El
estudio de la regulación jurídica de las relaciones de trabajo requiere más que
nunca hoy en día insertarse en un contexto internacional y global. Los
estudiantes del grado de Relaciones Laborales y RR.HH. frecuentan una
asignatura optativa que remacha este aspecto como parte importante de su
formación teórica. En la UCLM, Milena
Bogoni, profesora ayudante doctora en el área de Derecho del trabajo y
secretaria académica del Departamento de Derecho del Trabajo y Trabajo Social,
ha puesto en marcha un seminario sobre esta materia del que da cuenta a
continuación
El pasado lunes 13 de mayo de
2019 se celebró en la Facultad de Relaciones Laborales y Recursos Humanos de
Albacete (UCLM) el cuarto y último seminario de un interesante ciclo de
conferencias sobre “Internacionalización de las relaciones laborales y globalización”.
Este ciclo de seminarios ha sido organizado, esencialmente, para los alumnos de
4º curso del Grado en Relaciones Laborales y Desarrollo de Recursos Humanos de
la Facultad, pero también ha sido pensado, en su contenido y formato, para toda
la comunidad científica y los actores (especialmente colectivos) políticos y
sociales que trabajan y desarrollan estos temas en sus actividades cotidianas
en la ciudad de Albacete. Se ha tratado, por tanto, de montar un espacio
abierto en el que, alumnos, profesionales, académicos y ciudadanos puedan
conocer y debatir temas centrales relacionados con el fenómeno (complejo) de la
globalización, sus efectos sobre los derechos laborales legalmente articulados,
así como para plantear, conjuntamente con los expertos invitados, posibles
respuestas jurídicas, políticas y sociales para solventar los numerosos
problemas aún sin resolver. El ciclo de seminarios, que ha contado con el apoyo
de la Facultad de RR.LL. y RR.HH. de Albacete y de la 14ª edición del Master
Universitario en “Empleo, Diálogo Social y Relaciones Laborales en Europa”, se
inserta, además, en el marco de un interesante Proyecto de Investigación
financiado por el MINECO y liderado por el Prof. Antonio Baylos Grau dedicado a
“INNOVACIONES Y CONTINUIDADES EN LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS CORPORACIONES
ESPAÑOLAS EN LA CRISIS. DIAGNOSTICO COMPARADO Y ANALISIS TRANSNACIONAL” (DER2016
– 75815-R).
La estructura del ciclo de
seminarios ha sido muy sencilla: en cada una de las cuatro tardes a disposición
se ha contado con la presencia de profesores investigadores de la UCLM cuyos
trabajos doctrinales y profesionales están relacionados con, respectivamente, los
cuatro temas fundamentales elegidos. Se ha tratado de “flujos migratorios”, “movilidad
transnacional de trabajadores”, “justicia social universal” y finalmente de “globalización
en una perspectiva de genero”. Aprovechando el espacio del aula 12 de la
Facultad, los invitados e invitadas han podido desarrollar el tema asignado con
total libertad, intentado presentar los más recientes avances de sus
investigaciones y debatirlos con los asistentes.
La primera sesión, del 18 de
marzo de 2019, ha corrido a cargo de la Prof. Dra Nunzia Castelli que, después
de “fotografiar” la situación actual de la inmigración interna (entre países de
la UE) y exterior (desde países terceros) a través de un contrastado y profundo
análisis estadístico orientado a desmitificar tópicos en la materia, se ha
centrado en compartir con el auditorio un planteamiento muy sugerente y muy
bien articulado sobre las “nuevas y viejas” políticas europeas en la materia.
La ponente ha podido, en este sentido, profundizar en los aspectos jurídicos de
la misma y sus problemáticas más controvertidas. Hablar de flujos migratorios y
de globalización constituye, sin lugar a duda, un desafío. Por un lado porque
hay que huir de (y destruir adecuadamente) los mitos y la manipulación
mediática y política de la cuestión y, por el otro lado, porque el entramado
jurídico sobre el cual se sustentan la mayoría de las disposiciones y normas
europeas y nacionales se construye entendiendo, en su mayoría, el fenómeno
migratorio como algo esencialmente monetario/económico. Las tutelas, los
derechos y las obligaciones, así como los procedimientos y mecanismos de acceso
a los mismos, se elaboran sobre la base del valor económico que los seres
humanos que se desplazan tienen (y pueden aportar) al sistema económico del que
salen y al que entran. La “economía de la inmigración” acaba dominando el
discurso político, social y, inevitablemente, condiciona el tratamiento y
enfoque jurídico. El mercado internacional globalizado engulle con voracidad
seres humanos en las diferentes categorías de trabajadores y consumidores,
convirtiendo los primeros en una “mano de obra fluctuante” en el espacio
complejo de las fronteras-no fronteras y los segundos en los nuevos “ciudadanos
del consumo”. En este esquema la tutela de los derechos humanos acaba
reconfigurándose y es muy importante que no termine siendo un fenómeno marginal
de paternalismo post-colonial o, peor, una estrategia de marketing político de
bajo nivel. En este sentido, el espacio de reflexión y debate ofrecido por
Nunzia Castelli ha constituido una ocasión excelente para que se pueda pensar y
hablar de inmigración, en términos jurídicos-laborales (y no sólo), sin tapujos
y con fundamentos. Esto ha favorecido el acercamiento, especialmente de los
estudiantes, a las problemáticas más actuales de la materia, dibujando las
herramientas más novedosas para la juridificación de la compleja relación entre
globalización y flujos migratorios.
La segunda sesión, del 1 de abril
de 2019, ha sido llevada a cabo por el Prof. Oscar Contreras, el cual, en un
importante esfuerzo de aclarar y construir, colectivamente con los asistentes,
los conceptos jurídicos que sirven de fundamento para comprender la regulación
jurídica de la movilidad transnacional de los trabajadores, ha acabado explicando
las complejas dinámicas del desplazamiento de trabajadores en un contexto de
libre prestación de servicios, desde la perspectiva especifica del derecho
social europeo. Sin descuidar en ningún momento el estudio empírico de la
problemática y ahondando en las cuestiones de derecho interno (nacional) y
transnacional (europeo y comparado) afectadas por el fenómeno del
desplazamiento, Oscar Contreras ha sabido llevar, con soltura y sabiduría, los
asistentes por el complejo análisis de las más importantes problemáticas en la
materia aportando al debate significativos elementos de originalidad
investigadora. Desde la relación entre los Tratados de Libre Comercio como el
TTIP, el TISA o el CETA y la regulación europea de la libre prestación de
servicios hasta las complejidades e incógnitas del Brexit respecto a la
configuración de espacio estratégicos de movilidad de capitales (y empresas) transnacionales,
hablar de movilidad internacional de trabajadores en el mercado global acaba siendo,
cada vez más, un estudio de la “eterna” relación entre capital y trabajo, con
la dificultad añadida que, esta vez, llega a faltar la histórica red de seguridad
de los ordenamientos jurídicos nacionales. El “patrimonio constitucional
común”, tejido a medida de los Estados sociales y democráticos de derecho, encoje
y se desgasta en la dimensión internacional y globalizada de la elaboración
jurídico-política y deja el espacio global parcialmente desregulado y posible
presa del “capitalismo salvaje de tipo normativo”.
El ciclo de seminario siguió el
día 6 de mayo de 2019 con la ponencia del catedrático emérito de la UCLM
Joaquín Aparicio. En esta ocasión el prof. Aparicio presentó a los asistentes
el difícil e interesante tema del papel de la OIT en la afirmación y defensa de
la paz y justicia social en sus, recientemente cumplidos, cien años de
historia. Después de diferenciar las organizaciones supranacionales en función
de si su origen se debe, como en el caso de la UE, a fenómenos de integración determinantes de cierto grado de cesión de soberanía y de competencia, o en cambio, como es el
caso de la OIT, en relaciones intergubernamentales que condicionan, en función
del nivel de compromiso de los Estados integrantes, el nivel de capacidad de
acción y de incisividad de la misma organización internacional, Joaquín
Aparicio procedió a delinear un interesante excursus por la historia de
Europa, cruzando el análisis de la configuración y consolidación de la OIT con
los principales acontecimientos de la historia moderna del continente europeo.
De este brillante recorrido queda claro que eventos como la Revolución de
Octubre o el estallido de la Segunda Guerra Mundial tienen un reflejo directo
en importantes instrumentos jurídicos fundamentales en la historia de la OIT y la ONU, como por ejemplo es el caso del Preámbulo de la Constitución de la OIT de
1919, de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU de 1948 o en la
Declaración de Filadelfia de 1944. La relación directa entre la búsqueda
incesante de una paz mundial y el esfuerzo político y jurídico de lograr la
justicia social, atraviesa toda la historia de la Europa moderna y
contemporánea y se fundamenta en principios e ideas claves como son: “el
trabajo no es una mercancía” y “la pobreza en el más recóndito lugar del mundo
constituye un peligro y una amenaza para la estabilidad y el bienestar de todos
los demás países del globo”. La idea de globalización que trasciende de esta
reflexión, por tanto, se construye sobre la base de un objetivo claro de
igualdad social, en el que el control (y regulación) del mercado, nacional y
global, lejos de constituir un elemento más en las estrategias geopolíticas de
control del mundo en el constante debate entre nacionalismos e
internacionalismos y entre dignidad del trabajo y mercantilización de los seres
humanos, es el camino para la lucha a la inestabilidad social que lleva, en
cuanto conditio sine qua non, a la paz y prosperidad globales. Esta idea,
potente y “tradicionalmente revolucionaria”, de globalización contribuye a
poner en el centro del debate el papel del derecho de trabajo como una dimensión
jurídica ineludible en el sistema normativo transnacional y obliga a pensar en
la internacionalización de las relaciones laborales (con tutelas efectivas) como
el espacio de redefinición de los derechos laborales tradicionalmente establecidos en el marco de los ordenamientos jurídicos internos. Esta redefinición, además,
no puede que ser de escala y dimensión global ya que la interconexión de los
sistemas económicos y jurídicos hace que las debilidades sociales de
determinados lugares del mundo debilitan, a su vez, la estabilidad social del
conjunto del resto de los Estados (incluidos de aquellos que, aparentemente, se
consideran “a salvo” de los peligros del dumping social en la rebaja de
estándares jurídicos en la regulación de las condiciones de trabajo).
La ultima sesión del ciclo
organizado se ha celebrado el 13 de mayo y ha tenido como ponente invitada a la
Profa. Dra. Patricia Espejo. En este caso el tema a debatir ha sido “Globalización
económica y explotación femenina: un mundo de pobreza y desigualdad”, y la
ponente ha escogido un abordaje del tema a partir de las estrategias jurídicas dirigidas a la
lucha contra la trata de seres humanos en su relación directa con la regulación
(o falta de regulación) de la prostitución. Tomando como punto de salida el
impacto que la globalización, como fenómeno económico complejo, ha tenido
respecto a la creación y mantenimiento de un mercado global difícilmente
regulable en el que todo (o casi todo) se vuelve mercancía, la utilización del
trafico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual constituye un tema
de constante y dramática actualidad.
El análisis de las problemáticas
de la trata de seres humanos, esclavitud sexual y globalización, tiene que
empezar por el estudio de los factores más importantes que conectan las
transformaciones del sistema mundial de producción, en función del paradigma de
la globalización económica, con el progresivo empobrecimiento de buena parte de
la población mundial y con el aumento drástico de los niveles de desigualdad
social. En un contexto en el que la competitividad de las empresas en un
mercado global es el objetivo principal de toda trasformación del modelo
productivo, las disparidades regionales, las desigualdades entre sectores
socioeconómicos y grupos de personas así como el deterioro de las condiciones
de vida y trabajo de, especialmente, las personas más vulnerables, representan
un “efecto colateral” totalmente asumido y tolerado por parte del sistema
capitalista. Además, esta “vulnerabilidad generalizada” en la que se encuentra
una amplia parte de la población mundial, se acentúa especialmente si se habla
de mujeres y niñas y si se relaciona de manera directa con el negocio transnacional
de la trata de seres humanos y de la explotación de la prostitución. De hecho,
en el Informe de la OIT “Una alianza global contra el trabajo forzoso. Informe
global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los
principios y derechos fundamentales en el trabajo” presentado en ocasión de la
93ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en 2005, ya se subrayaba
que, si bien la explotación económica forzosa de personas en el mundo que se
suele dar en los sectores productivos a los que acude una gran masa de
población con menores calificaciones y alta vulnerabilidad (como por ejemplo en
el caso de la agricultura, la construcción, los talleres manufactureros
informales, la fabricación de ladrillos) afecta en proporciones similares a
mujeres y hombres, la explotación forzosa sexual con propósitos comerciales
tiene claramente un sesgo de género, siendo las mujeres y niñas las mayores
victimas a nivel mundial. Según datos reciente del Informe sobre Desarrollo
Humano publicado en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), “las mujeres realizan más de la mitad del trabajo en el
mundo y, sin embargo, sólo un tercio del mismo es remunerado”. Lo cual nos
indica que la vulnerabilidad de las mujeres se amplifica, por la aplicación de
esquemas patriarcales en el reparto de tareas domésticas y en el mayor o menos
grado de poder adquisitivo y de decisión. Este substrato de pobreza,
precariedad vital y laboral o desempleo, acompañado del hecho que las cargas
familiares en muchos casos recaen sobre las mujeres, hace sin duda más fácil la
labor de captación, traslado y explotación sexual por parte de las mafias que
aprovechan las falsas promesas de bienestar y futuro deseable para esclavizar
estas mujeres y niñas.
Esta reflexión se cruza,
inevitablemente, con la consideración que la globalización ha operado como
factor determinante en el fomento y expansión del “comercio del sexo”,
llevándolo al estatus de mercado transnacional bajo supuestos de libre mercado,
defensa de la propiedad del capital y de las mercancías, propiciándose de esta
manera la existencia de condiciones más rentables para la explotación con altos
márgenes de ganancias (puesto en que en muchos casos no existe “retribución”
alguna) de las esclavas sexuales. Las redes de crimen organizado, con alcance
nacional e internacional, aprovechan, por tanto, el espacio global con extrema
facilidad y óptimos resultados, desarrollando sistemas de explotación basados
en una estructuración eficiente de la organización delictiva, la corrupción de
agentes del Estado en todos los niveles, cierto beneplácito de la estructura
social y la para-legalización de las actividades económicas que sirven de
cobertura al ejercicio del delito. Esta acción económico-delictiva se traduce, en su fase inicial, en una
vulneración sistemática y absoluta de la identidad y de la comunicación de las
mujeres traficadas, al ser incomunicadas e indocumentadas en países donde son
extranjeras, y se prolonga en el tiempo bajo las formulas más variadas de
trabajo esclavo. Estas reflexiones conllevan, necesariamente, a la parte final
de la intervención de Patricia Espejo centrada en relatar, brevemente, las
estrategias jurídicas de carácter internacional (en el marco de organismos
internacionales y regionales como ONU y UE) en la lucha a la trata de seres
humanos así como a la explotación sexual de los mismos a través de un trabajo
esclavo. Estas conclusiones se presentaron conjuntamente por parte de la
ponente con el análisis de las principales cuestiones relacionadas con el
actual debate sobre legalización o prohibición de la prostitución, a escala
nacional y global.
Con el seminario de mediado de
mayo se puso, por tanto, punto y final a esta fructífera e interesante
experiencia que, principalmente, ha involucrado los alumnos de 4º curso de la
Facultad de Relaciones Laborales y Recursos Humanos de Albacete. Además de
permitir un debate profundo del temario propuesto en la asignatura de
“Internacionalización de los derechos laborales y globalización” a través del
estudio de cuestiones concretas, ha sido una ocasión para transformar las aulas
en un espacio de confrontación y aprendizaje en el cual, la realidad no ha servido
de simple objeto de estudio, sino que se ha convertido en un espejo colectivo
en el que reflejar, proponer y dibujar el presente y el futuro del derecho del
trabajo en clave internacional.
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