Se celebran en Albacete, los días 11 y 12 de junio del
presente año, las Jornadas de Estudio
organizadas por el Gabinete de Estudios Jurídicos de CC.OO. que hace el número
48 de las mismas, desde su inicio en 1991. Son 24 años durante los cuales se ha
ido creando un campo de debate entre los agentes principales del derecho del
trabajo, profesores universitarios, abogados laboralistas y magistrados del
trabajo fundamentalmente, en el que se ha ido decantando un modo de discutir
sobre la regulación del trabajo que es actualmente una referencia en la cultura
jurídica laboralista española.
El fenómeno de las Jornadas de
Albacete tenía en su origen la originalidad de acompasar en la organización de
las mismas a un órgano de consulta jurídica dependiente de la confederación
sindical de CC.OO. con una Universidad entonces joven y que comenzaba sus
primeros pasos académicos. Posteriormente este esquema se fue enriqueciendo con
nuevas inserciones de gran valor simbólico, como el Consejo General del Poder
Judicial, que consideró estas Jornadas como curso de formación para jueces y
magistrados, y, más adelante, la propia Editorial Bomarzo, que había surgido
como un producto editorial perfectamente ajustado al estilo de análisis
generado en las mismas y que lo retroalimentaba a través de la producción
científica de la Revista de Derecho Social. Todo ello convergía en un espacio
de encuentro en el que una buena parte de loa abogados laboralistas y sindicales
podían identificar a la vez como propio y como conveniente para su formación y
sus preocupaciones, y que hacía posible la confluencia en los análisis y las
aproximaciones al derecho del trabajo desde posiciones diferentes, la
teorización universitaria, la doctrina judicial, la acción de los letrados. A
lo largo de su historia, estas Jornadas han ido examinando temas cruciales en
la determinación normativa, jurisprudencial y convencional de la regulación del
trabajo, y en no pocas ocasiones han constituido un importante lugar de crítica
y de resistencia a propuestas normativas que degradaban los derechos de los
trabajadores. La reforma laboral de estos “tiempos de austeridad” ha sido
objeto de análisis y de profunda crítica, suministrando a su vez pautas
interpretativas que pudieran corregir los aspectos más negativos de la
intervención legal. Una buena parte de estos debates se han trasladado a la
jurisprudencia en aspectos muy decisivos para la re-escritura de la norma
laboral reformada.
En esta ocasión, las Jornadas están
dedicadas al examen de determinados puntos críticos de las relaciones
colectivas y sindicales. En la presentación que se llevará a cabo por los
organizadores de las Jornadas, está previsto un recordatorio especial de la
memoria de Manuel Ramón Alarcón, el
magistrado del Tribunal Supremo recientemente fallecido y que era un visitante
asiduo de estas Jornadas.
La intervención de apertura correrá
a cargo de Ramón Górriz, secretario
confederal de acción sindical de CCOO que seguramente explicará el contenido y
el contexto del reciente III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva,
firmado el lunes 8 de junio entre los dos sindicatos UGT y CCOO y la patronal
CEOE-CEPYME. Tras ello, se abordarán los dos grandes temas polémicos en materia
de negociación colectiva. El problema de la regulación de la ultra-actividad y
la doctrina de la Sentencia del Tribunal Supremo – que la empresa ha recurrido
ante la misma Sala en incidente de nulidad para poder abrirse una puerta al
recurso de amparo sobre la vía del art. 24 CE y para que, previsiblemente, el Tribunal
Constitucional pueda corregir la doctrina del Tribunal Supremo – y el no menos
importante asunto de la preferencia aplicativa del convenio de empresa. Para el
primer tema está prevista la intervención de Carlos Alfonso y para la segunda la de Jesús Cruz.
El segundo bloque de temas se
refiere en primer lugar, a los criterios para la designación de delegados
sindicales tras el último cambio de criterio en la jurisprudencia del Tribunal
Supremo, que llevará a efecto Amparo
Merino, y en segundo término a la jurisprudencia más reciente en materia de
ejercicio del derecho de huelga, que analizarán los magistrados Fernando Salinas y Jesús Rentero.
Con ello se cierra el primer día de
las Jornadas, que se prolongan en la tradicional cena del jueves ofrecida por
los organizadores. El viernes 12, por su parte, son también magistrados los que
se dedican al análisis de las formas de ejercicio de los derechos sindicales en
las nuevas formas organizativas de la empresa flexible, tanto en lo referido a los grupos de empresa –
que llevará a cabo Ricardo Bodas –
como en los fenómenos de subcontratación y descentralización productiva, a cargo de Emilio Palomo.
Todo un programa de enorme interés y
que desde luego merece ser seguido atentamente. Como lo harán los más de
doscientos asistentes inscritos, muchos de los cuales con sus intervenciones en
los debates efectuarán críticas y propondrán soluciones que formarán parte del
conocimiento colectivo que se deduce de este encuentro. La práctica totalidad
de los profesores de derecho laboral de la UCLM, junto con importantes
exponentes de otras universidades, asistirán a las Jornadas participando
activamente en las mismas. Como en fin, más de una veintena de magistrados y
jueces del trabajo que acuden a las mismas en su calidad de espacio formativo
de calidad.
Para el sindicalismo confederal
estas Jornadas son importantes. Aunque haya una tendencia a situarlas en la
periferia marginal de la acción sindical, que según ésta corriente de opinión
muy arraigada en el sindicato, se debería centrar en la política (en singular o
en tantos plurales como ámbitos
sectoriales) y en la negociación
colectiva, colocando la acción jurídica por tanto en un espacio subsidiario y
en todo caso sometido a las consideraciones de la política sindical tal como vienen
enunciadas en sede confederal, lo cierto es que a lo largo de estos cuatro años
de reforma legislativa, este espacio de debate ha resultado un elemento decisivo a la hora de
reorientar muchas de las transformaciones que la ley había impuesto degradando
los derechos individuales y colectivos. Alimentarlas y patrocinar su
desarrollo, mediante el impulso de las mismas favoreciendo la presencia de
sindicalistas y asesores de todos los territorios del estado español, es algo
que redunda en el fortalecimiento de la acción sindical y de la propia
implantación sindical. No tenerlo en consideración sería un error notable.
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