domingo, 18 de diciembre de 2011

SOBRE LA LIBERTAD DE LOS MODERNOS





Leyendo el libro de Gerardo Pisarello, ya recomendado en la blogosfera de Parapanda, que lleve por título Un largo Termidor (Trotta, 2011), se puede encontrar en la página 94 una cita preciosa de Benjamín Constant, al discurrir sobre la libertad de los modernos.

La libertad de los modernos se entiende por Constant como la preservación de una esfera privada: "el disfrute pacífico de la independencia privada", que se correspondía con los derechos de propiedad y con la riqueza. Y justo sobre este tema el autor se explaya en términos muy actuales.

"El dinero es el freno más eficaz contra el despotismo. Frente a él cualquier fuerza es inútil. El dinero se esconde o huye. El crédito no tenía entre los antiguos la importancia que tiene para nosotros. Sus gobiernos eran más fuertes que los individuos particulares. En cambio hoy en día en todas partes los particulares son más fuertes que el poder político. La riqueza es una fuerza que se aplica mejor a cualquier interés, y por consiguiente, resulta bastante más real y es mejor obedecida. El poder amenaza, la riqueza compensa. Se puede huir del poder engañándolo, pero para obtener los favores de la riqueza hay que servirla. La riqueza acaba siempre por ser superior al poder del gobierno".

La riqueza como base del poder privado sobre las personas y las cosas, como forma de evitar el poder público, legitimado por garantizar derechos de ciudadanía y perseguir el interés general. O como medio para anular ese poder y ponerlo directamente a su servicio. Estos son los caminos de la libertad en el pensamiento liberal.

2 comentarios:

Francí Xavier dijo...

De ahí que el camino de la libertad en el pensamiento progresista sea, precisamente, el de limitar la riqueza para que ésta no ejerza el poder sobre los gobiernos, que no deberían ser otra cosa que la expresión de la voluntad mayoritaria del pueblo, convertida en voluntad general desde el momento en que gobierna para el interés general. Lo que tiene que quedar claro es que en un régimen democrático los ricos son solo una parte del interés general. Por tanto, hay mucho tajo para la izquierda. ¿Quién nos lo iba a decir, después de tantos años? Un abrazo.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con Franci Xavier: hay mucho tajo para la izquierda. Pero cuando la izquierda se mete como el Guadiana bajo tierra no ve ese tajo. Les saluda desde La Malahá, Carlos López Bulla