EL SINDICALISMO DE LAS AMÉRICAS CON EL SINDICALISMO EUROPEO
Víctor Báez, Secretario General CSA - CSI
El sindicalismo español, portugués y
griego han acordado acciones publicas articuladas (huelgas) este próximo 14 de
noviembre, ante la funesta política de sus gobiernos, bajo la influencia de la
equivocada línea Europa de “salida de la crisis”.
En realidad, las políticas de recortes son las responsables de la asfixia económica y del desmantelamiento del modelo social en muchos países de la Unión Europea.
La dinámica perversa del capitalismo, con sus ciclos de creación y destrucción de empleo, sobre lo cual a esta altura no hay discusión de que es su característica intrínseca, ha hecho que desde hace menos de tres años, la crisis, primero financiera, luego económica en general y ahora social llegara a varios países europeos.
Hasta hace poco, resultaba inimaginable que los sectores políticos de derecha y pro-empresarios copiaran el “Consenso de Washington” que en los años ochenta asolaron América Latina y el Caribe.
Es difícil creer que el modelo europeo de negociación colectiva sectorial y territorial, como superación de la negociación por empresa – nuestro paradigma en la búsqueda de una transformación del derecho colectivo en las Américas – fuera abandonado mediante reformas laborales espurias como la que se está desarrollando en España e Italia.
Este mismo año 2012 las organizaciones sindicales de las Américas hemos acompañado la huelga general en España, con acciones concretas de solidaridad.
Ahora, nuestras organizaciones hermanas del viejo continente, a través de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), también se solidarizarán con los trabajadores y trabajadoras de Grecia, España y Portugal.
El sindicalismo de las Américas no puede mantenerse ajeno a esa jornada histórica, en especial cuando nuestra lucha es contra la hegemonía del modelo neoliberal.
Por ello, proponemos retomar aun con más fuerza esta campaña, conscientes de que con la huelga en Europa se están jugando cartas políticas fundamentales.
Porque si triunfa la derecha con su política de recortes laborales y sociales, ello tendrá consecuencias negativas inevitables en los derechos de los/as trabajadores/as de las Américas.
De hecho, la política económica errada de esos países puede tener consecuencias muy duras para las economías de los nuestros, como ya se está avizorando.
El caso mexicano, hondureño y paraguayo
En pocos días, el 27 de octubre, estaremos realizando en Madrid un nuevo Encuentro Sindical Iberoamericano.
Esta será una oportunidad ideal para expresar de manera clara y rotunda este apoyo de Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas (CSA), de manera que los gobiernos europeos lo registren y vean la repercusión que está alcanzando, merecidamente, su diabólica política de ajuste.
Desde la CSA solicitamos a nuestras organizaciones afiliadas y fraternales que el 14 de noviembre realicen acciones públicas notorias ante los medios de comunicación y movilizaciones ante embajadas y filiales de empresas de esos países.
Esta campaña da también la posibilidad de que el sindicalismo de las Américas englobe la crítica a lo que sucede en Europa con lo que acontece en algunos países americanos.
Es que esta solidaridad con España, Grecia, Portugal y Europa en general no puede realizarse desde un triunfalismo americano.
La coyuntura relativamente favorable de nuestra región, en lo económico y social, incluye intentos de reforma laboral desde los poderes políticos y económicos que van en la misma dirección que la regresión europea.
En realidad, las políticas de recortes son las responsables de la asfixia económica y del desmantelamiento del modelo social en muchos países de la Unión Europea.
La dinámica perversa del capitalismo, con sus ciclos de creación y destrucción de empleo, sobre lo cual a esta altura no hay discusión de que es su característica intrínseca, ha hecho que desde hace menos de tres años, la crisis, primero financiera, luego económica en general y ahora social llegara a varios países europeos.
Hasta hace poco, resultaba inimaginable que los sectores políticos de derecha y pro-empresarios copiaran el “Consenso de Washington” que en los años ochenta asolaron América Latina y el Caribe.
Es difícil creer que el modelo europeo de negociación colectiva sectorial y territorial, como superación de la negociación por empresa – nuestro paradigma en la búsqueda de una transformación del derecho colectivo en las Américas – fuera abandonado mediante reformas laborales espurias como la que se está desarrollando en España e Italia.
Este mismo año 2012 las organizaciones sindicales de las Américas hemos acompañado la huelga general en España, con acciones concretas de solidaridad.
Ahora, nuestras organizaciones hermanas del viejo continente, a través de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), también se solidarizarán con los trabajadores y trabajadoras de Grecia, España y Portugal.
El sindicalismo de las Américas no puede mantenerse ajeno a esa jornada histórica, en especial cuando nuestra lucha es contra la hegemonía del modelo neoliberal.
Por ello, proponemos retomar aun con más fuerza esta campaña, conscientes de que con la huelga en Europa se están jugando cartas políticas fundamentales.
Porque si triunfa la derecha con su política de recortes laborales y sociales, ello tendrá consecuencias negativas inevitables en los derechos de los/as trabajadores/as de las Américas.
De hecho, la política económica errada de esos países puede tener consecuencias muy duras para las economías de los nuestros, como ya se está avizorando.
El caso mexicano, hondureño y paraguayo
En pocos días, el 27 de octubre, estaremos realizando en Madrid un nuevo Encuentro Sindical Iberoamericano.
Esta será una oportunidad ideal para expresar de manera clara y rotunda este apoyo de Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas (CSA), de manera que los gobiernos europeos lo registren y vean la repercusión que está alcanzando, merecidamente, su diabólica política de ajuste.
Desde la CSA solicitamos a nuestras organizaciones afiliadas y fraternales que el 14 de noviembre realicen acciones públicas notorias ante los medios de comunicación y movilizaciones ante embajadas y filiales de empresas de esos países.
Esta campaña da también la posibilidad de que el sindicalismo de las Américas englobe la crítica a lo que sucede en Europa con lo que acontece en algunos países americanos.
Es que esta solidaridad con España, Grecia, Portugal y Europa en general no puede realizarse desde un triunfalismo americano.
La coyuntura relativamente favorable de nuestra región, en lo económico y social, incluye intentos de reforma laboral desde los poderes políticos y económicos que van en la misma dirección que la regresión europea.
La campaña será una
queja y presión simultánea hacia los gobiernos que de uno y otro lado del
Atlántico
El caso mexicano, hondureño y paraguayo hablan por si solos, con los
proyectos de promoción de la tercerización, flexibilización y los contratos por
hora. Hace poco tiempo conseguimos detener la “ley chorizo” panameña, que iba
en igual dirección.
Estamos también a la expectativa que el partido demócrata norteamericano gane las elecciones, para evitar que, en caso contrario, el enfoque fundamentalista del partido republicano incorpore nuevos problemas a la de por sí delicada situación de los trabajadores de ese país.
De uno y otro lado del Atlántico
Por tanto, la campaña será una queja y presión simultánea hacia los gobiernos que de uno y otro lado del Atlántico, persisten en hacer retroceder las conquistas alcanzadas durante mucho tiempo, insuficientes pero bien encaminadas, como parte de un largo proceso de avances en la igualdad.
Al mismo tiempo será un llamamiento a que nuestros gobiernos se decidan a reaccionar ante la crisis mediante la adopción de modelos de desarrollo sustentable que coloquen a la igualdad como el eje de sus acciones, en lo que la fiscalidad y el trabajo decente tienen un lugar clave.
Para ayudar a la difusión de estas acciones, y siguiendo el procedimiento utilizado hace pocas semanas con la Jornada Mundial del 7 de octubre, la CSA habilitará en su página web una sección provisoria en que las organizaciones puedan comunicar estas acciones, preferiblemente con un registro filmado y auditivo.
Hasta esa fecha, desde la CSA aportaremos a esta campaña una serie de notas que vayan mostrando distintas facetas de la dramática situación en Europa.
Los trabajadores y trabajadoras de Europa se han solidarizado con nosotros en innumerables ocasiones, combatiendo junto a nosotros los asesinatos, los gobiernos dictatoriales, la persecución antisindical.
Es hora de devolver en parte esa solidaridad recibida. El sindicalismo de las Américas debe decir presente el 14 de noviembre. Por ellos y ellas, por nosotros y nosotras.
Estamos también a la expectativa que el partido demócrata norteamericano gane las elecciones, para evitar que, en caso contrario, el enfoque fundamentalista del partido republicano incorpore nuevos problemas a la de por sí delicada situación de los trabajadores de ese país.
De uno y otro lado del Atlántico
Por tanto, la campaña será una queja y presión simultánea hacia los gobiernos que de uno y otro lado del Atlántico, persisten en hacer retroceder las conquistas alcanzadas durante mucho tiempo, insuficientes pero bien encaminadas, como parte de un largo proceso de avances en la igualdad.
Al mismo tiempo será un llamamiento a que nuestros gobiernos se decidan a reaccionar ante la crisis mediante la adopción de modelos de desarrollo sustentable que coloquen a la igualdad como el eje de sus acciones, en lo que la fiscalidad y el trabajo decente tienen un lugar clave.
Para ayudar a la difusión de estas acciones, y siguiendo el procedimiento utilizado hace pocas semanas con la Jornada Mundial del 7 de octubre, la CSA habilitará en su página web una sección provisoria en que las organizaciones puedan comunicar estas acciones, preferiblemente con un registro filmado y auditivo.
Hasta esa fecha, desde la CSA aportaremos a esta campaña una serie de notas que vayan mostrando distintas facetas de la dramática situación en Europa.
Los trabajadores y trabajadoras de Europa se han solidarizado con nosotros en innumerables ocasiones, combatiendo junto a nosotros los asesinatos, los gobiernos dictatoriales, la persecución antisindical.
Es hora de devolver en parte esa solidaridad recibida. El sindicalismo de las Américas debe decir presente el 14 de noviembre. Por ellos y ellas, por nosotros y nosotras.
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