Es
seguro que la amable audiencia del blog tiene directamente conocimiento de lo
que la situación a la que nos ha llevado el fracaso de la investidura el día de
ayer en decenas de opiniones tanto de los influencers
como de los tertulianos, además de las declaraciones que han vertido sobre
los medios de comunicación los y las protagonistas de la cuestión. Pero ha parecido
interesante al Webmaster de este blog republicar en él el comunicado que esta
mañana ha redactado la Comisión Ejecutiva Confederal de CC.OO. el máximo órgano
entre congresos de este sindicato. Es una voz muy cualificada de los
trabajadores organizados que tanto el PSOE como Unidas Podemos deberían
escuchar. Hélo aquí para que tampco nosotros hagamos oídos sordos.
1.- La imposibilidad de contar con un Gobierno con un programa de
izquierdas es merecedora del reproche de la ciudadanía y particularmente de la
ciudadanía progresista de España, que se movilizó masivamente para impedir el
ascenso al poder de unas derechas contaminadas en sus discursos por la
irrupción ultra de Vox.
Hoy es esa ciudadanía la que mira perpleja, desde la incredulidad y la
frustración, la incapacidad de los líderes de las fuerzas progresistas de
ponerse de acuerdo sobre una opción programática, una fórmula de Gobierno y un
juego de mayorías parlamentarias para llevarla adelante.
Hoy ante la trascendente y sensata opción que la ciudadanía española había
otorgado a la política con mayúsculas, sería imposible explicar a nadie cabal
que un juego de filtraciones, de disputa de espacios de gobierno a conquistar o
a vetar, que las inconcreciones programáticas, o que la tentación de hacer pagar
al otro el “pato” del descuerdo, nos haya llevado a esta situación.
2.- CCOO defendió desde la misma noche electoral un acuerdo político que
debía tener dos objetivos. El primero, poner en marcha una batería de medidas
para afrontar la desigualdad y la precariedad laboral –y por tanto vital- que
afecta a muchos millones de personas en nuestro país. Para ello era
imprescindible corregir y derogar reformas efectuadas en el “periodo especial
del austericidio”, que había roto algunos de los equilibrios que determinan la
distribución de riqueza en nuestro país. Hablábamos de reforma laboral, de
pensiones, fiscalidad y de desempleo fundamentalmente. Para ello el pacto de
izquierdas era condición sine qua non.
En segundo lugar, España debía adoptar una agenda reformista de amplio
perímetro para enfrentar los cambios que en la economía y la sociedad, están
mutando ya nuestra forma de vivir, producir, distribuir, aprender, etc. Una
agenda reformista que no se puede hacer solo desde la izquierda, pero que si echaba
a andar desde parámetros progresistas, podía ser más inclusiva, más
democrática, más social.
Y reivindicábamos el papel de CCOO, de los sindicatos, de los agentes
sociales, de la sociedad civil, ante un reto que requiere de determinación
regulatoria y a la vez de recomposición de las legitimidades de representación
y deliberación democrática.
3.- Estas aspiraciones siguen vigentes. Emplazamos, exigimos a los partidos
en general, pero al PSOE y al Grupo Confederal de Unidas Podemos en particular,
altura de miras. Testar bien lo que está en juego. Los términos de
reconstrucción de un contrato social en España, en medio de la complejísima
agenda reformista que aborde las transiciones de empleo, medioambientales,
formativas, de protección social. Y en un endiablado contexto internacional que
reconfigura las relaciones geopolíticas mundiales, con efectos en el comercio,
en la propia configuración de la Unión Europea, y de la correlación de fuerzas
en nuestro entorno, hoy escorado no ya a la derecha clásica, sino a nuevas
expresiones antipolíticas.
La repetición de las elecciones no es una opción. Volver a hacer votar a la
ciudadanía supone mantener al país en la parálisis por demasiado tiempo, como
si no tuviésemos problemas acuciantes a los que dar respuesta; supone eludir
las responsabilidades que tienen las formaciones políticas desplazándolas a los
ciudadanos y ciudadanas como si estas no hubieran votado cabalmente hace pocos
meses y supone también abrir una nueva posibilidad para que de esta situación
saquen provecho las posiciones de la derecha, dado el nivel de desencanto del
electorado progresista.
4.- CCOO recuerda que con Gobierno investido o en funciones hay cuestiones
de gran trascendencia que deben abordarse en plazos tasados sobre las que va a
centrar su acción reivindicativa como son: la revalorización de las pensiones
para el próximo año, la fijación del nuevo Salario Mínimo Interprofesional, la
mejora de los salarios a través de la negociación colectiva que no se para por
muy complicada que esté la situación política, el problema de la vivienda en
general y en particular de los alquileres,…
5.- CCOO tampoco se
dejará condicionar por la nefasta situación política actual en su objetivo de
organizar a los trabajadores y trabajadoras para la acción colectiva y se
volcará en las elecciones sindicales que se están celebrando en miles de
empresas de todo el país.
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