sábado, 7 de agosto de 2021

VACACIONES Y LECTURAS


 

Ha llegado el tiempo de las vacaciones tras un curso muy complicado en el que posiblemente por una serie de circunstancias acumuladas, hemos acabado los docentes universitarios (con todos los demás) exhaustos y derrengados. Siempre lo es, pero en este período es conveniente dejar tiempo libre para recomponer la fuerza de trabajo desgastada.  Nada mejor para ello que aprovechar este tiempo para dedicarse a leer, asomarse a esos textos que no hemos tenido tiempo de acometer en la larga estación laboral y que nos aguardan expectantes para impresionarnos o ilusionarnos en este mes de descanso. Las revistas y los periódicos (tanto los tradicionales como los digitales) gustan de enseñar a sus seguidores y seguidoras lo que constituye el objeto de lectura de las personas que entrevistan, fundamentalmente altos dignatarios de la política, exponentes de la cultura oficial, potentes figuras públicas del espectáculo y otras personalidades de las que sea factible aventurar que leer un libro forma parte de sus prácticas cotidianas, al menos en este tiempo estival. A la imagen de estos suplementos estivales, en esta entrada del blog, se presenta, de manera informal, el conjunto de libros que, de manera completamente desorganizada e informal, el titular de esta bitácora ha traído a sus cuarteles de verano con la intención de dar cuenta de los mismos. Confiemos en que esta enumeración de obras pueda capturar el interés de quienes frecuentan este espacio virtual, en una suerte de voyeurismo intelectual.

Ante todo y sobre todas las cosas, Marta Sanz y su experimento durante el confinamiento forzado en la pandemia, que la llevó a imaginar un experimento comunicativo en Instagram que hoy presente completo y correlativo en su libro Parte de mi (Anagrama, Barcelona, mayo 2021), un texto integrado en las imágenes que recrean el tiempo de la crisis y de la contención, en donde la autora es capaz de construir una obra potente, llena de afectividad y de ternura, en la que hace desfilar a sus amistades y sus recuerdos, siempre en el horizonte de la publicación de su novela impresionante Pequeñas mujeres rojas y el campo de amapolas que la enmarca. Un experimento literario que está resuelto elegantemente y que crea un espacio de coincidencias y de afectos ineludibles con su autora.

Parte de mi es la primera novela ya leída, pero hay otras muchas que aguardan su turno. Mi amiga Maria José Alonso me regaló, en ese largo intercambio de opiniones y de juicios de valor que acostumbramos sobre nuestras lecturas respectivas, la obra de Amin Maalouf Nuestros inesperados hermanos (Alianza, Madrid, 2020), un texto de un autor que nunca me ha defraudado en sus novelas y ensayos, desde el Africano Y Samarcanda hasta Baldasarre y las escalas de Levante, con su mirada diferente sobre las cruzadas o su ensayo sobre el mundo desordenado. Si mi amiga lo recomienda, seguro que es un hermoso texto del que se puede tanto aprender como disfrutar.

No había leído lo que creo que es un clásico sobre el caso real del robo de niños a las presas republicanas para entregarlas a las familias afectas a la dictadura de Franco, es decir, el libro de Benjamin Prado, Mala gente que camina (Alfaguara, Barcelona, 2019). Ha sido de nuevo mi amiga Maria José Alonso, lectora infatigable, quien me lo ha enviado para que lo lea y lo comentemos. Un libro siempre es más de lo que cuenta en la medida en que es recobrado y retomado en la interlocución entre sus lectores.

Otra obra recomendada por amigos es la de Nino Haratischwili, La octava vida (para Brilka), una contundente novela de más de 1000 páginas (Alfaguara, Barcelona, 2018), que se trata de una literatura georgiana escrita en alemán, y publicada en castellano gracias a la ayuda de la Fundación Goethe, que Juan Maria Calvo me ha prestado indicándome que era una novela perfecta para devorar en el verano, una historia de una familia en medio del gran paisaje de sufrimiento y de emancipación que enmarca la Europa de 1917 al inicio del nuevo siglo. Mientras que Maalouf o Sanz son viejos conocidos, Haratischwilli es una completa desconocida, pero seguramente enriquecerá mi conocimiento de literaturas – y de historias – de territorios y culturas infrecuentes.

Los dos siguientes libros son producto de recuperar de las estanterías de las librerías de casa algunos libros que todavía no habían sido hollados, posiblemente residuos de otros viajes u otros acarreos en los que quedaron pospuestos, situados en ese lugar incómodo de las obras pospuestas ante otros textos en ese momento más atractivos. El primero de éstos posiblemente encuentre la causa de su preterición en la coincidencia del nombre de su autor con el de un criminal de estado que fue presidente colombiano. En efecto, el libro es de Álvaro Uribe, Después del atentado, (Tusquets, Barcelona, 2007), y recrea el tiempo de un atentado contra Porfirio Díaz, presidente de México, en 1897. Una época y un personaje extremadamente sugerente. La siguiente es mucho más conocida, la inquietante Lucía Berlín y su colección de relatos y de historias cortas Una noche en el paraíso (Alfaguara, Barcelona, 2018) que impresiona y engancha a partes iguales. Dos textos extemporáneos respecto de lo que implica la actualidad literaria, pero igualmente (o quizá justo por ello) extremadamente atractivos.

El siguiente par de libros tiene que ver con los paseos por Madrid que recalan en librerías siempre atractivas, desde Tipos Infames hasta la matriz de mis adquisiciones, Antonio Machado. Uno recorre la ciudad y se desliza sobre los títulos de las novelas que se muestran en una mesa, amontonadas unas al lado de otras, sin excesivo afán de organizar las diferencias temáticas o estilísticas entre ellas. Así, en la Librería de Mujeres, acompañando a Marga, encontré a Teresa Moure  y su Hierba Mora  (Hoja de Lata, Gijón, febrero 2021), y en otra incursión en la Rafael Alberti, puede hacerme con el clásico de Upton Sinclair La jungla (Capitán Swing, Madrid, 2012), dos textos que pretendo devorar en este período, con el incentivo de estar publicados por dos editoriales que me parece de lo más creativo y comprometido del panorama de las empresas editoras de este país.

No todo va a ser follar, decía con razón Javier Krahe, lo que en este contexto significa que entre las lecturas previstas, se cuelan asimismo otro tipo de referencias más ligadas a lo que forman parte del arte del oficio, o sea, de la dedicación profesional. Entre los iuslaboralistas, la atención a la regulación de todos los fenómenos en donde se proyecta la digitalización, transformando la forma de expresión del poder de dirección y control del empleador y complicando la construcción de la organización colectiva y sus derechos de acción, es en este momento prioritaria. Por eso, la lectura del pequeño gran libro de Francisco Trillo, Trabajo a distancia y teletrabajo en el sector privado y público (Bomarzo, Albacete, 2021), el volumen colectivo de Patrice Adam, Martine Le Friant y Yasmine Tarasewicz, Inteligence artificelle, gestionalgorithmique du personnel et Droit du Travail (Dalloz, Paris, 2020), y el siempre profundo análisis de Adalberto Perulli, Oltre la subordinazione. La nuova tendenza expansiva del Diritto del Lavoro (Giappichelli, Torino, 2021) consigue que el lector obtenga una visión muy amplia y convincente de la problematicidad que acompaña al cambio organizacional en las relaciones laborales que se sigue de la irrupción de la digitalización en la estructuración del poder de dirección sobre nuevas bases técnicas.

Acompañan este bloque de lecturas más “específicas” un bellísimo trabajo de Stefano Giubboni que se “orienta” a la explicación de la evolución legislativa sobre el despido en el contexto de las turbulencias de aquel país en torno a la derogación del art. 18 del Statuto dei Lavoratori y sus vicisitudes: Anni difficili. I licenziamenti in Italia in tempi di crisi (Giappichelli, Torino, 2020), y la lectura de dos números de sendas revistas especializadas: el número 2 de 2021 de Lavoro e Diritto, dedicado al Derecho del Trabajo y la explotación, y el número 94 , (abril-junio 2021) de la Revista de Derecho Social, en donde convergen interesantes estudios sobre falsos autónomos y Derecho del Trabajo, un análisis de la Ley sobre los recaderos al servicio de las plataformas digitales o Ley riders, reflexiones sobre la subcontratación y otros interesantes temas.

Un programa de lecturas por tanto enormemente sugerente y atractivo. Las vacaciones son para la lectura. A cada uno según su programa. Pero que no quede un libro sin leer.

 

 


 

 

 

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