A
la intervención recogida en este blog de Guillermo
Gianibelli, ha correspondido Jose
Luis López Bulla con otra en el suyo en la que solicita la continuación del
debate en términos muy abiertos, lo que debería permitir que el intercambio de
ideas y de opiniones prosiguiera con varios participantes. López Bulla y Gianibelli
no se conocen personalmente porque durante el tiempo que éste pasó en
Parapanda, frecuentó con Joaquín Aparicio una taberna llena de
erudición y de vino de pitarra, que López
Bulla entonces no consumía, por lo que no pudieron frecuentarse en persona.
Todo se andará, por el momento ahora saben uno del otro por lo escrito y las
imágenes de ambos que vuelan por el ciberespacio, como su fama se traslada de
un lado a otro del océano. He aquí el texto anunciado, que antecede en un día a la llamada fiesta de la hispanidad - con desfile militar incluido - antes, para los más ancianos, Día de la Raza y sus valores adheridos..
DILEMAS DE LA ACCIÓN POLÍTICO – DEMOCRÁTICA es un interesante trabajo de Guillermo
Gianibelli. En él podemos encontrar una serie de interrogantes muy sugerentes
que el lector sagaz hará bien en darle vueltas a la cabeza. Por lo que a mí
respecta intentaré aproximarme, no sin vacilaciones, a lo que nos solicita el
texto.
Tengo para mí que
hace tiempo entramos en una fase de democracia envejecida. O, por mejor decir,
agotada. Las organizaciones políticas y sociales más afectadas por ello son
aquellas que se plantean un sentido, esto es, el desarrollo pleno del
sistema democrático. Es más, tengo la impresión de que incluso el sentido
parece desdibujado.
El mundo de la
globalización lo ha trastocado todo: las formas democráticas (y el ejercicio de
la política) siguen manteniendo el carácter local mientras que la economía-mundo,
en sus expresiones más significativas, es el gobierno real de las cosas. No se
trata solamente de una asimetría sino de un desajuste sistémico que maniata (y,
por lo tanto, inutiliza) la acción política de todos los sujetos, especialmente
los que tienen como bandera la transformación de la sociedad. De ahí que parta
de esta certeza: mientras la acción política mantenga su carácter (proyecto y
formas de representación) la democracia será un trampantojo. Es más, no sólo
podrá avanzar sino que quedará estancada, lo que equivale a decir que irá
involucionando.
Pues bien, si ello
es cosa sabida no encuentro explicación al hecho de que la izquierda (política
y social) no se decida a ser un sujeto plenamente –o, al menos,
tendencialmente-- global. Y si lo ignora las consecuencias todavía serán
más dramáticas.
En resumidas
cuentas, no veo de qué manera se pueden responder los incisivos y necesarios
interrogantes que plantea Gianibelli, si no se despeja definitivamente el
carácter aldeano de la política y sus consecuencias en la democracia y en las
izquierdas. No es un problema de escepticismo al por mayor sino, como se ha
dicho anteriormente, del desajuste sistémico entre lo global y lo nacional. Que
podría llevar a las fuerzas de izquierda a la oficina de objetos perdidos do
mora, ya inútil, la astronomía de Tycho Brahe.
El autor acaba su
artículo con una propuesta de este calado: La crisis como
oportunidad es el momento en que justamente las “seguridades” que supuestamente
el sistema confiere ya no son tales o muestran un resquicio en que la ecuación
no es tan satisfactoria en relación a las posibilidades de otro mañana. Ello
implica, también, que los movimientos sociales que lo alumbren rompan con las
lógicas de actuación dentro del sistema. Si el sujeto sindical constituido se
mira menos como gestor / contradictor de / en la crisis y más como sujeto
vanguardia de aquel sentido del poder constituyente puede que articule aquella
potencia y contribuya a conducir el porvenir.
Lo que, a decir verdad, constituye un órdago a la
grande. En efecto, creo que Gianibelli acierta en la necesidad de que el
sujeto sindical deje de ser “gestor / contradictor de / en la crisis”. Pero
sería importante que nos aclarase qué quiere decir exactamente “ser sujeto de
vanguardia”. ¿Se refiere a ser vanguardia de los movimientos sociales? ¿sujeto
de vanguardia de la sociedad? Ruego amablemente que nuestro amigo Guillermo se
extienda en cualquier blog del universo Parapanda sobre el particular, y de esa
manera podríamos seguir conversando.
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