martes, 13 de septiembre de 2016

EL ASESINATO DE PEDRO PATIÑO


La dictadura franquista tuvo como rasgo característico su odio de clase hacia los trabajadores, que se manifestó en la represión de las organizaciones obreras y la persecución policial y penal contra cualquier foco de resistencia y de organización de los trabajadores. Esta es una historia que no se enseña en las escuelas ni se recuerda en los programas que hablan del franquismo. La represión llevaba aparejada detenciones, torturas policiales, cárcel y pérdida del puesto de trabajo. El ensañamiento del franquismo y de sus aparatos represivos – en especial la policía y los jueces – sobre los trabajadores se reproducía alargadamente en la cobertura mediática y televisiva que sistemáticamente ocultaba, falseaba y manipulaba la realidad. Por eso siempre es necesario recuperar la memoria de esta larga noche de piedra como la definió el poeta gallego Celso Emilio Ferreiro. Y hoy, 13 de septiembre, es el momento de recordar el asesinato de Pedro Patiño, que efectuó la Guardia Civil en 1971.

En septiembre de 1971 las Comisiones Obreras habían convocado una huelga en el sector de la Construcción de Madrid para tratar de mejorar las lamentables condiciones en las que se trabajaba en la rama. En la mañana del día 13, a primera hora, tres hombres reparten propaganda a favor del paro. La Guardia Civil se acerca e impunemente dispara sobre uno de ellos, causándole la muerte. Se llamaba Pedro Patiño, un albañil militante de las Comisiones Obreras y comunista. Había emigrado, como tantas otras personas, desde un pueblo de Toledo para buscarse la vida. Todavía no había cumplido los 34 años. Dejó viuda y dos hijos pequeños. Las autoridades franquistas impidieron que su familia, sus compañeros y personas allegadas pudieran estar presentes mientras se le enterraba. El periódico del PCE. "Mundo Obrero", publicó el nombre del guardia civil que asesinó a Patiño. No hubo castigo alguno. La muerte de Pedro Patiño continúa impune.

El asesinato de Pedro Patiño tuvo un largo episodio judicial en el que resultó ejemplar la figura del abogado Jaime Miralles que demandó justicia para la familia, su viuda Dolores Sancho y sus dos hijos de 3 y 4 años de edad, que aparecen en la foto que sirve de portada. Este episodio ha sido descrito por Ramón Sáez en un artículo titulado “El homicidio del militante comunista Pedro Patiño y la actuación del abogado defensor Jaime Miralles. Un episodio de la represión y de la lucha por la justicia”, que fue publicado en la revista Jueces para la Democracia Nº 67, 2010, págs. 20-33, y constituye un texto fundamental para conocer, de manera exhaustiva, la complicidad del sistema con la iniquidad y el sufrimiento de los que consideraba clases subalternas y enemigas, la negación de los derechos civiles y procesales básicos, la desvergüenza de los funcionarios de aquel Estado.

El texto de puede encontrar y leer descargándolo aquí http://www.transicion.sbhac.net/Olvido/RSaez.pdf

La memoria de Pedro Patiño debe ser recordada hoy porque no olvidar es la condición para conocer el pasado y sacar conclusiones sobre el presente.

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