sábado, 21 de septiembre de 2019

LA POÉTICA DEL HOMENAJE. LAURA MORA Y PEDRO GUGLIELMETTI


El curso de Expertos/as Latinoamericanos/as en relaciones laborales ya se ha terminado y sus asistentes regresan a sus lugares de origen en los distintos países de América del Sur. El próximo año el Congreso de los ex becarios se celebrará en Ciudad de México, aunque el tema que ha de tratar está todavía en estudio, como también la materia sobre la que versará el Curso de Toledo del año veinte del presente siglo. Pero en esta ocasión, el XXIX encuentro de los exbecarios se ha resuelto en un reconocimiento más que merecido al alma de los mismos, Pedro Guglielmetti , como se señalaba en ka entrada de ayer de este mismo blog. El grupo de la UCLM que participó en el mismo - los directores Joaquín Aparicio y Laura Mora, asistidos de Joaquín Pérez Rey, Antonio Baylos y Charo Gallardo fundamentalmente - le hicimos llegar a nuestro amigo unas palabras de reconocimiento que escribió y leyó en el auditorio repleto a rebosar su autora, que ahora ha dado permiso para su publicación aquí. Es un bello texto de resonancias poéticas que retrata el afecto y el cariño por este inmensa persona en su cambio de década. Es el siguiente:


Querido Pedro:

Eres como un tuareg, un nómada con sede en cada uno de nuestros corazones.

Con tantas sedes, casas, hoteles, universidades y buenos restaurantes como amigos y amigas tienes, como gente que te quiere puebla nuestros dos continentes.

Sin turbante pero con la planta de un beduino aparente, eres el hombre en movimiento que nos ha enseñado a tejer redes, a tejer y tejer entre unos y otras, entre territorio y territorio interno y externo, entre países y algunos gobiernos, porque sabes que si no es tejiendo no hay transformación, no hay paño que nos abrigue el buen vivir.

Pedro, el Tuareg, no te atienes a las coordenadas del tiempo y el espacio convenidas por los hombres de orden. Te saltas la medida del cronos, del paso de las cosechas. Brincas las fronteras y las aguas. En realidad, para ti nunca ha habido fronteras. Ni siquiera en el exilio. Y nos ayudas a derribar algunas nuestras, límites que derrocados permiten imaginar, soñar.

La vida se te ha impuesto dura, cambiante, inmensa. Quizá alguna vez intentaste doblegarla. Ahora, la cabalgas y la disfrutas en su forma, como acontece, sin demasiadas nostalgias ni exigencias, cuidando el cuerpo para que pueda seguir al trote en tu trabajo, suave con una bella damisela o galopando al ritmo de cientos de ostras o un buen coñac.

Muchas veces cuento a otras personas que no te conocen quién eres y les gustas. A la gente con mapa le gustan los Tuaregs, porque confirman que existe otra manera, otro rumbo, que cuando la vida no está medida –por duro que pueda resultar en ocasiones- hay espacio para la creación, para vivir al vuelo, para Vivir.

Te quiero también decir que nos enseñas a ser maleables a lo nuevo, que siempre estás abierto al cambio. Te gusta escuchar y aprender. Sabes que nada sobra. ¡Hombre despierto entre la mansedumbre!

Por eso, eres Pedro el que exhorta, el que solo eleva el tono de voz para recordarnos la necesidad de nuestra militancia, de retejernos entre juristas, economistas, gentes de la sociología….ese es tu sueño y tu invocación: “Uníos, dialogad, entenderos, cread y haced política buena para cambiar el mundo”.

Pedro, aquí estamos una representación de tu tejido, del fruto de tu trabajo, de quienes intentamos obedecer tu deseo porque es nuestro. 

Te honramos y damos infinitas gracias.

Somos tu Tribu, querido Abuelo.
Tu nieta y compañera,
Laura Mora Cabello de Alba

Toledo, 19 del 9 de 2019, celebrando tu 90 cumpleaños




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