lunes, 12 de mayo de 2025

UNA VISION GENERAL DE LOS SALARIOS MÍNIMOS EN LA UNION EUROPEA

 


WSI, el Instituto de investigación de la Fundación de la DGB, Hans Bockler Stiftung, acaba de publicar un informe sobre salarios mínimos legales en la Unión Europea que han elaborado Malte Luebker y Thorsten Schulten. El estudio viene a validar la importancia que ha tenido la Directiva sobre salarios mínimos adecuados y su indicación respecto de que el salario mínimo nacional tiene que referirse a un porcentaje entre un 50 y 60 por ciento de los salarios medios del país., lo que ha propiciado un aumento salarial en los países más atrasados y en consecuencia una relativa reducción del diferencial salarial entre países miembros. De hecho, el estudio se subtitula “La reorientación de la política de salario mínimo se traduce en aumentos reales”.

El estudio de WSI no contempla la situación de los países europeos que no recogen la posibilidad de lo que la Directiva 2022/2041 denomina un salario mínimo legal, que funciona como piso o suelo del que puedan a partir de ahí desarrollar los convenios colectivos, sino que basan la remuneración mínima que el empleador debe pagar a las personas trabajadoras en las tablas salariales fijadas en los convenios colectivos, normalmente por ramas o sectores productivos. En esta situación se encuentran los países escandinavos – Suecia, Finlandia, Dinamarca- Austria e Italia. La situación actual es complicada puesto que el gobierno de Dinamarca ha impugnado la directiva por entender que sobrepasa las competencias de la Unión Europea, y el Abogado general ha coincidido plenamente en su informe con esa demanda, solicitando la anulación de la norma europea. Naturalmente, la reacción del sindicalismo europeo y en general de la doctrina laboralista europea ha sido muy contundente, por entender que la argumentación que opone la contradicción entre la directiva y los Tratados de la UE se asienta en una visión neoliberal que fuerza un resultado no conforme con las orientaciones más recientes de la Comisión y el Parlamento y que además no ha sido seguida por la propia doctrina del TJUE. (En el número 109 de la Revista de Derecho Social resume estas tesis contrarias a la argumentación del Abogado general Nicola Countouris, en un comentario crítico muy completo : https://editorialbomarzo.es/comprar/revista-derecho-social/revista-de-derecho-social-numero-109/ )

Por el contrario en Italia, el debate actual se presenta de forma que los sindicatos CGIL y UIL y las fuerzas de izquierda, incluido el PD, quieren introducir un mínimo legal, como sucedió en Alemania, que abandonó el grupo de los países en los que el mínimo se fijaba por negociación colectiva para introducir el salario mínimo en el 2015, mientras que el gobierno Meloni y las fuerzas políticas conservadoras, junto con el sindicato CISL y algunas instituciones como el CNEL – el trasunto italiano del CES español - , son partidarios de continuar con los mínimos salariales fijados por los convenios nacionales de sector, que sin embargo por diversas circunstancias no están cumpliendo el mandato constitucional que exige garantizar un salario suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia.

El informe del WSI muestra una fotografía completa de la cantidad de los salarios mínimos legales de los países de la Unión Europea y permite comprender el efecto muy positivo que ha tenido la Directiva, posiblemente uno de los elementos centrales del Pilar Europeo de Derechos Sociales. En este sentido, la decisión que adopte el TJUE en el proceso iniciado por Dinamarca será muy indicativo de las intenciones que la nueva Comisión europea nacida de las elecciones de junio de 2024 pretende poner en marcha respecto de los derechos laborales y sociales en este ámbito.

A continuación, se incorpora la parte descriptiva de la cantidad en euros que alcanzan los salarios mínimos en Europa, traduciendo esa parte del informe de Luebker y Schulten. La lectura del informe al completo se puede obtener descargándolo (en inglés) de este enlace: www.wsi.de/fpdf/HBS-009121/p_wsi_report_100e_2025.pdf

Salarios mínimos legales en Europa

En la visión general de los salarios mínimos válidos a partir del 1 de enero de 2025, seis países de Europa Occidental ocupan una vez más los primeros puestos dentro de la UE este año (ver el gráfivco que abre esta entrada). Los encabeza Luxemburgo (15,25 euros), seguido de los Países Bajos (14,06 euros) e Irlanda (€ 13.50). Alemania, que había ascendido brevemente al 2º puesto tras el aumento del salario mínimo a 12 euros, se sitúa en 4ª posición con 12,82 euros en la fecha límite, por delante de Bélgica (12,57 euros) y Francia (11,88 euros). Sin embargo, dado que estos dos últimos países también ajustan sus salarios mínimos durante el año, la clasificación ya ha cambiado de nuevo. Por ejemplo, el salario mínimo en Bélgica se elevó a 12,83 euros el 1 de febrero de 2025, por lo que Alemania ha caído del 4º al 5º lugar por la mínima.

En el grupo de diez países de la UE con salarios mínimos entre 5 y 9,99 euros, los países del Este y los países del sur de Europa están representados en igual número. De Europa del Este, estos son Eslovenia (7,39 euros), Polonia (7,08 euros) y Lituania (6,35 euros), así como Croacia (5,61 euros) y Estonia (5,31 euros), y del sur de Europa, entre otros, las dos pequeñas economías de Chipre (6,06 euros) y Malta (5,54 euros). En cuanto a los tres países más poblados España (8,37 euros), Portugal (6,01 euros) y Grecia (5,60 euros), hay que señalar un cambio metodológico este año: En los tres países, los salarios mínimos se fijan mensualmente, por lo que tienen que convertirse en tarifas horarias para facilitar comparación internacional. Para ello, se utiliza una base de datos de salarios mínimos de WSI que se basa en las horas mensuales de trabajo a tiempo completo en cada país. En el caso de España, Portugal y Grecia, existe una particularidad que los trabajadores de estos países tienen derecho a 14 meses de salario al año. Por lo tanto, Eurostat (2024) aplica un factor de corrección adicional para estos tres países (salario mensual × 14 / 12). Este procedimiento también se utiliza por primera vez en este informe, por lo que los salarios mínimos son más elevados que en las publicaciones de años anteriores.

Todavía existen salarios mínimos inferiores a 5 euros en muchos países de Europa del Este. Entre ellos figuran la República Checa (4,95 euros), Rumanía (4,87 euros), Eslovaquia (4,69 euros), así como Letonia (4,38 euros) y Hungría (€ 4.23). Bulgaria sigue a la retaguardia (3,32 euros). La diferencia con el líder Luxemburgo - donde el salario mínimo es actualmente casi cinco veces mayor que en Bulgaria- sigue siendo  considerable.

No obstante, los niveles del salario mínimo han convergido significativamente en los últimos años. En el año de su adhesión a la Unión (2007), los salarios mínimos en Bulgaria (0,55 euros) y Rumanía (0,66 euros) - convertidos al tipo de cambio de del momento- seguían siendo significativamente inferiores a una décima parte del salario mínimo luxemburgués de la época (€ 9.08). La convergencia de los salarios mínimos observarse también en otras medidas estadísticas: por ejemplo el coeficiente de variación cayó de 0,832 a 0,484 entre 2007 y 2025 y la ratio decil D9 / D1 de 9,89 a 3,08 en la actualidad.

(Un estudio específico del salario mínimo en España en relación con la negociación colectiva y la incidencia en ello tanto de la Directiva sobre salarios mínimos adecuados como las decisiones del CEDS, se puede leer en A. Baylos, F. Trillo y A. García-Muñoz, “Algunas anotaciones sobre salario mínimo y negociación colectiva”, Revista de Derecho Social 109 (2025), pp. 15-42)

Algunos datos sobre salarios mínimos en países europeos y países industrializados y emergentes extra europeos.

Existe una clara brecha geográfica entre los vecinos directos de la UE: En el Reino Unido (13,51 euros), el salario mínimo está actualmente al nivel de los países de Europa Occidental de la UE. El llamado Salario Mínimo Vital Nacional para trabajadores de 21 y mayores aumentará a 12,21 libras esterlinas o el equivalente de 14,42 euros el 1 de abril de 2025. (Un análisis más detallado de esta peculiaridad inglesa que distingue entre salario vital y salario mínimo, se puede consultar en Antonio García-Muñoz, Sobre salario vital y salario mínimo en Reino Unido, en NET21 29.04.2025, https://www.net21.org/sobre-salario-vital-y-salario-minimo-en-reino-unido/

En Turquía (3,75 euros) y los países balcánicos de países balcánicos de Serbia (3,55 euros), Macedonia del Norte (3,13 euros) y, en menor medida, Albania (2,28 euros), los salarios mínimos respectivos se acercan al nivel búlgaro. Más al este, los salarios mínimos en Moldavia (1,69 euros), Rusia (1,29 euros) y Ucrania (1,10 euros) son aún más bajos.

La base de datos de salarios mínimos de la WSI también contiene datos de ocho países industrializados y emergentes fuera de Europa. En Australia (14,70 €), Nueva Zelanda (12,95 €) y Canadá (11,08 €), los salarios mínimos son comparables a los de Europa Occidental, mientras que Corea (6,80 euros), Estados Unidos (6,70 euros) y Japón (6,44 euros) les siguen a considerable distancia.

En Estados Unidos, el salario mínimo federal ha quedado en gran medida obsoleto debido a su bajo nivel, de modo que los salarios mínimos fijados en cada Estado son ahora de importancia decisiva. En la actualidad, 30 estados y Washington D.C. (16,17 euros) fijan su propio salario mínimo.  En 15 de ellos, es al menos el doble que la tasa nacional. Entre ellos están los populosos estados de Washington (15,39 euros), California (15,24 euros), Nueva York (14,32 euros), Nueva Jersey (14,31 euros) e Illinois (€ 13.86). El salario mínimo es más bajo en los Estados republicanos de Florida (12,01 euros) y Texas (sin salario mínimo independiente).

De América Latina, Argentina (1,45 euros) y Brasil (1,18 euros) son dos economías emergentes con salarios mínimos en la base de datos de salarios mínimos de WSI. En Mexico se da la especialidad de que se fija un salario mínimo común, 34 pesos mexicanos (1,55 euros) y uno especial más elevado para la llamada Zona Libre de la Frontera Norte, 52 pesos mexicanos (2,38 euros). En los tres supuestos, hay que tener en cuenta el peso muy relevante de la economía sumergida, fuera por tanto de la economía formal en la que se desenvuelven estos salarios mínimos.

Datos en fin extremadamente interesantes para comprender el desplazamiento de trabajadores y la relocalización de empresas, asi como para dar contexto a los flujos migratorios en busca de trabajo mejor pagado y el envío de remesas al país de origen.

 

 

 


1 comentario:

Mark Chapman dijo...

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