El debate jurídico
y político en Italia es muy vivo. Aunque desde nuestro país las noticias sobre
Italia se centran, con esa atracción fatal que tienen nuestros periodistas por
la ultraderecha – a la que aludiremos en próximas entradas - en la presidenta del gobierno y en la descripción de su ideario político
reaccionario, existe por el contrario una amplia capacidad de análisis crítico
y de propuesta alternativa de enorme interés. El espacio que ocupa la cultura
sindical es en este aspecto esencialmente combativo. Si ya se ha aludido en
este blog a la relevante iniciativa socio-política del sindicato CGIL en torno
a los cinco referéndums derogatorios, cuatro de los cuales sobre aspectos
laborales y un quinto en relación con la ciudadanía de los inmigrantes, ahora
es interesante dar cuenta de una propuesta de debate que surge precisamente de
la Revista Jurídica de la CGIL, la Rivista Giuridca del Lavoro que
dirige Umberto Carabelli. Se trata de una serie de 4 coloquios que
quieren unir la centralidad del trabajo como eje en torno al cual se deben
articular las pol´tiicas de reforma y la noción de democracia, que solo tiene
sentido – y futuro – si se anuda al adjetivo social y se funda, como afirma la
propia Constitución italiana, sobre el trabajo.
A continuación se
transcribe la traducción del texto que ha preparado la RGL como explicativo de
su iniciativa. El primero de estos debates comienza el 23 de mayo en Bolonia, y
esperamos poder dar cuenta de su contenido en este blog.
Tal vez
nunca como en este momento de la historia, ante las terribles imágenes de las
guerras en curso, ha surgido en las mentes de las personas comunes un
sentimiento de profundo desconcierto, que se ha traducido también en la crisis
de los valores civiles y sociales que, resurgidos en la posguerra de las raíces
culturales de las civilizaciones europeas, había impregnado durante 50 años
todo el mundo occidental. Es una crisis originada por la afirmación cada vez
más virulenta , desde hace treinta años, del egoísmo del neoliberalismo y de
las degeneraciones de un capitalismo totalmente amoral e indiferente a los
destinos de los pueblos y de la tierra, que han erosionado desde dentro las
certezas de nuestras democracias. Esto ha producido nacionalismos divisivos, desconfianza
hacia los «otros», inmensas desigualdades económicas - con la consiguiente
ampliación de los umbrales de pobreza y acumulación de riqueza en manos de un
número limitado de multimillonarios-, la caída de la solidaridad social y la
cobertura del bienestar, la extensión cada vez más aguda de la precariedad
laboral, que se ha convertido ya en un elemento estructural y dominante de
nuestras economías, la explosión del inmenso potencial de las tecnologías
digitales y de la inteligencia artificial y su concentración exclusiva en manos
de unos pocos.
Muchos
intelectuales que cuestionan esta realidad contemporánea han razonado en
términos de una crisis de la idea misma de progreso subyacente a la concepción
optimista decimonónica de la evolución de la tecnología y de sus aplicaciones.
Sobre todo, frente a las desconcertantes manifestaciones de nacionalismo
agresivo y bullicioso que se han afirmado, incluso institucionalmente, en diversas partes del mundo en este
dramático momento histórico, han hablado de crisis de la democracia.
En una
dimensión más restringida -pero muy significativa de la característica apertura
de la disciplina del Derecho del Trabajo al diálogo con las ciencias económicas,
sociológicas, filosóficas y políticas-, el tema fue debatido por expertos en
derecho del trabajo reunidos en torno a la Rivista giuridica del lavoro e
della previdenza sociale (Revista jurídica del trabajo y de la seguridad
social), que han señalado en repetidas ocasiones cómo los elementos mencionados
han provocado profundos cambios en la sociedad del trabajo, poniendo en
entredicho incluso la idea, hasta ahora ampliamente compartida, de que existe
una conexión indisoluble entre trabajo y democracia, ya que esta última extrae
del primero la savia de la que alimentarse y con la que fortalecerse.
Si, de
hecho, el texto de la Constitución italiana sanciona formalmente esta conexión
-en el art. 1, pero también indirectamente en las numerosas disposiciones que
exaltan, bajo diversos perfiles, el trabajo como valor esencial de nuestra
República democrática-, es ya innegable, en la práctica, su gradual y constante
debilitamiento y la progresiva transformación de los compromisos formalmente
asumidos en la Constitución, para que el trabajo pueda desarrollar la
democracia (art. 3, párr. 2), en promesas fallidas, cada vez más difíciles de llevar
a cabo. Como si la democracia actual pudiera prescindir del trabajo, y de su
esencia de valor «revolucionario», portador de participación, libertad,
igualdad, solidaridad: se le retira del centro del proyecto democrático
emancipador, para dar paso a una economía brutal, caracterizada por la
autoridad, el sometimiento, la explotación y el individualismo exasperado.
Por otra
parte, ni siquiera la pertenencia y participación activa de nuestro país en la
Unión Europea ha podido, especialmente en el pasado, garantizar el pleno apoyo
a la aplicación de esos valores y principios, debido al papel ampliamente
prioritario asignado en el Tratado original a las libertades económicas frente
a los derechos sociales. La evolución posterior culminada, desde 2001, con la
reforma de los Tratados TUE y TFUE (Niza y Lisboa), con la aprobación de la
Carta de Derechos y, finalmente, con el proyecto del llamado Pilar Europeo de
Derechos Sociales, ha colmado en parte esa laguna de fuentes; sin embargo, en
la práctica, la Europa social de mercado sigue siendo un objetivo lejano.
De estos
debates surgió la idea de que la Rivista giuridica del Lavoro dedicara
cuatro conferencias al tema «Trabajo y democracia», centrándose en las
perspectivas dominantes (política, social, económica, sindical) en las que
parecía que se podía declinar útilmente ese binomio, examinar las implicaciones
de su crisis e intentar definir posibles líneas de acción para abordar los
problemas de la sociedad del trabajo del futuro, concretamente, pero no sólo,
en Italia y Europa. En definitiva, volver a situar el trabajo, incluso en
sus nuevas formas, y a los trabajadores en el centro del sistema democrático.
La primera de estas conferencias,
dedicada al tema «Trabajo y democracia política (entendiendo esta última en sus
perfiles no institucionales sino sustantivos), se va a celebrar en Bolonia el
23 de mayo de 2025, organizada por Andrea Lassandari y dedicada a Giorgio Ghezzi, y
partirá del diseño constitucional, para reflexionar sobre la persistente
actualidad del principio del trabajo en
que se basa y también para verificar su plena coherencia con los recogidos por las
disposiciones supranacionales e internacionales, para luego preguntarse más
específicamente sobre el papel de los cuerpos intermedios (entre los que
sindicatos y partidos están obviamente en primera línea, también en sus relaciones
recíprocas) y sobre la permanencia del esencial principio de igualdad
fundamental y primario entre los valores constitucionales. Inmediatamente
después, la conferencia se centrará en el momento contemporáneo, adoptando como
clave de interpretación las garantías de los derechos como factor de eficacia
de la democracia laboral, indagando -a la luz de las reformas adoptadas en los
últimos años- sobre las razones de la dramática y progresiva reducción de las
garantías protectoras, así como sobre la ampliación de las áreas de trabajo
totalmente excluidas de ellas, hasta tocar, finalmente, en la perspectiva de
las innovaciones organizativas y productivas, la dimensión aparentemente
contradictoria del «no trabajo» y la expansión del trabajo, en sus perfiles
social y económicos. A un debate político-sindical, en el que será inevitable
razonar también sobre la próxima ronda de referendos, se encomendará finalmente
la tarea de abordar la cuestión del trabajo y la democracia en la difícil
transición actual y en el mundo del futuro próximo.
Il lavoro come fondamento della democrazia
La diretta
In diretta dal Comune di Bologna il primo dei quattro convegni organizzati dalla Rivista giuridica del lavoro e della previdenza sociale
9.30 - Saluti istituzionali e apertura lavori
- Andrea Lassandari, Università di Bologna
- Matteo Lepore, sindaco di Bologna
- Giovanni Paglia, assessore alle Politiche abitative, lavoro, politiche giovanili Regione Emilia-Romagna
- Massimo Bussandri, segretario generale Cgil Emilia-Romagna
- Giovanni Molari, rettore dell’Università di Bologna
- Federico Casolari, direttore del Dipartimento di Scienze giuridiche, Università di Bologna
10.20 - Quattro convegni su lavoro e democrazia
- Umberto Carabelli, direttore Rgl
10.30 - Lavoro, partecipazione e democrazia
- Maurizio Landini, segretario generale Cgil
11.00 - Sessione I - Lavoro e democrazia: il disegno costituzionale e la sua realizzazione
- Andrea Lassandari, Università di Bologna
- Francesco Pallante, Università di Torino
- Giovanni Orlandini, Università di Siena
- Arianna Tassinari, Università di Bologna
- Silvia Borelli, Università di Ferrara
- Maria Vittoria Ballestrero, emerita dell’Università di Genova
15.00 - Sessione II - Processi democratici e tutela del lavoro oggi
- Mariapaola Aimo, Università di Torino
- Roberto Voza, Università di Bari
- Federico Martelloni, Università di Bologna
- Giovanna Fullin, Università di Milano Bicocca
Dialogo su “Il valore del lavoro e i pericoli per la democrazia”
- Silvia Truzzi, giornalista del Fatto Quotidiano
- Luciana Castellina, presidente onoraria Arci
- Francesca Coin, sociologa, Università di Parma
- Gianni Cuperlo, deputato del Partito Democratico
- Michele De Palma, segretario generale Fiom Cgil
1 comentario:
Estos debates son mas necesarios que nunca, el avance de la extrema derecha; pero también aveces las ambigüedades de la izquierda nos tiene que llevar a una seria reflexión del papel del movimiento sindical reforzando el carácter socio político de las organizaciones,volver al contacto más directo con los trabajadores en las fábricas etc. Pero también la izquierda no puede andar con ambigüedades debemos ser firmes en nuestros planteamientos y dejarnos de si son galgos o podencos. Porque sino lo que hacemos es Allanar el camino a la derecha. Jaime López Golpe
Publicar un comentario