domingo, 2 de febrero de 2025

50 CONCENTRACIONES SINDICALES EN ESPAÑA: CON LOS DERECHOS NO SE JUEGA

 



El domingo 2 de febrero ha visto en todas las capitales de provincia una concentración de los sindicatos CCOO y UGT  para denunciar el uso "oportunista" de la protección social que las formaciones políticas han realizado y que casi hizo decaer el primer decreto 'ómnibus' haciendo peligrar medidas como la revalorización de las pensiones o las ayudas al transporte. Al margen de los rigodones y las polkas que los partidos de la llamada oposición han danzado desde la negativa a aprobar estas medidas a su aceptación sin restricciones, lo que esta jornada pretendía era una llamada de atención sobre la necesidad de que tanto el movimiento sindical como en general los movimientos sociales estén alertas y vigilantes ante el desarrollo de políticas sociales qe protejan a la ciudadanía en sus estados de necesidad y obtengan mejoras fundamentales en la relación salarial, en especial la reducción de jornada y el aumento del salario mínimo.

Han sido 50 las concentraciones, el titular de este blog ha acudido a la de Madrid en la plaza Jacinto Benavente en una mañana fría pero soleada, entre unas dos mil personas. En esta concentración, bajo el lema “Con los derechos de la gente no se juega”, los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, junto a las líderes madrileñas de ambos sindicatos, Paloma López y Susana Huertas, y la presencia invitada de Jorge Nacarino, secretario regional de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), han intervenido explicando el por qué de esta concentración, su finalidad y explicando que esta es el arranque de un proceso de movilizaciones en el que se entrecruzan las reivindicaciones propiamente sindicales con las que llevan a cabo los movimientos sociales.

Paloma López afirmó que CCOO no va a dejar que se reduzcan los derechos de millones de personas que mejoren su calidad de vida: pensiones, empleo y escudos sociales. “Hay que exigirle a la presidenta de Madrid que se restablezca el marco de dialogo social para poner en marcha una defensa a ultranza de la los servicios públicos”. No se puede tolerar por más tiempo la infrafinanciación de la universidad pública, la falta de acceso a la vivienda y el mal estado de las residencias, en las que se dejó morir a 7921 ancianos.

El problema de la vivienda recibió una atención especial tanto de las dos secretarias generales de CCOO y UGT como del invitado de la FRAVM que dio a conocer a la gente presente en la concentración que el próximo domingo 9 de febrero se había convocado una manifestación en Madrid para reivindicar el acceso a la vivienda digna para todas y todos, es decir , conseguir hacer realidad el derecho constitucional a la vivienda digna y adecuada del art. 48 del texto constitucional, lo que requiere una actuación multinivel de los poderes públicos, tanto de la comunidad y del ayuntamiento como del propio Estado, mediante medias incisiva de control del mercado y de los precios de la vivienda y la construcción de viviendas sociales.

Unai Sordo ha respondido a quienes preguntaban en tertulias y columnas periodísticas por qué se movilizaban los sindicatos, si el objetivo de mantener la revalorización de pensiones y el escudo social ya se había conseguido en esta segunda oportunidad – y que serían los mismos que si se hubiera desconvocado la concentración por ese motivo habrían acusado al sindicalismo confederal de tratarse de un animal doméstico al servicio del gobierno que solo actuaba a sus órdenes cuando éste se encontraba en dificultad – desde la reivindicación de la autonomía sindical y su función de presión y de vigilancia del cumplimiento de un programa de reformas que el sindicalismo apoya y promociona. "Queremos que el Gobierno ponga en marcha una agenda social y los sindicatos deben estar muy atentos y vigilantes" de lo que se hace en el Congreso, máxime cuando se ha visto que existe una alternativa "de derecha y de extrema derecha" que pone en peligro las conquistas de los trabajadores, lo que ha provocado un par de semanas en las que “ha estado en peligro un decreto ley” que renueva el escudo social, y que durante estos días se han vivido unos “juegos de pactismo” muy preocupantes, que muestran a la ciudadanía la separación de intereses de las mayorías sociales y los de los políticos, atrapados en un tacticismo partidista insoportable. Como remachó Pepe Álvarez,  los sindicatos están en la calle “para reivindicar que el Parlamento no secuestre los derechos de los ciudadanos y ciudadanas”.

Más allá de este tema la reivindicación sobre la reducción de jornada y el aumento del salario  mínimo son dos objetivos fundamentales en el proyecto que quiere llevar adelante el sindicalismo español. Uno ya ha sido conseguido, y será aprobada en el próximo Consejo de Ministros con carácter inminente y será aplicada en cuanto este publicada en el BOE la subida del SMI a 1.184€ repartido en 14 pagas o a 1.381,33€ prorrateado en 12 pagas. Por el contrario, y tras el conflicto desplegado entre Yolanda Diaz como Ministra de Trabajo y Economía Social y Carlos Cuerpo como Ministro de Economía, que se ha solventado a favor de las posiciones de la Ministra, el proyecto de ley en los términos pactados con los sindicatos será aprobado también de manera inminente en el Consejo de Ministros y enviado al Congreso para su tramitación legal. Ahora bien, ante las previsibles – y ya anunciadas – maniobras empresariales para impedir el objetivo de la reducción del tiempo de trabajo, el secretario general de CCOO anunció la convocatoria el 4 de marzo de una importante manifestación en Barcelona, el lugar mítico en el que en 1918 a través de la huelga de la Canadiense se obtuvo por primera vez la jornada de 8 horas, para defender la reducción de la jornada semanal sin reducción salarial. Veremos la presión que este tipo de movilización sindical induce sobre Junts en la negociación parlamentaria del proyecto de ley de reducción de jornada.

El propósito explícito de esta concentración que se repetía en 50 ciudades españolas ha sido por tanto constituir un punto de arranque de un proceso de movilización en torno a la reducción de jornada y más allá, sobre la construcción de una opinión pública en la que los elementos esenciales de la solidaridad y fraternidad del discurso sindical calen en la ciudadanía impidiendo por consiguiente el avance de las posiciones profundamente insolidarias, individualistas y excluyentes que caracterizan el ideario político de la extrema derecha y de la derecha extrema aliada en nuestro país. En este proceso que implica tanto una reflexión seria sobre las políticas sociales que en el ciclo 2020-2024 los sucesivos gobiernos de coalición progresista han puesto en marcha como la necesaria continuidad del programa reformista en materia laboral, la implicación activa del movimiento sindical y su capacidad de movilizar a amplias capas de la población, será determinante. Seguiremos atentamente estos procesos desde las páginas de esta bitácora.