martes, 13 de diciembre de 2022

UMBERTO ROMAGNOLI, ADIOS

 


Ha fallecido Umberto Romagnoli esta misma tarde, mientras dormía. La noticia ha conmocionado a todas las personas que le conocíamos y le estimábamos. Con él desaparece toda una época. Es el exponente máximo de la escuela boloñesa de Derecho del Trabajo, un laboratorio activo y vivo que supo recrear el aparato crítico más acertado para definir la ambivalencia de la regulación del trabajo y cuestionar la deriva neoliberal en la que se iba adentrando. Umberto Romagnoli dominaba además el lenguaje y sabía expresar las más bellas metáforas como forma de describir de la mejor de las maneras los hechos sociales y las acciones colectivas que le dan sentido.

Nació en 1935, y ha recorrido a lo largo de una vida extensa los momentos más señalados del trabajo y la historia, que ha sabido narrar como nadie podría hacerlo. Ha construido poco a poco los fundamentos de la cultura jurídica laboralista italiana y a su través, europea. Su labor como escritor y pensador es inconmensurable, siempre animada de una perspectiva lúcidamente desencantada, progresivamente pesimista, sobre la evolución de las reglas sobre el trabajo, de la debilitación de la ciudadanía fundada sobre éste. Impulsó decenas de proyectos editoriales, creó su propia revista, Lavoro e Diritto, a la que dotó de sus señas de identidad, sostenidas por los que serían sus co-directores después, Luigi Mariucci, también él fallecido víctima del Covid, y Guido Balandi.

Era literalmente adorado entre los juristas latinoamericanos a los que se dedicó en el Curso para Expertos que impulsó junto con su gran amigo Pedro Guglielmetti. No pudo asistir a las últimas ediciones, pero su intervención en Toledo era siempre seguida con pasión y atención máxima por los asistentes al Curso. Hoy todas las personas que participaron en esta gran aventura del estudio y de la hibridación cultural entre una tradición emancipatoria europea y americana, están a buen seguro sobrecogidas por su desaparición.

En España la presencia de Romagnoli en revistas y libros fue muy intensa. Era un autor frecuente en la Revista de Derecho Social, nos enorgullecíamos de que su firma diera brillo al contenido de nuestra revista. Conocido entre y por las y los sindicalistas, los abogados laboralistas, los magistrados de lo social y el profesorado universitario en general, sus palabras siempre aportaban algo nuevo e interesante a cada uno de estos colectivos y personas. Son muchas y muchos quienes le valoraban y le estimaban en todo el arco de los juristas del trabajo.

Nosotros, Joaquin Aparicio y yo mismo, le quisimos mucho. y el nos honró con su cariño y amistad durante mucho tiempo, desde aquella tarde del lejano 1984 – el año Orwelliano – en el que fuimos a buscarle al Hotel Plaza del edificio España y pasamos con él un largo rato en una taberna de la calle de Santiago. Hace tan solo unos meses compartimos con él mesa y charla en Bolonia. Su muerte nos conmueve y nos apena profundamente.

No hay palabras que sirvan para alejar la sombra oscura de la muerte, el vacío que deja la ausencia del ser querido. Un abrazo a su amada esposa Lisa con la que convivió más de sesenta años, a sus hijas Daniela y Bárbara y a toda su familia

 


13 comentarios:

Ricardo Moron dijo...

Ricardo Morón Prieto
Tristísima noticia...un abrazo solidario a quienes teníais tan estrecha relación con el.
Que la tierra le sea leve.

Anónimo dijo...

Una enorme tristeza para quien con su lucidez nos abrió puertas, nos dio impulso para seguir en nuestro camino y nos dio su afecto. Gracias Umberto. Susana Corradetti, Argentina

Unknown dijo...

Agradecida a la vida por haberlo conocido y disfrutado en su rol de enorme profesor en mi experiencia de participante del Curso para expertos latinoamericanos en la UCLM, Toledo en el año 2010.
Descansa en paz querido profesor Humberto Romagnoli.
Les abrazo Antonio y Joaquin... mi sentido pésame a su familia. Honraremos su legado.
Rafaela Bonetto, Argentina.

paco trillo dijo...

Nos dejas, Umberto. Talento y figura. Maestro intergeneracional entre las y los juristas del trabajo. Hoy, en Ciudad Real, discutiremos con mucho cariño "La Ley sobre las dos ciudadanías" en homenaje a tu inmensa y siempre estimulante obra.
¡Un abrazo bien grande para la familia y amigos! Para Antonio y Joaquín

Anónimo dijo...

La comocion en tu palabras es una hermosa expresion del afeto. E lo hiceste en vida. E la vida de Romagnoli sigue na voz e en pluma de sus discípulos. Umberto Romagnoli: ¡presente!

Anónimo dijo...

Un fuerte abrazo a su familia y amigos. Cariños Antonio y Joaquín. Nahuel Berguier de Buenos Aires.

Julio Santos dijo...

Un maestro brillante , profundo, claro, cercano. Un abrazo grande para su familia y otro para vosotros, Antonio y Joaquin, amigos.

Martin Ermida Fernández dijo...

Otro referente del laboralismo universal que nos deja, pero que nos deja su impronta y legado. Ahora queda recordarlo y honrarlo, sin olvidar sus enseñanzas: las de texto y las humanas. Cariños, MEF

José Rodriguez Ponte dijo...

Profunda tristeza me causa la desaparición física de este íntegro luchador social su recuerdo permanecerá como guía de las futuras generaciones. Fuerza a la familia qué acompañamos desde Argentina.

Anónimo dijo...

Una gran persona y gran jurista. Los sindicalistas aprendimos mucho con él. También con vosotros, desde aquellos lejanos cursos de la UIMP en Santander sobre "Democracia en la empresa" organIzados por CCOO. DeP.

Juan Orsini dijo...

Juan Orsini
Que pena inmensa. Aprendimos a leerlo (y a quererlo) gracias a vos Antonio. Un gran abrazo.

Paco Rodriguez de Lecea dijo...

Paco Rodríguez de Lecea
Nos deja "en soledad y llanto", citando a Fray Luis. Se abre un hueco enorme en el laboralismo.

Juan López Gandía dijo...


Juan López Gandía
Siento una profunda tristeza. Una gran pèrdida, de un maestro y de un amigo, desde que nos conocimos personalmente en Bolonia en 1979 y frecuentaba sus clases. Siempre ha estado ahí, cuando venía a España invitado por Antonio y Joaquín y cuando yo volví en alguna ocasión a Bolonia. Activo, creativo y con la misma inteligencia y curiosidad de siempre.. Nunca he dejado de admirar su obra y también su escritura, su gran vocación, como puso de manifiesto en "Un giurista racconta". En fin, ya sabéis Antonio y Joaquín de mi enorme aprecio por Umberto. He agradecido siempre el que tenía por Pilar y por mi, el lo sabía, aunque a veces yo fuera un poco el hijo pródigo.... Darle el pésame de mi parte a su familia.