como mera exégesis normativa y como introyección de los valores y paradigmas del pensamiento político neoliberal. Éste es ampliamente dominante en el campo juridico que hegemonizan los grandes despachos y la interpretación judicial dominante. Pero a su vez es posible conjeturar una renovación del discurso del derecho del trabajo y de los derechos sociales hacia fuera, en el sentido de ganar espacio y presencia pública, reorientar hacia posiciones clasistas la producción teórica, generar un territorio común de encuentro y de debate con y a partir de las posiciones sindicales. Se trata de fortalecer desde el pluralismo que lo caracteriza un lugar de creación de pensamiento crítico que sea coextenso con un proyecto de reforma y de emancipación social en el que el sujeto sindical está comprometido.
Para ello se convino en aprovechar el suelo organizativo y las relaciones ya establecidas en torno a iniciativas convergentes con este empeño reconstructivo: las Jornadas de Estudio de Albacete – y las de invierno en Madrid – organizadas por el Gabinete de Estudios Juridicos con la colaboración de la Universidad, la Revista de Derecho Social y la Editorial Bomarzo, el Observatorio de la Negociación colectiva que se localiza en el área de acción sindical confederal, como puntos de anclaje mas relevantes. También mediante recientes iniciativas de lo que se puede llamar una cierta “pedagogía” jurídico-sindical, para habituar a una parte del profesorado universitario más joven en la relación con el sindicato como realidad política y social. Y en la exploración de zonas inmunes a la presencia del sujeto colectivo o que se alejan del discurso “generalista” del sindicalismo confederal – y de los “juristas del trabajo” – para integrarlas en este período de revigorización en una relación bidireccional con las estructuras confederales.
Este proyecto de colaboración permanente se prolonga en una doble dirección: de un lado la idea, que expuso en la reunión Rodolfo Benito, de organizar en los primeros meses del 2010 un encuentro en España de la gran mayoría de las Fundaciones Sindicales de los distintos dindicatos europeos, en donde volvar algunas de las reflexiones de este debate sobre las políticas sobre el trabajo; de otro, la conformación de un trabajo conjunto sobre este mismo tema de la Fundación 1º de Mayo y la Fundación Largo Caballero, en paralelo a iniciativas ya en marcha de presentación de una toma de postura común ante las medidas adoptadas frente a la crisis y las propuestas de reforma sindical.
1 comentario:
Viva Carmelita Galitzia. Vivaaaaaa
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