martes, 14 de julio de 2020

PARECERSE A IZQUIERDA UNIDA



No es costumbre de este blog realizar muchos análisis electorales, y menos cuando se refieren a realidades nacionales que no se conocen. Una regla de oro que no se debe trasgredir es hablar fundamentalmente de lo que se cree saber, aunque se debe ser siempre consciente de que muchas veces esa percepción que da seguridad al juicio emitido no se corresponde con la realidad. Así que dejando de lado los muy modestos resultados del PSOE y la noche triste para Unidos Podemos en Galicia y en Euskadi, lo que sitúa al bloque del gobierno central en esos territorios en una situación subalterna a la izquierda soberanista, esta entrada se quiere centrar en alguno de los comentarios más recurrentes sobre estos resultados electorales.

En efecto, para glosar el resultado de ambos procesos electorales, se afirma que Unidas Podemos ha acabado pareciéndose a Izquierda Unida, y en esa comparación se resume sin necesidad de mayor explicación la crítica a la actuación política del grupo dirigente de Podemos, las escisiones y peleas internas y en fin, todo el contenido negativo de la imagen dividida que ha dado este grupo y su difícil estructuración territorial como partido que parece ha sido la causa de su descalabro electoral en Galicia y del importante retroceso en el País Vasco. En un periódico digital serio, como Infolibre, ese era el resumen de la crónica de Yolanda González: “Desaparición en Galicia y bajón en Euskadi: ¿De Podemos a Unidas Podemos para acabar pareciéndose a Izquierda Unida?”. Una reflexión en la que abundan algunos expertos citados en esta noticia, como Iván Serrano, que afirma que es muy posible que Podemos "haya modernizado, por una cuestión generacional, lo que era el espacio de Izquierda Unida" y ello por tanto sea la explicación de estos resultados. Con mayor contundencia, Íñigo Errejón ha incidido en la misma idea en un tuit muy reproducido por todos los medios de comunicación, señalando que Podemos ya no existía, “existe una cosa que ahora se llama Unidas Podemos y tiene los resultados de siempre de IU”. Para este político y dirigente de Más País, estos son “unos resultados pre15M, que indican un cierre de ciclo. No era "unir a la izquierda", era más ambicioso: construir pueblo”.

Se trata de una narrativa de la que se desprende que Izquierda Unida es a la vez la imagen de una formación de izquierda que personifica la derrota electoral y la inanidad política, el epítome del análisis político desenfocado y superado a partir del revulsivo fundamental de la política destituyente que impone el 15-M. Parecerse a Izquierda Unida es situarse en el espacio de la estrategia equivocada, de una ideología que la sociedad española no reconoce como digna de consideración ni relevancia, condenada de antemano al fracaso.

El desvalor que incorpora esta equiparación no es aceptable. Izquierda Unida surge en 1986 tras la crisis del PCE, incorporando a su ideario el caudal político democrático de este partido y la necesidad de coaligar fuerzas de izquierda como respuesta al alineamiento con el unilateralismo norteamericano mediante la entrada en la OTAN de España, apartándose de un neutralismo activo y comprometido con el pacifismo como señas de identidad de los partidos políticos de tradición democrática y antiautoritaria del antifranquismo. No llegó nunca a romper el bipartidismo instalado firmemente tras la victoria del PSOE en 1982, pero siempre se mantuvo como tercera fuerza nacional, castigada en su representación parlamentaria por el sistema electoral basado en la provincia y en el sistema D’Hondt, y osciló entre casi un millón de votos en sus momentos más bajos hasta los dos millones y medio de 1993, con Julio Anguita como coordinador general. Un número considerable de apoyo popular que no parece despreciable.

Izquierda Unida ha sido además la formación política de la resistencia a la consolidación de un modelo de sociedad desigual y a la remercantilización de las necesidades sociales, que hablaba del respeto a las libertades básicas fundamentales, individuales y colectivas, y que mantenía una tensión sobre la necesidad de un marco territorial plurinacional federado en la unidad del Estado español, sobre un pensamiento fundamentalmente republicano respecto de la forma de gobierno. Pero ante todo, para Izquierda Unida el trabajo era el eje de la subalternidad económica y social y de la dominación política, y en torno a este elemento central en la cohesión social de la comunidad nacional se estructuraba un discurso de emancipación y de libertad sustancial.

No es muy seguro datar el ingreso de la renovación democrática del sistema de partidos en el 15M, como una experiencia que eclipsa e invisibiliza el caudal de resistencia colectiva y de proyecto social y político que ha mantenido durante muchos años primero el PCE y luego Izquierda Unida para un sector importante de la población. Asociar esa cultura resistente y propositiva, con fuerte inserción en organizaciones sociales indispensables como los sindicatos, a la derrota y la insignificancia política, es equivocado y produce una mistificación inaceptable  de la narración histórica. Lo que significa Izquierda Unida en la cultura política y ciudadana de este país está asociado por el contrario a la consecución de numerosos espacios de libertad y de respeto a los derechos ciudadanos, a la capacidad de acción colectiva de las personas que trabajan, a la seguridad de la existencia y la mejora de las condiciones de vida. Una potente corriente ideológica que piensa la organización del mundo de manera alternativa a su configuración actual, injusta y desigual.

Rescatar ese significado político es importante en una etapa en la que el curso de las cosas hace que el pasado se desvanezca como el resto diurno de una pesadilla.

15 comentarios:

Rafa dijo...

La reflexión de Baylos me parece muy acertada y da la necesaria perspectiva histórica al importante papel que, con sus aciertos y errores, han venido jugando el PCE e Izquierda Unida en la escena política española en las últimas décadas y el que aun pueden y deben seguir jugando. Por no mencionar la heroica e inteligente lucha del PCE contra la dictadura franquista, casi en solitario por otra parte.

Juan Moreno dijo...

Querido camarada comparto contigo el fondo de tu articulo (y la forma, claro) pues la aparicion de IU fue un intento serio de renovacion de la izquierda. Electoralmente consiguio recuperar el espacio que tuvo el PCE/PSUC hundido en 1982. Pero fue una experiencia valiosa que Errejon menosprecia aunque no explicita otra alternativa mas alla de eso de construir pueblo que no se como se come. Sin embargo creo que el enfasis de UP en la cuestion territorial, llamemoslo asi, le esta perjudicando pues impide que el protagonismo que esta teniendo en la accion social del gobierno se valore debidamente.

Anónimo dijo...

Concentrar la energía, progresista y de izquierdas, en la consecución de un proceso Constituyente, que ocupe la estrategia caduca de agotar la transición es ofrecer una República Confederal de los pueblos de España, como aglutinante del pueblo y las clases más excluidas.
Cuanto más tardamos, más fuerte se hace la bestia que nos impide vivir plenamente.

Javier Gimeno dijo...

Tanto la reflexión de Baylos como los tres comentarios son muy fructíferos y lo que necesitamos es entender por qué está debacle, en qué nos estamos equivocando y cómo actuar. Me temo que el problema lo tenemos dentro de nosotros mismos, de nuestra organización, es decir, de UP, y no tanto del exterior, cuya realidad conocemos bien y sólo sabemos que queremos transformarla. Salvo algunos errores y discrepancias lógicas con el Psoe, parece que el balance de nuestra actuación en el gobierno es bastante aceptable y los destinatarios de nuestra política, las víctimas de estas crisis, lo reconocen. ¿Qué ha pasado entonces en Euskadi y en Galicia? ¿Qué hacer? Quizá de aquí debería partir la autocrítica, la reflexión y el plan de actuación de la izquierda no identificada necesariamente con el nacionalismo sino con la transformación social por otra realidad más justa y solidaria.

Jose Cabello Luna dijo...

De acuerdo con el compañero Javier Gimeno, el problema es nuestro y ahí hay que cogerse para hacer un estudio profundo , desde las bases hasta nuestros dirigentes y tratar solucionar urgentemente este revés que nos hemos llevado , frenar la sangría electoral porque si no estamos camino de nuestra desaparición como organización

Jaime Cabeza dijo...

Gracias por la entrada y por todos los comentarios. En Galicia el comportamiento del grupo parlamentario en la ya pasada legislatura es una de las claves del fracaso, pero no la única. A veces, hay que valorar el acierto de otras siglas. En verdad, el BNG ha construido una alternativa convincente y un mensaje limpio, con un componente social que se equilibra con el identitario y que ahora suena más nítido y más auténtico. En el fondo, es la misma orientación que Bildu, ¿o no nos ha encantado Mertxe Aizpurúa en el congreso, por ejemplo? El problema territorial en las nacionalidades más desfavorecidas es fundamental y ahí los partidos nacionalistas son muy convincentes. No hablo, claro, del País Vasco, pero sí de Galicia. Probablemente los espacios políticos deban ocuparse de otra forma, con alianzas más dúctiles. La peripecia de En Marea -o de sus antecedentes, a partir de 2012- quizá lleve a concluir que el nacionalismo periférico de izquierdas no debe ser aglutinado, sino asociado como sujeto plenamente independiente.

Unknown dijo...

Seamos cuidadosos y rigurosos con los comentarios. UP no es una organización política. Creo que se trata de una coalición electoral que no es sólida ni compacta territorialmente hablando. No es orgánica y dudo mucho que sea democrática. Electoralmente ha fracasado...y lo que queda por venir. Aunque unos pocos si que han conseguido el cielo por asalto...en forma de ministerios. M

Joaquin Aparicio dijo...

Gracias Antonio por esta entrada aunque se salga un poco de la línea del bog. Cuando se denosta a Izquierda Unida en este momento se está haciendo para denostar a Unidas Podemos. La reflexión de Jaime Cabeza es muy pertinente, hay que ver los aciertos de otros, además de los errores propios. Por supuesto la situación de UP ahora es delicada, pero es que nunca ha sido fácil para la izquierda conjugar las aspiraciones de profundas transformaciones sociales con los sentimientos nacionalistas. Es un problema que se viene arrastrando desde la primera guerra mundial. también habría que recordar la virtud e la prudencia, pues para algunos estar en el gobierno es casi una traición. ¿No es el objetivo de todo partido político de izquierda conseguir el poder político para llevar a cabo las transformaciones y el control a los poderes económicos profundizando en la democracia?

Anónimo dijo...

Gracias Antonio por esta entrada aunque se salga un poco de la línea del bog. Cuando se denosta a Izquierda Unida en este momento se está haciendo para denostar a Unidas Podemos. La reflexión de Jaime Cabeza es muy pertinente, hay que ver los aciertos de otros, además de los errores propios. Por supuesto la situación de UP ahora es delicada, pero es que nunca ha sido fácil para la izquierda conjugar las aspiraciones de profundas transformaciones sociales con los sentimientos nacionalistas. Es un problema que se viene arrastrando desde la primera guerra mundial. también habría que recordar la virtud e la prudencia, pues para algunos estar en el gobierno es casi una traición. ¿No es el objetivo de todo partido político de izquierda conseguir el poder político para llevar a cabo las transformaciones y el control a los poderes económicos profundizando en la democracia?

Joaquin Aparicio dijo...

El anterior comentario no es anónimo, es de Joaquín Aparicio

Anónimo dijo...

A ver si desaparecéis de una vez, la clase trabajadora con vosotres está indefensa, sois la muleta del PSOE, costará décadas reconstruir la izquierda real y alternativa-
Populistas de lo vuestro que solo queréis poltronas.

paco trillo dijo...

Quizá el tono y contenido de la última intervención anónima explique en parte los resultados electorales de Galicia y Euskadi... Un abrazo al titular del blog y a los compañeros y compañeras que han participado de la conversación propuesta por el Prof. Baylos

Juan Ramón Crespo dijo...

Quisiera agradecer el reconocimiento que el profesor hace de Izquierda Unida y del PCE. Se hace justicia del trabajo hecho durante décadas por miles de militante, mujeres y hombres, que siempre han tenido, y siguen teniendo, como anhelo la lucha por la democracia, la libertad y la justicia social.
Y me parecen muy interesantes todos los comentarios que se están haciendo en este hilo.
Un saludo a todas y a todos.

Joaquin Aparicio dijo...

Algunas personas creemos que lo que caracteriza a la izquierda es unir la rebeldía del corazón ante las situaciones injustas con la capacidad de la razón para indagar las causas y buscar soluciones. Las derechas siempre han recurrido a la irracionalidad y a las más bajas pasiones para mantener sus privilegios y de ese modo han conseguido que las ideas de la clase dominante sean asimiladas por una parte importante de la clase dominada y así se han mantenido en el poder. Otra exigencia democrática es la responsabilidad de cada uno frente a las propias acciones. El anonimato en un blog como este que es totalmente opuesto a maltratar a persona alguna por su opinión es un ejercicio de irresponsabilidad. "Populistas de lo vuestro que solo queréis poltronas" es una frase que muy bien puede ser dicha por alguien de Vox o el PP. Si es de alguien sedicente de izquierda es colaboradora objetiva de la derecha y es una de las causas, como dice Paco Trillo, de desastres electorales como los de Galicia.

klr dijo...

Para que el blog de el teide lo sigamos entendiendo mucho mejor es bueno que busquemos información para saber mucho más.