Es seguramente el efecto de las fiebres intermitentes que tienen postrado al titular de este blog, víctima de unas infecciones antiguas y persistentes que prometen desaparecer con el nuevo año. Pero recluido a la fuerza en su domicilio, lee y ve las cosas que pasan y le asalta una sensación de irrealidad muy potente. Siempre ha existido una narrativa oficial de las cosas que se aparta decididamente de lo que desde una posición social subalterna se percibe como la realidad cotidiana, pero esta separación en estos momentos resulta superada por una percepción alterada semejante al extrañamiento espacio-temporal. No sabemos si a los lectores y seguidores de la blogosfera de Parapanda les sucede lo mismo.
Tras las elecciones del 20 de noviembre el país entró en un periodo de stand by, un consumo de acontecimientos en espera de la gran decisión del nuevo gobierno, que se concretaba en las “medidas no gratas”, es decir, mayores recortes sociales y más sacrificios para los trabajadores y las capas sociales subalternas. La nominación de los ministros del área económica en sintonía con el capital financiero y las recetas neoliberales así lo confirmaba. El video en el que el presidente de la patronal se acercaba zalamero a Luis de Guindos, que respondía comedido a las rendidas expresiones de cariño y de afecto del representante de los empresarios decía mucho más que los discursos correctores de Montoro rechazando la palabra recortes sustituyéndola por la de reformas. Todo anunciaba una rápida decisión hasta que el tiempo en un momento dado se ha ralentizado. Hasta el último viernes del año no se completarán los cuadros dirigentes de los ministerios – los nuevos ministros despachan con los antiguos secretarios de estado – y aunque ya se adoptan medidas de restricción fuertes, se avisa con el desprecio acostumbrado hacia la publicidad democrática, que las medidas de recortes sociales más impactantes se pondrán en práctica después de las elecciones andaluzas, para no perjudicar el triunfo del candidato del PP. Se trata de un mensaje que justifica el engaño a toda la ciudadanía y que a todos les parece razonable. Mientras tanto, se congela el salario mínimo vulnerando lo pactado en el Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva 2010-2012, pero simultáneamente se habla de la necesidad de llegar a un nuevo acuerdo entre los agentes sociales para lo que se da el generoso plazo de quince días de enero: una semana adicional a la festividad de los Reyes Magos para pactar cuyo fracaso será sustituido por decisiones unilaterales del gobierno. El problema es que todavía no sabemos qué es lo que deben acordar los sindicatos y los empresarios bajo la tutela del poder público. Por el momento los mensajes que llegan son más bien disonantes si se escucha a algunos de los emisarios de la patronal que han recobrado un empuje superior al de su ámbito de representación corporativa, como el aguerrido dirigente de la CEIM.
Enfrente, el bipartidismo agoniza por incomparecencia del rival. El partido derrotado de forma espectacular en los idus de noviembre asume su papel de looser pero sin el aura del antihéroe que caracteriza a esta figura. No están dispuestos a encabezar ninguna revuelta, ni a aparecer como defensores de la legalidad constitucional, ni tampoco a lo contrario. Mientras tanto, el debate sobre el proyecto socialista se resuelve en una duda sobre los candidatos más convenientes para aguantar el tirón de esta fase de la crisis. Algunos de sus exponentes más conocidos tropiezan con la corrupción practicada en pequeñas dosis como complemento de la política.
Y luego se inaugura la legislatura con un aplauso incomprensible al monarca que ha dicho que la ley es igual para todos pero que no se refería a su yerno con esa alusión tan voluntarista. Un parlamento que todos llaman plural porque el desmoronamiento del PSOE ha permitido algún hueco para opciones minoritarias diferentes, pero que resultará monolítico y estéril ante una mayoría absoluta que impondrá sin problemas lo decidido en otro lugar. La izquierda puede tener un papel de denuncia activa en este espacio público, enseñando con su práctica parlamentaria que hay otra forma de hacer política. Naturalmente el sectarismo ya aplicado y una cierta concepción de acomodo en la existencia grupuscular presagia resultados muy pobres en este sentido. Sin que por tanto sean previsibles resistencias eficaces que apoyen y promuevan movilizaciones sociales fuertes, las cámaras legislativas serán una máquina de registrar decisiones adoptadas más allá del debate parlamentario y sin que éste le afecte en ningún caso. Un parlamento que se estrena con un aplauso a la institución autocrática de la monarquía caracterizada por la opacidad en su patrimonio y la desigualdad radical en su esencia y funcionamiento.
Así se ven las cosas desde la febrícula. Congelación del salario mínimo, congelación de los sueldos de los funcionarios, reducción salarial generalizada como proyecto de alcance estatal. Recortes decisivos en los presupuestos autonómicos en educación y sanidad, cierre de servicios sociales. Sin embargo, los medios de comunicación insisten en que este tipo de decisiones no son nada apenas comparado con las medidas que vendrán. Así se prosigue este largo consumo de tiempo muerto hasta que por fin nos alcance el tiempo de las grandes decisiones, siempre un poco más allá, siempre impenetrables en su concreción y desde luego inmodificables como un destino cruel quizá no del todo merecido. Lo importante es que no haya ningún sujeto que medie en esa apropiación del tiempo por quienes deciden unilateral y autoritariamente la degradación de las condiciones de existencia de las clases subalternas y que no exista ninguna fuerza capaz de alterar el curso de las cosas.
La fiebre trae pesadillas. La narrativa oficial las está imponiendo como discurso generalizado. El año que viene ya veremos si se tienen en pie.
5 comentarios:
Mi querido amigo, sepa que estoy conspirando con don Luigi dal Colle y don JAT para que usted se cuide. Reduzca esos viajes tan largos al exterior, fomente más la mesacamilla, juegue a la garrafina junto al foccolare... Cuídese, querido. Saludos desde el Bar Raiz Cuadrada de Menos Uno (Parapanda)
Profesor, no le haga caso a ese tarambana de Pepe Luis. Siga viajando hasta la extenuación, no pare y no descanse. Feliz año 2013, Mariano Termidor.
Desde Zaragoza JESUS DE VAL te desea que vuelvas a construir un modelo con el que armar a la izquierda española. Que sea un cómico de rtve quien denuncie la corrupción generalizada y la falta de conciencia es como la imagen de los Hermanos Tonetti que en su circo Atlas entre carcajadas siempre soltaban alguna chispa política sin que los niños entendieran nada pero los mayores asentían con la cabeza. Debemos seguir luchando como nos indica el gran Ford en las uvas de la ira (Steinbeck)en su final en la que la conciencia obrera debe ser la que nos una. No te tomes mucho nolotil para la fiebre, aunque es lo más rápido sobre todo las ampollas, sino un buen queso y vino de El Vinculo. Desde Zaragoza un abrazo y salud y República.
Querido amigo, tanta febrilidad acompañante de tu generosa maestría, en estos momentos de timorata desventura como usted viene a relatarnos, con la consabida aquiescencia de nuestro afable Pepe Luis, me atrevo, tras sugerirle que como "non se puo habere tutto e l¨oposto di tutto" (aunque forme parte de la profunda condición humana), pues que también, con cuidado en el contexto prevalente de este espacio, generoso pero bien enmarcado, poder sugerirle la recomendación de una lectura (que casi, casi, estuve a punto de sugerírsela en agradable conversación con blanco de Rueda en el madrileño barrio de Las Musas), quizás pelín distante del ámbito del Derecho del Trabajo, pero, me parece, que muy próxima a la recomendación de su lectura:
"44 cartas desde el mundo líquido", en PAIDOS este pasado verano (de un viejo y prolífico sociólogo ex-polaco, Zigmunt Bauman). Con todas las precauciones, pero me parece una perspectiva muy fructífera para estos tiempos donde los líquidos emergentes no parecen muy saludables para sensibilidades sociales, cuando menos, intermedias (ésto último, es una pista, para un juego de emistades).
Tarso Genro (*)
Zygmunt Bauman, na primeira carta do seu livro recentemente publicado no Brasil, "44 cartas do mundo líquido moderno" (Zahar, 2011, 226 pgs.), faz duas perguntas e apresenta uma conclusão provisória: "Como filtrar as notícias que importam no meio de tanto lixo inútil e irrelevante? Como captar as mensagens significativas entre o alarido sem nexo? Na balbúrdia de opiniões e sugestões contraditórias, parece que nos falta uma máquina de debulhar para separar o joio do trigo na montanha de mentiras, ilusões, refugo e lixo."
Suponho que as diferenças significativas para uma estratégia de esquerda, são aquelas que marcam os cenários, tanto nos países do centro do capitalismo como nos países "emergentes": primeiro, a rapidez com que as crises contaminam o cenário global é a mesma rapidez - com fundamento nas mesmas tecnologias informacionais - que permite a manipulação dos seus efeitos e a criação de hegemonias artificiais, para a universalização dos "remédios" anticrise; segundo, os trabalhadores do setor público e os trabalhadores assalariados de boa renda ou renda razoável, estão separados dos pobres das periferias, dos imigrantes, dos favelados criminalizados, desempregados, intermitentes ou precários. Estes constituem "ameaças", originárias de quem está excluído e cujas demandas, se aceitas pelos governos, podem exigir repartição de benefícios sociais e disputa pelos empregos dos que estão protegidos na formalidade.
Finalmente, uma terceira diferença substancial: as representações parlamentares dos partidos de esquerda livraram-se, em regra, daquela posição clássica de mera denúncia do "parlamento burguês". Substituíram, porém, esta ideologia da destruição do Estado por uma ideologia que faz, em regra, das bancadas de esquerda, mais uma soma de posições corporativas do mundo do trabalho ou mesmo de setores empresariais, do que uma síntese programática em defesa de um padrão desenvolvimento alternativo e de um novo conteúdo democrático para a república. Neste sentido, as delegações parlamentares de esquerda aproximam-se, perigosamente, da prática tradicional dos partidos cujo sentido é perpetuar uma burocracia parlamentar-profissional, alheia a princípios programáticos.
As transformações do capitalismo, que "cindiram" o campo dos assalariados e dos pobres, em geral, unificaram os "de cima, a partir da força coercitiva do capital financeiro e da ciranda especulativa. Ao mesmo tempo, estas transformações e a necessidade de manejo da dívida pública de maneira "responsável" aproximaram do estado, em geral, os grandes grupos empresariais de comunicação e os grandes oligopólios privados.
O exemplo grego é emblemático. Não só no que se refere à "revogação" do referendo, feita pelo Banco Central Europeu, mas também no que refere às distintas reações políticas do mundo do trabalho, com suas diversas hierarquias públicas e privadas, para contestar o sacrifício das novas reformas.
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